Odio al amor gay

La Policía detiene a un individuo cargado con un arsenal que pensaba atacar el desfile en Los Ángeles

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La policía de Los Ángeles vela por la seguridad de los asistentes al Gay Pride Parade

Mark Ralston / AFP

Lo que ha quedado más claro de la masacre de Orlando es que se trata de un crimen de odio contra el amor gay. No sólo porque el presunto autor del múltiple asesinato, Omar Matin eligió un local de ambiente gay. Mir Seddique, el padre de Omar, rechazó el móvil religioso, pero admitió que su hijo odiaba a los homosexuales y que hace unos meses lo vio enfurecido tras haber visto cómo dos hombres que se besaban en la ciudad de Miami.

“Nuestros corazones están destrozados por las víctimas y familias de este horrible acto de violencia con la comunidad LGBT de Orlando”, señaló en un comunicado la organización GLAAD, una de las principales entidades estadounidenses defensoras de los derechos de los homosexuales.

El ataque se ha producido precisamente cuando Estados Unidos se encuentra en plena celebración del Mes del Orgullo Gay con mayor solemnidad que nunca. La bandera del arco iris ondea en los edificios institucionales, también en numerosas iglesias. Todas las grandes ciudades, de Los Ángeles a Nueva York, de Seattle a Washington DC habían organizado paradas multicolores que en esta ocasión tenían una carácter más festivo que reivindicativo. No en vano este año la reivindicación de la comunidad LGTB, lesbianas, gays, transexuales y bisexuales ha sido atendida. El Tribunal Supremo confirmó sus derechos y prohibió la discriminación por motivos de orientación sexual.

Hoteles de lujo y de menos lujo daban la bienvenida a la celebración y, por supuesto, salas de fiesta como el Pulse Nightclub de Orlando celebraban la conquista de la libertad, casi medio siglo después de aquella rebelión contra la represión policial que en 1969 protagonizaron gays y lesbianas en el pub Stonewall de Nueva York.

Tras los sucesos de Orlando, autoridades de varios estados reforzaron las medidas de seguridad para proteger las paradas. En Los Ángeles fue detenido un individuo que transportaba un arsenal de armas en un vehículo y que se sospechaba que pretendía atentar contra los participantes en el macrodesfile que iba a recorrer el Boulevard de Santa Mónica, en West Hollywood. Eric Garcetti, alcalde de Los Ángeles compareció para garantizar la seguridad y proclamar “hoy todos somos Orlando, hoy todos somos LGTB”.

La evolución de la opinión pública estadounidense y de las actitudes políticas respecto a los derechos de los homosexuales ha progresado con enorme rapidez en los últimos años. El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que empezó su mandato expresando su opinión reacia a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, se ha convertido en adalid de la defensa de los derechos de los homosexuales. El dia que el Tribunal Supremo legalizó el matrimonio gay, la Casa Blanca decoró su fachada con los colores del arco iris y el propio Obama lamentó no poder salir a los jardines de Lafayette Square para compartir la celebración del colectivo precisamente para no arruinar la fiesta con las medidas de seguridad. Pese a la movilización en contra de sectores ultrarreligiosos, el 55% de los estadounidenses aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, veinte puntos más que en 2001, según el Pew Research Center.

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