No hay protocolo que prepare para el momento en que todo se detiene y la ausencia de un ser querido se convierte en una realidad. Julián Muñoz, conocido por su polémica vida pública, siempre tuvo a sus hijas como su mayor orgullo, y ellas, incondicionales hasta el final, han quedado abatidas por una pérdida para la que, por mucho que se espere, nunca estuvieron preparadas para afrontar.
El fallecimiento de Julián Muñoz a los 76 años, tras una dura batalla contra el cáncer de pulmón, ha sido el cierre de una vida marcada tanto por la política como por sus turbulencias personales. A pesar de todo, Eloísa y Elia no se separaron de él en sus últimos días, en los que estuvo ingresado en el Hospital Universitario de la Costa del Sol. En el tanatorio se las ha podido ver apoyándose mutuamente para sobrellevar mejor el dolor.
Mayte Zaldívar, la viuda de Julián, también ha estado presente en estos últimos momentos. A pesar de su separación y los años de conflicto, la excolaboradora de televisión ha sido un pilar esencial tanto para él como para sus hijas. La relación entre Mayte y Julián llegó a mejorar tanto que hasta se volvieron a casar.
Fernando, la pareja real de Mayte, no ha ocultado su malestar por el fallecimiento de Julián. Aunque no es habitual compartir el amor de alguien, ambos supieron dejar atrás las rencillas del pasado. De hecho, el exedil tuvo muy buenas palabras para el novio de su viuda: “A mí me trata con mucho respeto. Cuando alguien está con alguien es porque quiere estar. Está muy pendiente de mí. Que opinen lo que quieran”.
La despedida ha sido especialmente dura para Fran Redondo, nieto de Julián, quien ha compartido abiertamente el sentimiento de culpa que atormentaba a su abuelo. “Él pide perdón todos los días, se siente culpable de muchas cosas”, explicaba Fran, recordando a un hombre que, a pesar de sus errores, seguía siendo su abuelo.
El joven ya dijo en Vamos a ver que su abuelo estaba luchando con todas sus fuerzas para seguir adelante. Lo hacía por su familia, aunque sabía que no le quedaba demasiado. “Mi abuelo no se quiere ir y se agarra a lo que puede, sigue luchando, se agarra a su familia”, aseguró Fran.