Actor, bailarín, cantante, productor, piloto y cienciólogo. John Travolta es todo eso, pero también un hombre marcado por las pérdidas de seres queridos desde muy joven, casi desde que empezó en el mundo del cine. Y por los complejos con su imagen, tras perder la lozanía y el pelazo que lucía en películas como Grease o Fiebre del sábado noche y pasarse a los implantes y los bisoñés.
La vida de John Travolta (68), nacido en Englewood, Nueva Jersey (EE.UU.), es una auténtica montaña rusa de emociones de la que no se ha bajado en las últimas cinco décadas. El menor de seis hermanos, con raíces italianas e irlandesas, ha estado abonado de una manera u otra al drama, incluidas batallas legales e insidias sobre su sexualidad. En julio de 2020, en plena pandemia, fallecía su esposa, la también actriz Kelly Preston, de cáncer de mama, mientras ambos aún tenían el corazón de luto por la pérdida de su hijo Jett en el 2009. En abril el primogénito de los actores hubiera cumplido 30 años.
Él, por su parte, dice que donde se siente más seguro es en el cielo, pilotando él mismo sus propios aviones. Tiene una flota de aeronaves de distintos tamaños listos para ser pilotados en cualquier momento. En el 2002 compró un Boeing 707, bautizado como Jett Clipper Ella en honor a sus dos primeros hijos, y el pasado marzo lograba la soñada licencia para pilotar un Boeing 737 de aerolíneas comerciales.
Desde muy pequeño, el menor de los Travolta desarrolló la capacidad de imitación y su padre construyó una tarima de teatro, con telón incluido, para que los seis hermanos, que compartían la afición, pudieran organizar representaciones para el resto de la familia.
El actor que triunfó con Fiebre del sábado noche (1977) y Grease (1978) irrumpía en el cine con poco más de 20 años, gracias a La lluvia del diablo (1975), la terrorífica Carrie (1976) y El chico de la burbuja de plástico (1976), donde se enamoró de Diana Hyland, actriz 18 años mayor que él y que falleció un año más tarde víctima (ella también) de un cáncer de mama.
Travolta tenía 23 años y ya comenzaba a experimentar en sus propias carnes los sinsabores de una vida que le reservaba todavía muchas sorpresas y muchos cambios de imagen. La primera de ellas Fiebre del sábado noche (1977), que le convirtió en uno de los actores más jóvenes en ser nominado a un Oscar por su inolvidable interpretación del bailongo narcisista Tony Manero.
Un año después, su estatus como uno de los guaperas de Hollywood se confirmó con su papel de Danny Zuko, el rompecorazones vestido de cuero y con cuidado tupé engominado que enamoraba a Olivia Newton John en la versión cinematográfica de Grease, que Travolta ya había interpretado en los teatros.
Los años ochenta fueron menos amables con la estrella, y su carrera decayó porque no supo elegir bien sus trabajos. Rechazó papeles protagonistas para American Gigolo y Oficial y caballero y en cambio encadenó películas prescindibles que amenazaban con sepultar una prometedora carrera. Durante este tiempo se convirtió en seguidor del movimiento de la Cienciología, algo que Travolta dice que le ayudó a sobrellevar los momentos difíciles.
Su frondoso tupé en la película Grease marcó, sin duda, una época, donde mostraba su habilidad con el peine para enamorar a la dulce Sandy. Pero los años no pasan en balde, ni para las estrellas de Hollywood. A partir de los años noventa empezaron a aparecer en su cabeza las primeras entradas; luego llegó la maldita coronilla. A partir del 2005 se hizo evidente que Travolta se sometía a todo tipo de tratamientos para disimular la pérdida de cabello. Los implantes capilares y los retoques estéticos hicieron estragos en el físico del actor.
El hijo de una actriz y un reparador de neumáticos vivió un segundo estrellato cuando Quentin Tarantino le rescató con Pulp Fiction (1994) como reemplazo de Michael Madson, que se había retirado para hacer Wyatt Earp. El actor lució melena engominada y coleta y se agarró con maestría a esta segunda oportunidad. Logró una segunda nominación al Oscar y recuperó el estatus perdido.
Por consejo de Tarantino, aceptó un papel en Cómo conquistar Hollywood, que en 1996 le valió un Globo de Oro. Y siguieron varios papeles notables, incluido el de un agente del FBI que asume la identidad de su agente en Face/Off , el jefe de operaciones de piratas informáticos en Swordfish y la madre protectora Edna Turnblad en Hairspray del 2007.
Rompecorazones
Travolta, uno de los solteros más cotizados de Hollywood, salió con Brooke Shields y Catherine Deneuve y bailó con lady Di
Travolta, que fue uno de los solteros más cotizados de Hollywood, salió con Brooke Shields, tuvo un breve romance con Catherine Deneuve, e incluso bailó con la fallecida princesa Diana en una cena en la Casa Blanca. no obstante, desde casi siempre le han acompañado rumores sobre su supuesta homosexualidad. En 1991, Time publicaba un artículo sobre la Cienciología en el que se afirmaba que Travolta temía abandonarla para evitar que salieran a la luz presuntas relaciones que había mantenido en el pasado.
Sexualidad escrutada
En el 2006 se publicó una foto de Travolta besando a otro hombre y un piloto aseguró que fueron pareja durante seis años
En el 2006, The National Enquirer publicó una foto de Travolta besando a otro hombre, mientras que en 2012 tuvo que hacer frente hasta a tres demandas de masajistas por supuestos abusos sexuales y por ofrecer dinero a cambio de mantener relaciones íntimas. Las referentes a los abusos fueron desestimadas y en el resto llegó a un acuerdo para evitar el juicio. Douglas Gotterba, un piloto de avión que trabajó para él aseguró que vivió un romance con el actor durante seis años. Pensaba plasmar la historia en un libro, pero este nunca llegó a ver la luz.
Sea como fuere, en 1991 Travolta se casaba con la actriz Kelly Preston dos años después de que coincidieran en The Experts. Su hijo Jett llegó en abril de 1992, y su hija Ella Bleu nació un año después.
En enero de 2009 una segunda tragedia le golpeó con la muerte de su hijo Jett. El joven, de 16 años, sufría autismo y falleció después golpearse la cabeza tras sufrir una convulsión mientras la familia estaba de vacaciones en las Bahamas. Los padres se vieron inmersos en un intento de extorsión cuando un sanitario que trató a Jett poco antes de que muriera amenazó con divulgar información privada a menos que la estrella de Grease desembolsara 25 millones de dólares para impedirlo. El caso llegó a los tribunales, pero los Travolta retiraron los cargos.
En mayo del 2010, hubo un respiro y una alegría para John y Kelly, quienes anunciaron que esperaban su tercer hijo, Benjamin. Pero tras la pérdida de su primera novia conocida y la de su hijo, Travolta tuvo que enfrentarse en julio de 2020 a la muerte de Kelly, también víctima de un cáncer de mama.
Dos años antes, Travolta estaba pasando un 2018 feliz entre homenajes por el cuarenta aniversario de la mítica Grease... Hasta que se estrenó la película Gotti, en la que interpretaba al mafioso John Gotti, jefe de la familia Gambino, y en la que también participaba su mujer. Gotti se llevó la palma en los Razzie con seis candidaturas: peor película, peor actor (John Travolta), peor actriz de reparto (Kelly Preston), peor dúo (Travolta y Preston), peor director (Kevin Connolly) y peor guión (Leo Rossi y Lem Dobbs). La p lícula llegó a ser calificada como la peor de la década y todos se rieron de la caracterización de Travolta.
A Travolta le llevó algunos años asumir su condición de hombre calvo. El primer gesto de aceptación lo tuvo el 7 de enero del 2019, cuando a Kelly ya le habán diagnosticado el cáncer, entonces su marido publicó una fotografía en su cuenta de Instagram para dar la bienvenida al nuevo año brindando junto a su hija Ella y sin un pelo en la cabeza. Él dice que su buen amigo el cantante Armando Pérez, conocido como Pitbull, le animo a mostrarse tal cual es.
Desde la muerte de su esposa, el intérprete se dedica por completo a sus dos hijos: Ella (21), y Benjamin (11). Sus últimos trabajos han sido las películas Trading paint y The fanatic, ambas del 2019, y la serie Die Hart (2020). En posproducción se encuentra Paradise City, filme en el que vuelve a compartir cartel con Bruce Willis, recientemente retirado del cine por un trastorno de afasia.