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El clero yazidí ya no repudia a las esclavas sexuales del yihadismo

Edicto emitido el miércoles

También llama a acoger a sus hijos, sin precisar si incluye a los de las violadas

Año Nuevo yazidí, el pasado día 16 en el templo de Lalish, en Irak

Safin Hamed / AFP

La máxima autoridad religiosa yazidí tiende la mano a las miles de mujeres a las que Estado Islámico (EI) convirtió en esclavas sexuales. El edicto emitido el miércoles por el Consejo Supremo Espiritual Yazidí llama a acoger también a los hijos de estas, aun sin aclarar si incluye a los que son fruto de una violación.

En cualquier caso, el Consejo exige que las víctimas sean tratadas “con honor, humanidad y transparencia”, evitando el estigma y el repudio. El pronunciamiento es importante porque el yazidismo, tras siglos de persecuciones, es una de las religiones más endogámicas. Cualquier yazidí que contraiga matrimonio con alguien que no lo sea, es excomulgado. Asimismo, sólo los hijos de padre y madre yazidí son considerados yazidíes.

La resolución de la ONU inspirada por Nadia Murad omite el recurso al aborto por presiones de EE.UU.

De hecho, ni siquiera se permite el matrimonio fuera de la propia casta –hay tres– y subcasta. Tampoco existe la posibilidad de conversión a esta fe, sincrética como pocas, que bebe de las tradiciones de Persia y Mesopotamia –desde el zoroastrianismo al maniqueismo– influida por el cristianismo y el islam sufí y chií.

La declaración se produjo de forma casi simultánea al discurso en la ONU de Nadia Murad, la yazidí Nobel de la Paz. Murad, flanqueada por la abogada Amal Clooney, hizo un llamamiento a que se investigue y persiga de una vez el uso de la violación como arma de guerra. Algo que ella sufrió en sus propias carnes, tras la toma de Sinjar, en el norte de Irak por parte del EI, que asesinó a cinco mil hombres y raptó a 6.417 mujeres y niños. Aún no hay noticia de tres mil de ellos.

El colofón debía ser la aprobación de una resolución en el Consejo de Seguridad contra la impunidad de estos crímenes y de apoyo a las víctimas. Cosa que se produjo, pero de forma devaluada, puesto que Estados Unidos insistió en eliminar la promoción de la salud sexual y reproductiva. Dicho de otro modo, el gobierno de Trump no quiere que se facilite a las mujeres violadas información y medios para abortar. El embajador francés se declaró “consternado”.

El Consejo Yazidí, mientras tanto, llama a la comunidad internacional a cooperar en programas de rehabilitación. Su última misión en Siria, tras la liberación del último reducto del EI, habría hallado a cuarenta mujeres y niños yazidíes. Aunque estiman que la cifra de huérfanos es mayor, estos desconocerían o reprimirían su identidad, tras años en poder de los yihadistas.

Los yazidíes, medio millón de iraquíes –sobre todo– que hablan kurdo y rezan en dirección al sol, a menudo son rebajados a la condición de adoradores de Satán –en forma de pavo real– por parte de sus vecinos musulmanes, tanto kurdos como árabes.