Tras conocerse que finamente Ana Soria (21), pareja actual de Enrique Ponce (49), ha trasladado su expediente para finalizar sus estudios de derecho desde Granada a Almería, donde ahora reside junto al torero, se ha conocido otra emocionante noticia para el futuro profesional de la andaluza, que según gotea ahora esta información es mucho más prometedor de lo que se había dibujado hasta el momento.
Tal y como avanza el medio Eurotoro, Soria realizará las prácticas profesionales universitarias durante el próximo verano en el despacho Ilocad, que dirige el exjuez Baltasar Garzón, quien es el padrino de Ana desde su bautizo en 1999. El bufete de abogados está situado en Madrid, pero, en este momento en que el teletrabajo prolifera, no es seguro que la joven se traslade por unos meses a la capital y podría hacer solo visitas eventuales.
Ana Soria podría estar preparándose para la oposición a la Fiscalía
Lo que si desliza el portal taurino es que "es muy posible que para no interferir en las ferias y la preparación de Enrique Ponce este verano, ella se dedique a profundizar en el mundo del derecho en el bufete de Garzón". La novia del torero es "mucho más seria y profunda que la imagen que los medios quieren dar de ella" y “no descarta" estudiar en su día la oposición a la Fiscalía bajo la directriz de Garzón y su pareja, Dolores Delgado, la actual fiscal general del Estado”, afirma el citado medio.
Federico Soria, el padre de Ana y un conocido abogado mercantilista andaluz, es muy amigo desde la década de los 80 del exjuez, al que conoció en la esfera del derecho.
Nueva vida para Ana
La vida de Ana ha cambiado de rumbo desde hace unos meses a esta parte. Tras la noticia de su relación con el torero, que en ese momento acababa de anunciar su separación de Paloma Cuevas, se convirtieron en la pareja del verano. Más tarde se supo que renunció a su beca Erasmus en Polonia y decidió trasladar su expediente a Almería, donde ahora reside junto a Enrique Ponce.
La pareja alquiló su primer nidito de amor, un ático almeriense en una de las zonas más de moda. El mayor atractivo del apartamento es que tiene unas impresionantes vistas al mar desde un noveno de altura. El piso, de más de 100 m², es el primer hogar de la joven tras abandonar la casa de sus padres.