Nigeria elige presidente pese a los ataques en el nordeste del país
Explosiones y tiroteos
La Policía local afirma que no está en riesgo la “seguridad pública”
Explosiones y tiroteos atribuidos supuestamente al grupo yihadista Boko Haram en el noreste de Nigeria marcaron este sábado la apertura de la jornada de los comicios presidenciales, que se celebran con una semana de retraso, según varios testigos que aseguraron a medios locales y agencias de información que habían escuchado explosiones y tiroteos.
Pese a ello, la Policía local ha afirmado que no está en riesgo la “seguridad pública”, según informó en un comunicado Damian Chukwu, inspector del estado de Borno (el más castigado por la violencia de Boko Haram).
De acuerdo con la policía, las explosiones en Maiduguri, la capital del estado de Borno, poco antes de la apertura de las urnas fueron por “fines de seguridad” en una demostración de fuerza para disuadir a los extremistas islámicos que plagan la región. Boko Haram había advertido a la gente de que no fuera a votar.
Fuentes de seguridad dijeron a Reuters que los militantes habían atacado zonas de la ciudad y un testigo dijo que había escuchado disparos y aviones de la fuerza aérea de Nigeria sobrevolando la zona.
Las autoridades trataron de calmar a los residentes escépticos y en pánico. “Junto con nuestras esposas e hijos y cientos de personas más hemos huido. Ahora mismo estamos corriendo y escondiéndonos en los arbustos”, dijo Ibrahim Gobi, residente de Geidam, en una conversación telefónica.
También se escucharon disparos en Port Harcourt, en el inquietante sur de Nigeria, donde la presencia militar fue más intensa que en las elecciones anteriores. Un convoy en el estado de Delta contenía más de 25 vehículos con soldados listos para la batalla.
En el resto del país los nigerianos empezaron a votar puntualmente e incluso hacían cola ya antes de la apertura de los colegios.
El actual presidente y aspirante a la reelección, Muhammadu Buhari, estuvo entre los que eligieron votar temprano en su ciudad, Daura, en el noroeste del país.
Se espera que hoy participen unos 73 millones de personas acreditadas con sus cartillas de votantes (dentro de un censo total de 84 millones) para elegir al jefe de Estado para los próximos cuatro años entre un número récord de 73 candidatos.
Buhari, de 76 años y líder del gobernante Congreso de Todos los Progresistas (APC), tiene como principal adversario al exvicepresidente y empresario Atiku Abubakar, de 72 años y al frente del Partido Democrático Popular (PDP). “Espero una transición exitosa”, dijo a periodistas poco después de votar.
La nación más poblada de África y primera economía del continente renovará también el Senado y la Cámara de Representantes (Cámara Baja).
Los analistas no se atreven a predecir el resultado, que dependerá de a quién otorgan su confianza los votantes para darle la vuelta a una renqueante economía que todavía lucha por recuperarse de la recesión de 2016.
Buhari, un ex gobernante militar que luego fue elegido presidente, está buscando un segundo mandato a cargo de la nación más poblada de África y el principal productor de crudo. Atiku, ex vicepresidente, se ha comprometido a ampliar el papel del sector privado. Los dos candidatos lideran una batalla con más de 70 contendientes.
Las elecciones estaban previstas para el pasado 16 de febrero, pero la Comisión Electoral Independiente de Nigeria (INEC, en inglés) anunció que se suspendían a tan solo 5 horas de la apertura de los colegios. Ello provocó una oleada de descontento que ha levantado preocupaciones por su posible impacto negativo en la participación.
Si bien hoy Buhari calificó que el proceso de votación se estaba celebrando sin problemas, algunos colegios electorales en otras partes del país tardaron en abrirse. “He estado en 10 puestos electorales hoy. Me han redirigido muchas veces”, dijo a la agencia Reuters Victor Kanoba, un votante en Lagos.
“Esto era previsible debido a los desafíos logísticos de llevar todos los materiales a las urnas a tiempo para su apertura a las 8 am”, dijo en relación a las demoras John Tomaszewski, un observador del Instituto Nacional Demócrata de EE.UU. “Será una constante a lo largo del día”.
Además, algunos funcionarios temen que la fuerte seguridad pueda intimidar a los potenciales votantes. Pero es que la seguridad ha sido una de las grandes preocupaciones de la cita electoral. Buhari ha reforzado con tropas los lugares más sensibles como el noreste del país. Los posibles ataques de Boko Haram eran la amenaza más seria.
Este grupo terrorista lucha desde 2009 por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominio cristiano en el sur.
Desde entonces, más de 20.000 personas han muerto y la cifra de desplazados casi alcanza los dos millones, según Naciones Unidas.