Así queda resulta la herencia de Carlos Marín, vocalista de Il Divo, tras tres años de conflictos familiares
Su expareja, Geraldine Larrosa, luchaba por quedarse con el piso de Madrid donde vivió
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El 19 de diciembre de 2021 fallecía en Manchester Carlos Marín, cantante de Il Divo, a los 53 años. Una pérdida muy sentida en el mundo de la música y entre sus seres más cercanos, en particular su exmujer Geraldine Larrosa. La oriunda de Lyon, pero, protagonizara multitud de titulares durante los tres siguientes años, debido a una batalla legal por la herencia del artista.
El principal motivo de discusión ha sido un piso que Marín poseía en Madrid, que también fue lugar de residencia para Larrosa. Dicha vivienda está valorada en 700.000 euros, más otros 300.000 pendientes de abonar de hipoteca. La expareja durante tres años del fallecido solicitaba que fuera su madre, Magdalena Menchero, la encargada de pagarla. Sin embargo, la progenitora se negó en todo momento, por lo que el caso llegó a los juzgados.
“Ni si quiera han entendido mi vida privada con Carlos Marín, que han sido 30 años. Lo que le interesa son los papeles y no lo que ha vivido su hijo conmigo que hemos sido muy felices, al ser muy felices y tener una vida preciosa que hemos tenido, eso hace daño a las personas que no lo entienden. Ya está. Ya saldrá lo que tenga que salir”, declaraba Larrosa en su momento, antes de que la resolución final llegara esta misma semana.
“A pesar de lo mal que se portó y de que esto invade la legítima, mi madre ha decidido cumplir con los deseos de mi hermano. Jamás pensé que esta mujer intentara arruinar a mi madre como lo está haciendo”, declaraba la hermana de Marín, Rosa, tras saberse que finalmente Geraldine, de nombre artístico Innocence, obtendría la custodia de la propiedad. El acuerdo extrajudicial también supone que la viuda pague los gastos, deudas hipotecarias y que retire su pleito.
Amor sentido
“Gracias a todos por respetar mi silencio doloroso. Quiero que todo el mundo sepa la mayoría lo saben pero lo vuelvo a repetir, que Carlos Marin ha sido y será siempre el gran amor de mi vida. Es la persona más buena del mundo la persona más generosa del mundo, ¡este momento lo íbamos a repetir! Pero no pasa nada, sé que el universo nos va juntar millones de veces, nos casará millones de veces, ¡eso no tengo duda!”, le escribía en su carta de despedida.
“¡Te quiero con toda mi alma! ¡Tu ahijada te quiere con locura! Yo sé que estás aquí a mi lado y al lado de nuestra familia, ¡pero nos has dejado un inmenso vacío! Te quiero mi amor, tu voz, tu alegría, tu cariño y tu humor está impregnado en mi alma. Eres mi gran amor que ha marcado el ritmo de mi corazón. Te quiero mi amor”, concluía en su escrito.