Todo sobre Urdangarin: de su intimidad en la cárcel a cómo se gestó la exclusiva con Ainhoa Armentia

Datos inéditos y sorprendentes

En ‘Urdangarin, retrato de un naufragio’, las fuentes consultadas por el periodista Nacho Gay dan un giro de 180º a la imagen que la sociedad se ha formado del exduque de Palma

Era el yerno perfecto hasta que la realidad se le vino encima.

Era el yerno perfecto hasta que la realidad se le vino encima.

Gtres/La Esfera/LVD

Tras un noviazgo idílico con la infanta Cristina, asistimos a su elevación a yerno perfecto en la boda más mediática de los 90 –Pilar Miró dirigió la retransmisión de TVE–, ser padre por cuarta vez, verse obligado a hacer las maletas con destino a Washington a causa de negocios poco claros, regresar a Europa y soportar en silencio la humillación de ser marido mantenido, la acusación por el caso Nóos, el juicio y un proceso global con mucho de Vía Dolorosa que acabó llevándolo a prisión. Al cabo de dos años y medio salió y los fotógrafos volvieron a merodearlo. Finalmente, en enero de este año saltó la gran exclusiva: el esposo de la infanta mantenía una relación extramarital.

Cuando creíamos que se había contado todo del exduque de Palma, llega a las librerías Urdangarin, relato de un naufragio (La Esfera de los Libros), escrito por el periodista Nacho Gay, director del portal Vanitatis. Con una historia construida en base a fuentes hasta ahora intactas, se cierra para siempre el relato del auge y caída del yerno perfecto.

La narración de mis fuentes es que Urdangarin se insinuó a la subdirectora y el cura le abroncó por ello

Nacho GayPeriodista
Esta portada hizo volar, al fin, el matrimonio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina.

Esta portada hizo volar, al fin, el matrimonio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina.

LVD

El libro comienza explicando con todo detalle, nombres y apellidos, cómo llegaron las fotos de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia a una periodista. Hasta esta confirmación muchos pensaban que era algo querido por él, si no preparado, sí facilitado para romper con la infanta.

Es la diferencia entre lo veraz y lo verosímil. Efectivamente, era muy verosímil que alguien como Urdangarin con la prensa detrás normalmente y que acaba de salir de prisión, sea consciente de que le sigan los fotógrafos. Parecía naïf que lo pillaran por casualidad pero así fue: un fotógrafo francés, no un paparazzo sino que estaba en aquella playa para un reportaje sobre surfistas, y que había hecho trabajos como free-lance para algunos medios españoles. Sí sabía quién era Iñaki Urdangarin y aquel 11 de enero de 2022 se lo encontró en un aparcamiento de la localidad de Soorts-Hosseborg, a 40 Km de Biarritz. 

Y se llevó un buen pellizco.

A través de personas que conocía negoció a la vez con ABC y con Lecturas y fue la revista la que se llevó la exclusiva. Se produjo una suerte de subasta, fenómeno habitual en la prensa del corazón. ABC se retira cuando el fotógrafo les dice que tenía una oferta de 40.000 euros. Y había cierto riesgo porque no se conocía la identidad de la mujer rubia que lo acompañaba; podía ser perfectamente una prima o una amiga. Era difícil averiguarlo antes de publicar. En el libro cuento que el fotógrafo atestiguó que sí hubo gestos de cariño aunque el material no lo hubiese podido recoger.

Nacho Gay, autor del libro y director del portal web Vanitatis.

Nacho Gay, autor del libro y director del portal web Vanitatis.

La Esfera

¿Cómo fue su relación con la dirección de la prisión? Explicas incluso que el capellán le pregunta si había sido infiel a doña Cristina.

La dirección de la cárcel, y es su obligación, debe preguntar a los presos cómo están, hablar con ellos, interesarse. El director se jubiló, entro una directora y nombró subdirectora a otra mujer, Esther. Ella era joven y atractiva y fraguó una relación cercana con Iñaki Urdangarin; en algún momento él llega a confesarle cosas íntimas, como que nunca había sido “desleal” a la infanta. Los compañeros le sugirieron que parecía estarle tirando los tejos; el capellán atendió a esos rumores y le aconsejó que fuese con cuidado, que no se complicase la vida más. Él guardó silencio. La narración de mis fuentes es que Urdangarin le echó los tejos o se insinuó a la subdirectora y el cura le abroncó por ello.

No se produjo ningún vis a vis con su esposa en todo su tiempo en Brieva, lo que resulta revelador. ¿En qué fecha expedirías el certificado de defunción de ese matrimonio?

Cuando él entra en prisión, el 18 de julio de 2018, el matrimonio está ya en la UCI. El capellán le pregunta por sus preocupaciones y una de las principales era cómo salvarlo. Y es que había sido sometido a tantas presiones públicas, judiciales y familiares a lo largo de los años que llegaba muy maltrecho a la cárcel. Pero él tenía intención de salvarlo. Sin embargo… no hubo vis a vis y las visitas de la infanta fueron decreciendo. La crisis deviene global. 

¿Cómo pasó él por ese trance?

Él pasó un proceso psicológico terrible; llega a convencerse de que para tener una vida al salir de allí necesita romper con el pasado, con ese estereotipo de arribista, duque de Palma, envuelto en líos económicos y fiscales y se aferra a la idea de ser ayudante de entrenador por la vía del coaching. No sale con la idea de ponerle los cuernos a su mujer, sería absurdo, pero sí con la de romper con el pasado e iniciar una nueva vida y eso lo hace más proclive a iniciar una relación con una mujer joven y atractiva como Ainhoa Armentia cuando la conoce.

Urdangarin era un tipo trabajador, no demasiado brillante pero sí esforzado. En las distancias cortas, era el simpático, el bromista

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ñaki Urdangarín sale en coche del Centro Penitenciario de Brieva (Ávila) para acudir a realizar las tareas de voluntariado en un centro de discapacitados en Pozuelo de Alarcón (Madrid) 

EFE

Es cierto que se ha construido una imagen de tipo ambicioso y aprovechado pero tú la echas por tierra. ¿Cómo era antes del juicio del caso Nóos y cómo es después de Brieva?

Urdangarin era un tipo trabajador, no demasiado brillante pero sí esforzado. En las distancias cortas, era el simpático, el bromista, mientras que la infanta siempre fue mucho más seria; él era muy cariñoso con doña Cristina, el que la acariciaba o le hacía carantoñas. Mucho más que ella. Y un “padrazo”, tópico que repiten todas las fuentes. Y muy poco obnubilado con los restaurantes, las marcas y el lujo como se ha descrito a veces salvo cuando debía acudir a lugares selectos como representante de Nóos. Hemos construido un imaginario simplista y equivocado. El libro no se pone de su parte, ni tampoco la historia, solo he buscado al hombre en toda su complejidad.

Por lo que has investigado, ¿sería muy exagerado afirmar que ha sido un poco víctima de lo que se desató con el caso Nóos?

Él lo cree. Lo que yo crea da igual, pero él lo cree. Las fuentes que lo conocieron en prisión me dijeron que nunca hablaba de forma clara ni de lo que le había ocurrido ni, por supuesto, de la Casa del Rey. A lo sumo, deslizaba alguna metáfora –a veces bíblica– para referirse a lo que le había llevado allí. Le dolía mucho haber vivido que, cuando llegaron los toros, todo el mundo saltó detrás de la barrera menos él.

Su entorno me cuenta que la infanta se entera de las fotos con Ainhoa Armentia 24 horas antes de su publicación

IPablo ha seguido sus pasos y se abre paso en el balonmano.

IPablo ha seguido sus pasos y se abre paso en el balonmano.

GTRES

¿Con cuál de sus hijos guarda más complicidad, la de aquel “padrazo” antes de Nóos que te describen las fuentes y que trata de seguir siendo y con quién menos? Imagino que con Irene será todo más difícil.

Pablo y Miguel tienen un carácter muy similar al suyo, son extrovertidos y afables. Además Pablo ha seguido sus pasos en el balonmano. La relación con ellos es muy natural y ha podido llevarse bien con ellos incluso tras saberse lo de Ainhoa Armentia. Y tiene mérito porque padre e hijos han estado mucho tiempo separados y eso genera grietas. La relación con el mayor y la pequeña es la más problemática para Iñaki: con el mayor, porque sufrió más de cerca el escándalo; era adolescente ya cuando estalló el caso Nóos y sabes lo crueles que pueden ser los chavales en el instituto. Le llamaban chorizo y ladrón en Barcelona e incluso le llegaron a tirar pelotas a la cabeza en el club de tenis. Irene era muy pequeñita cuando su padre desaparece de su vida cotidiana y crea una mayor relación de dependencia con su madre porque se quedó viviendo con ella en Ginebra. Le da plantón en la cárcel y eso a él le duele muchísimo porque veía que se estaba alejando.

Por último, la reacción de la infanta cuando se entera del affaire Armentia. Cuentas que su reacción fue iracunda, con muchas palabras gruesas por más que el matrimonio estuviese hecho añicos.

Es que ella no tenía la menor idea aunque se haya llegado a decir que era casi pactado con él. Su entorno me cuenta que la infanta se entera 24 horas antes de la publicación. De hecho, empieza a producirse un intercambio entre periodistas y amigos suyos en que se mueven esas fotos, le llegan a la infanta y ella dice “Ni idea, será una prima”. Nadie, ni ella ni su entorno más próximo sospechaba lo más mínimo que él le estuviese siendo infiel y mucho menos con todo lo que habían pasado juntos. Les resultaba imposible. El golpe fue durísimo.

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