La vida da muchas vueltas y si no que se lo digan a Jordi Amat. Según recoge la revista Hola, el futbolista ha pasado de jugar en las filas del Español, Betis y Rayo Vallecano a convertirse en Príncipe de Siau, una isla de Indonesia. El joven de treinta años, nacido en Canet de Mar y de raíces asiáticas, decidió probar suerte fuera de España y actualmente se encuentra jugando en Malasia.
A su llegada al sudeste asiático, reconectó con sus orígenes y conoció a su familia, y fue entonces cuando supo que su abuela ostenta el título de princesa en la isla de Siau. Este pertenece a su familia desde que su tatarabuelo fuese proclamado rajá, título monárquico equivalente a rey en el subcontinente indio y el sudeste asiático.
Este privilegio nobiliario se transite de forma hereditaria de forma descendiente. "Cuando era pequeño, mi abuela me contaba la historia de que yo era el príncipe heredero de una región de Indonesia y ahora estamos a la espera de que me den el documento para poder certificar el título", declaraba el catalán en el programa Tot es mou, en TV3.
Ahora el futbolista se ha convertido en uno de los setenta rajás de Indonesia, el archipiélago más grande del mundo con más de 250 millones de habitantes. La idea de Amat es combinar su título con el fútbol en el Johor Danul Takzim de Malasia y en la selección de su país.
"Mi misión es trabajar por el pueblo y hacer alguna aportación económica porque hay que hacer muchas cosas en la isla de Siau", ha declarado el catalán. A pesar de ello, asegura que el título "no me cambiará mucho la vida" y su ilusión ahora es "hacer carrera en Asia. Soy muy joven, me siento bien tanto física como mentalmente y me apetece mucho este reto", declaraba hace unos meses al diario As.
Poco después, Amat juraba bandera en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Indonesia, obteniendo así la nacionalidad del país en el que nació su abuela. Según informaba el Consejo Real del Sultanato de Nusantara, el futbolista ya ha recibido el título de príncipe heredero de manera oficial.
En sus redes sociales Jordi Amat declaraba estar "muy contento y orgulloso de ser ciudadano indonesio y también lo está mi familia. No tengo palabras para describir mis sentimientos ahora mismo". Además, el futbolista ha comenzado a recibir clases de bahasa, el idioma indonesio, para poder comunicarse sin problema con los habitantes de la isla.