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El presidente que ganó la guerra en Europa y perdió la paz en EE.UU.

Grandes discursos del siglo XX

Woodrow Wilson sentó las bases del Tratado de Versalles para configurar una nueva Europa tras la Primera Guerra Mundial, pero el Senado norteamericano no lo ratificó

El presidente estadounidense Woodrow Wilson sonríe, sombrero de copa en mano, durante el desfile que siguió a la firma del Tratado de Paz de Versalles, no ratificado por el Congreso de su país

Bettmann / Getty

EL CONTEXTO

Woodrow Wilson ha pasado a la historia como el fundador de una política exterior que acabó situando a Estados Unidos como el gran referente y garante del capitalismo y la democracia en el mundo, por más que en los últimos tiempos su nombre haya vuelto a la actualidad como impulsor de una ley seca de la que se han cumplido cien años.

El presidente de Estados Unidos tuvo que decidir entre reaccionar a los acontecimientos de una Europa convulsa, inmersa en una guerra atroz y en plena efervescencia soviética, o mantenerse al margen de lo que sucedía a miles de kilómetros y que aún quedaba más lejano del nuevo imaginario norteamericano. Fue cauto hasta que el 7 de mayo de 1915 un submarino alemán torpedeó y hundió el trasatlántico Lusitania frente a las costas de Irlanda. Murieron 1.200 pasajeros y tripulantes, entre ellos de 234 ciudadanos estadounidenses.

Wilson condenó el ataque, como no podía ser de otra manera, pero fue reelegido presidente en noviembre de 1916 bajo el lema “Él nos mantuvo fuera de la guerra”. Sin embargo, de nuevo en la Casa Blanca preparó rápidamente el país para entrar en guerra, recuperando incluso para ello el servicio militar obligatorio. Y el 2 de abril de 1917, esgrimiendo un telegrama del ministro alemán de Asuntos Exteriores a la diplomacia mexicana para sumarse a su causa, formalizó ante el Congreso la declaración de guerra a los Imperios Centrales europeos en apoyo de la Triple Entente que formaban Reino Unido, Francia y Rusia.

Todos los historiadores coinciden en que la intervención estadounidense no fue determinante en el plano militar, aunque sí consiguió desestabilizar los equilibrios de poder. Paradójicamente, el elemento más desestabilizador fue el papel de mediador que pronto asumió Wilson, concretado en su discurso de los “Catorce puntos” que presentó ante el Congreso de su país el 8 de enero de 1918, que extractamos.

El plena Ofensiva de los Cien Días aliada, las propuestas del presidente estadounidense se antojaban menos lesivas para el Imperio Alemán que las que acabasen determinando los integrantes de la Triple Entente en caso de una victoria que se dio como segura tras el hundimiento de Austria-Hungría. Y esa fue precisamente la línea que acabó definiendo el Tratado de Versalles más de un año después en sus aspectos territoriales, aunque Francia, Reino Unido y Rusia añadieron una factura a todas luces imposible de pagar para Alemania.

La intervención estadounidense no fue determinante en el plano militar, aunque sí desestabilizó los equilibrios de poder por su papel de mediador en el conflicto

Una de las propuestas clave de Wilson era la creación de una Sociedad de Naciones, antecedente de la actual Organización de Naciones Unidas, que se constituyó en Ginebra en 1920. Por su contribución al armisticio y a la construcción de un nuevo orden basado en la diplomacia, el presidente estadounidense recibió el premio Nobel de la Paz de 1919.

Ganada la paz en Europa, Wilson inició una gira por su país para defender los acuerdos de París y las bondades de la nueva Sociedad de Naciones, aún no constituida, para que Estados Unidos se sumase como miembro fundador. Pero el 25 de septiembre de ese año sufrió un ictus del que no se recuperó y lo dejó con graves problemas de movilidad y habla.

El vicepresidente, Thomas Marshall, declinó asumir el poder y Wilson acabó el mandato, aunque no pudo defender sus tesis ni ante el Congreso ni ante el Senado y Estados Unidos no ratificó el tratado que sí había firmado su presidente ni ingresó en la Sociedad de Naciones, renunciando así al papel de arbitraje y liderazgo internacional que le había configurado el mandatario.

Así informó La Vanguardia sobre el discurso de Woodrow Wilson

EL DISCURSO

“Señores del Congreso:

”Una vez más los portavoces de los imperios centrales han indicado su deseo de debatir los propósitos de la guerra y la posible base de una paz general. Se han llevado a cabo negociaciones en Brest-Litovsk entre representantes rusos y representantes de las potencias centrales a las que han sido invitados todos los beligerantes con el objeto de establecer si sería posible ampliar esas negociaciones a una conferencia general sobre los términos de una paz y un acuerdo. Los representantes rusos no sólo presentaron una declaración perfectamente definida de los principios de acuerdo según los cuales estarían dispuestos a firmar la paz, sino también un programa de la aplicación concreta de esos principios.

”Los representantes de las potencias centrales presentaron un borrador de acuerdo que, aunque mucho menos definido, parecía susceptible de interpretación liberal hasta que se añadió su programa específico de términos prácticos. Dicho programa no proponía ninguna concesión ni a la soberanía de Rusia ni a las preferencias de la población a cuya fortuna afectaba, sino que significaba que los imperios centrales conservarían todo palmo de territorio ocupado por sus fuerzas armadas como añadido permanente a sus territorios.

”Resulta razonable conjeturar que los principios generales de acuerdo sugeridos en un principio tuvieron su origen en los estadistas más liberales de Alemania y Austria, los hombres que han empezado a sentir la fuerza del pensamiento y el propósito de su propio pueblo, mientras que los términos concretos procedieron de los dirigentes militares, que no albergan otro pensamiento que el de conservar lo conseguido. Las negociaciones se han roto. Los representantes rusos fueron sinceros y serios. No pueden considerar semejantes propuestas de conquista y dominación.

Los estadistas más liberales de Alemania y Austria han empezado a sentir la fuerza del pensamiento y el propósito de su propio pueblo”

Woodrow Wilson

”Cualesquiera que sean los resultados de las negociaciones de Brest-Litovsk, cualesquiera que sean las confusiones de parecer y propósito en las declaraciones de los portavoces de los imperios centrales, éstos han intentado una vez más informar al mundo de sus objetivos en la guerra y han desafiado una vez más a sus adversarios a decir cuáles son sus objetivos y qué clase de acuerdo considerarían justo y satisfactorio.

”No hay ninguna razón por la cual este desafío no deba ser respondido, y respondido con completa franqueza. Nosotros no hemos esperado. Una y otra vez hemos presentado con plenitud nuestro pensamiento y propósito al mundo. No hay confusión de parecer entre los adversarios de las potencias centrales, ni tampoco ambigüedad de detalle. El único secretismo en el parecer, el único fracaso a la hora de realizar declaraciones definidas acerca de los objetivos de la guerra se halla en Alemania y sus aliados.

”Hay, además, una voz que pide esas definiciones de principio y propósito que es, a mi entender, más conmovedora y apremiante que cualquiera de las muchas emotivas voces que llenan el perturbado aire del mundo. Es la voz del pueblo ruso. Están postrados y casi indefensos al parecer ante la siniestra potencia de Alemania, que hasta ahora no ha conocido aplacamiento ni piedad. Aparentemente, su poder está hecho añicos. Y, sin embargo, su alma no es servil.

”No cederán en el principio ni en la acción. Su concepción de lo que es justo o de lo que es humano y honorable para ser aceptado por ellos ha sido explicitado con una franqueza, una amplitud de miras, una generosidad de espíritu y una simpatía humana universal que debe estimular la admiración de cualquier amigo de la humanidad; y se han negado a amoldar sus ideales o abandonar otros con el fin de salvarse ellos mismos. Apelan a nosotros para preguntarnos qué es lo que deseamos, en qué difiere, si difiere en algo, nuestro propósito y nuestro espíritu del suyo.

Lo crean o no sus actuales dirigentes , nuestro deseo y esperanza es ayudar al pueblo de Rusia a alcanzar su plena esperanza de libertad y paz ordenada”

Woodrow Wilson

”Lo crean o no sus actuales dirigentes, nuestro más sentido deseo y nuestra más sentida esperanza es que pueda establecerse un medio mediante el cual tengamos el honor de ayudar al pueblo de Rusia a alcanzar su plena esperanza de libertad y paz ordenada. Entramos en esta guerra porque se produjeron unas violaciones del derecho que nos afectaron en lo más vivo y hacían imposible la vida de nuestro pueblo.

”Lo que pedimos es que el mundo sea un lugar apto y seguro para vivir, y, en particular, para todo país amante de la paz que, como el nuestro, desee vivir su propia vida, decidir sus instituciones, recibir garantías de justicia y tratos justos por parte de otros pueblos, así como contra la fuerza y la agresión egoísta.

”El programa de la paz mundial es nuestro programa; y este programa, el único programa posible, a nuestro entender es éste:

”I. Deben alcanzarse acuerdos abiertos de paz, de acuerdo con los cuales no habrá decisiones ni acciones internacionales particulares de ningún tipo, sino que la diplomacia procederá siempre con franqueza y a la vista pública.

”II. Libertad absoluta de navegación por los mares, fuera de las aguas territoriales, en la paz como en la guerra, excepto cuando los mares queden cerrados de forma total o parcial debido a una acción internacional para el cumplimiento de acuerdos internacionales.

”III. La supresión, en el mayor grado posible, de todas las barreras económicas y el establecimiento de una igualdad de condiciones comerciales entre todos los países que consienten en la paz y en asociarse entre ellos para mantenerla.

Pedimos que el mundo sea un lugar apto y seguro para vivir para todo país amante de la paz que, como el nuestro, desee vivir su propia vida”

Woodrow Wilson

”IV. Se darán y aceptarán las garantías adecuadas para que los armamentos nacionales se reduzcan al nivel más bajo compatible con la seguridad interior.

”V. Una resolución libre, razonable y completamente imparcial de todas las reclamaciones coloniales, de acuerdo a una estricta observancia del principio según el cual en la determinación de todas esas cuestiones de soberanía los intereses de la población implicada deben tener igual peso que las reclamaciones justas del gobierno cuyo derecho deba determinarse.

”VI. La evacuación de todo el territorio ruso y un arreglo de todas las cuestiones referentes a Rusia de un modo que le asegure la mejor y más libre cooperación de los demás países del mundo en el acceso a una oportunidad sin trabas para la determinación independiente de su propio desarrollo político y su propia política nacional, y que le asegure una sincera bienvenida en la sociedad de las naciones libres bajo instituciones de su propia elección; y, más que una bienvenida, también la ayuda de todo tipo que pueda necesitar y desear. El trato concedido a Rusia en los meses futuros constituirá la prueba de fuego de la buena voluntad de las naciones hermanas, de su comprensión de las necesidades rusas en tanto que diferentes de sus propios intereses y de su simpatía inteligente y altruista.

”VII. Bélgica, según estará de acuerdo todo el mundo, debe ser evacuada y devuelta sin ningún intento de limitar la soberanía de que goza en común con todas las demás naciones libres. Ningún otro acto servirá como éste para restaurar entre los países la confianza en las leyes de que se han dotado y han decidido para el gobierno de sus relaciones con los demás. Sin este acto reparador, toda la estructura y validez de la legislación internacional queda menoscabada para siempre.

Debe formarse una asociación de naciones con el propósito de conceder a los estados grandes y pequeños sin distinción garantías de independencia política e integridad territorial”

Woodrow Wilson

”VIII. Todo territorio francés debe ser liberado y las partes invadidas, devueltas, y el daño hecho a Francia por Prusia en 1871 en la cuestión de Alsacia-Lorena, que ha perturbado la paz del mundo durante casi cincuenta años, deberá ser corregido con el fin de que la paz pueda estar de nuevo asegurada en beneficio de todos.

”IX. Debería efectuarse un reajuste de las fronteras de Italia siguiendo unas líneas claramente reconocibles de nacionalidad.

”X. Los pueblos de Austria-Hungría, cuyo lugar entre las naciones deseamos ver salvaguardados y asegurados, deberían tener la oportunidad más libre de desarrollo autónomo.

”XI. Rumania, Serbia y Montenegro deberían ser evacuados; los territorios ocupados, devueltos; Serbia, obtener un acceso libre y seguro al mar, y las relaciones de los diversos estados balcánicos entre sí, regirse por el parecer amistoso siguiendo líneas históricamente establecidas de lealtad y nacionalidad; asimismo, deberían darse garantías internacionales de la independencia política y económica y de la integridad territorial de los diversos estados balcánicos.

”XII. Las partes turcas del actual imperio otomano deberían recibir garantías de una soberanía firme, pero habría que garantizar a las otras nacionalidades que se encuentran ahora bajo gobierno turco una indudable seguridad vital y una oportunidad de desarrollo autónomo no perturbada por interferencia alguna; y los Dardanelos deberían abrirse permanentemente como paso libre para los barcos y el comercio de todos los países de acuerdo con garantías internacionales.

Un principio recorre todo el programa que he esbozado: el de justicia para todos los pueblos y nacionalidades y sus derechos a vivir en igualdad de condiciones de libertad y seguridad”

Woodrow Wilson

”XIII. Debería crearse un estado polaco que incluyera los territorios habitados por poblaciones indiscutiblemente polacas, con acceso libre y seguro al mar, y cuya independencia política y económica e integridad territorial quedaran garantizadas por un acuerdo internacional.

”XIV. Debe formarse una asociación general de naciones de acuerdo con convenios específicos con el propósito de conceder a los estados grandes y pequeños sin distinción alguna garantías mutuas de independencia política e integridad territorial.

”No cabe duda de que hemos hablado en términos demasiado concretos para admitir ninguna duda o pregunta. Un principio evidente recorre todo el programa que he esbozado. Es el principio de justicia para todos los pueblos y nacionalidades, y sus derechos a vivir en igualdad de condiciones de libertad y seguridad con los demás, ya sea fuertes o débiles. Si este principio no se convierte en parte de sus cimientos, no se sostendrá ninguna parte de la estructura de justicia internacional.”

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