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La invención del braille: qué es, alfabeto e historia

En pocas palabras

Ciego él mismo desde niño, el profesor francés Louis Braille proporcionó a los invidentes una valiosísima llave para aprender y comunicarse

El sistema fue diseñado por Louis Braille. Foto: Wikimedia Commons / Lrcg2012 / CC BY-SA 3.0.

La invención del sistema Braille

Fisiólogos y pedago­gos creían que apenas se podía aprender a través de los sentidos, a excepción de la vista. Sin embargo, en 1749, el escritor y filósofo Denis Diderot discrepó de es­te criterio al otorgar un papel relevante al resto de facultades.

Partiendo de esa premisa, Va­lentin Haüy, un funcionario francés, trató de equiparar la educación de los niños ciegos, que en el siglo XVIII compartían aula con los sordomudos, con la de los videntes. Para ello, Haüy fundó en París la Institución Nacional para Jóve­nes Ciegos, la primera escuela del mun­do para los desprovistos de visión.

Estatua de Valentin Haüy delante de la Institución Nacional para Jóvenes Ciegos. Foto: WIkimedia Commons / Siren-Com / CC BY-SA 3.0.

TERCEROS

Además, ideó un nuevo método para leer y escribir. Concebido para ser descifrado con el tac­to, hacía uso de enormes moldes de le­tras en posición inversa, que, tras empa­parse de tinta, se presionaban sobre un papel húmedo. Al dar la vuelta a la hoja, las letras quedaban impresas al derecho y en relieve. Gracias a ello, se empezaron a imprimir no solo frases aisladas o mensa­jes sueltos, sino amplios tratados que tanto podían leer ciegos como videntes.

Haüy exhibió su procedimiento llevan­do a sus alumnos a gran número de cen­tros de París e incluso a la corte del rey de Francia Luis XVI. Su fórmula no tardó en exportarse a otros países, y durante el primer cuarto del siglo XIX se abrieron instituciones similares a la suya en ciu­dades como Londres, Viena y Barcelona.

Ciego a los cinco años

Pero la verdadera universalización de un lenguaje de lectoescritura para ciegos llegó de la mano de Louis Braille. Proce­dente de una familia de talabarteros (ar­tesanos de objetos de cuero para caba­llería), Braille perdió el ojo izquierdo con solo tres años mientras jugaba con una herramienta en el taller de su padre. A los cinco, la infección ya le había con­tagiado el otro ojo y se quedó completamente ciego.

Louis Braille perdió el ojo izquierdo con tres años mientras jugaba con una herramienta, y a los cinco quedó completamente ciego

El pequeño aprendió a identificar de nuevo las letras y a leer las palabras recorriendo con sus dedos el contorno de las formas del abecedario que su padre había trazado sobre trozos de cuero con ayuda de chapas de tapice­ro. Este sistema de aprendizaje, sin em­bargo, resultaba insuficiente.

Hogar de nacimiento de Louis Braille en Francia. Foto: Wikimedia Commons / KouKou / CC BY-SA 3.0.

TERCEROS

Por ello, en 1819, gracias a una beca, ingresó in­terno en la Institución Nacional para Jó­venes Ciegos. Allí destacó primero como alumno y luego como profesor, impar­tiendo materias tan diversas como Gra­mática, Historia, Geografía, Aritmética, Álgebra, Geometría e incluso piano y violonchelo.

Braille pronto advirtió que el procedimiento de Haüy presentaba una deficiencia esencial e insalvable: los caracteres convencionales que re­producía en relieve no eran apropiados para manejarse con el tacto. Así que se dispuso a perfeccionarlo.

Louis Braille diseñó el sistema de lectoescritura a partir del trabajo de Charles Barbier

En los años veinte ideó un sistema de puntos a partir del trabajo de Charles Barbier, un anciano oficial de artillería que dos décadas antes había inventado la Écriture Nocturne, un código de doce puntos realzados para ser leído durante las maniobras nocturnas.

Braille redujo los puntos a seis y los dispuso en dos colum­nas paralelas de tres filas. Escritos en re­lieve y combinados entre sí, formaban las letras del alfabeto, los signos de pun­tuación, los números..., incluso las notas musicales, permitiendo a los músicos cie­gos leer partituras. Además, resultaban fáciles de palpar.

Louis Braille murió de tuberculosis sin el reconocimiento unánime de su sistema.

TERCEROS

Braille también creó, junto con su amigo invidente Françoise-Pierre Foucault, el rafígrafo, un aparato con el que escribir las letras comunes con puntos en relieve. Fue un invento clave, pues capacitó a los ciegos para mantener correspondencia con videntes.

Basta de secretos

El director de la Institución Nacional para Jóvenes Ciegos planteó sustituir el tradicional método de Haüy por el de Braille. Una propuesta que las autori­dades rechazaron ante el esfuerzo que, según ellas, iba a suponer la memori­zación del nuevo código.

No opinaban igual, sin embargo, los propios alumnos y profesores de la institución. Estos lo usaron clandestinamente para copiar textos o escribir cartas hasta los años cincuenta del siglo XIX, cuando por fin se admitió públicamente que era el método más idóneo para enseñar a los ciegos a comunicarse.

Jaime Bruno Berenguer, pro­fesor de la Escuela Municipal de Ciegos de Barcelona, lo introdujo en España en 1840

Braille murió de tuberculosis en 1852 sin el reconocimiento unánime de su sis­tema. Su método solo se extendió con rapidez por Europa y Estados Unidos a partir de 1879, año en que se acordó usarlo como sistema universal de enseñanza en todas las escuelas para ciegos. En España no fue hasta 1918 que se de­claró como método oficial para la lectu­ra y la escritura de los ciegos, pese a que ya en 1840 Jaime Bruno Berenguer, pro­fesor de la Escuela Municipal de Ciegos de Barcelona, lo introdujo en el país.

Este artículo se publicó en La Vanguardia el 21 de julio del 2020

Este texto se basa en un artículo publicado en el número 508 de la revista Historia y Vida. ¿Tienes algo que aportar? Escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.