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Stravinski, reto a la música clásica

Hasta los veinte años no había compuesto nada. A los treinta y uno produjo el cataclismo artístico que daría paso a la música clásica moderna. Y aún le quedaban 58 años de prolífica creación.

Igor Stravinsky fue un compositor muy prolífico.

El compositor Igor Stravinsy

Hijo de una famosa can­tante y de un músico de la Ópera Imperial de San Petersburgo, Stravinski nació en un hogar acomodado y vinculado a la vi­da intelectual rusa. Sin embargo, su padre le negó toda posibilidad de dedi­carse a las artes, salvo una breve etapa en su infancia en que recibió clases de piano. La muerte de su progenitor cuando él cursaba segundo año de Derecho lo liberó, e inmediatamen­te inició estudios de orquestación bajo la tutela de Rimski-Kórsakov .

Igor Stravinski (izqda.) consideraba como un padre a Rimski-Kórsakov (en el centro).

TERCEROS

Los ballets rusos

Su formación con Kórsakov, al que consideró un se­gundo padre, finali­zó con la desaparición de este en 1908. Poco después, Stravinski consiguió su primer encargo, la música para el ballet El pájaro de fuego, que iba a ser representado en París por los Ballets Rusos de Serguéi Diághilev . En esta compañía el compositor llevó a cabo la última revolución de la música clá­sica, la que sentaría las bases de la música occidental moderna: ritmos asimétricos, agresividad en el desa­rrollo armónico, registros extremos y protagonismo de la percusión.

Bailarines de los Ballets Rusos de Diághilev.

TERCEROS

Estas innovaciones tomaron vida con el estreno de La consagración de la primavera en 1913. Las voces de protesta del público ahogaron la re­presentación desde los primeros com­pases, se acordaron varios duelos entre los asistentes y el concierto solo pu­do finalizarse bajo la vigilancia de la policía. Pese a todo, un año más tar­de Stravinski era reconocido como un genio que había conseguido superar la música romántica del siglo XIX, basada en el sentimentalismo y la literatura.

El exilio

En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial y Stra­vinski se refugia en Suiza. Allí vivirá sus peores años, privado tanto de las rentas que origina­ban sus propieda­des rusas (que jamás volvió a re­cuperar) como de los encargos de los ballets de Diághilev. Sobrevi­vió del altruis­mo de algunos miembros de la nobleza europea. Estos dieron como fruto una nueva obra maestra, Historia de un soldado, pero también una evolu­ción en su estilo compositivo. Sus composiciones se conver­tirían durante una década en el refe­rente musical alrededor del mundo.

Vera de Bosset era la amante de Igor Stravinski.

TERCEROS

En 1920 se establece en París, donde inicia una relación con Vera de Bosset, prima de la que era su es­posa desde hacía casi veinte años, Katerina Nossenko. Aunque en un principio las élites burocráticas so­cialistas habían tratado de convertir­lo en el “primer compositor soviéti­co”, se autoexilió de la URSS antes de que nuevas directrices prohibieran la “decadente” música moderna y le sometieran. Acla­mado en Europa mientras su música era veta­da por el orbe socialista, Stravinski adoptó la nacionalidad france­sa en 1934. En esta etapa de su vida su­fre, además, una pro­funda crisis religiosa que le lleva a compo­ner su famosísima Sinfonía de los salmos.

De Europa a EE.UU.

El denominado período neoclásico de Stravinski se alargó hasta 1950, pero ya en Estados Unidos, adonde se trasladó en 1939 para escapar de la Segunda Guerra Mundial. La muerte de su esposa le supuso una segunda liberación, pues le permi­tió contraer matrimonio con Vera. En este país adoptó el transgresor estilo dodecafónico, que eliminaba la tona­lidad en las composiciones. El éxito fue notable. La revista Time le consideró una de las cien personalidades más influ­yentes del siglo XX, y Hollywood le reconoció con una es­trella en su Paseo de la Fama.

Portada de la revista Time en homenaje a Stravinski.

TERCEROS

The Rake’s Progress es su última obra maestra, si bien seguirá com­poniendo (de nueve a doce horas diarias) trabajos vocales y pequeños ballets hasta que las fuerzas le aban­donen en 1967. Igor Stravinski mu­rió cuatro años después. Dejó en herencia la música vanguardista y la reinvención del ballet a través de 120 composiciones, donde cupo in­cluso una obra de jazz.

Este texto se basa en un artículo publicado en el número 468 de la revista Historia y Vida. ¿Tienes algo que aportar? Escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.