Toñi Moreno habla de su complicado sueño de ser madre:“Tuve dos abortos”

Toñi Moreno cumplió su sueño de ser madre a la edad de 46 años. Tras vivir los primeros meses de vida de su pequeña Lola, con un confinamiento incluido, ha querido contar su historia publicando un libro. En su paso por Sábado deluxe , explicó que es un proceso complicado ya que sufrió dos abortos antes de conseguirlo.

Precisamente el encierro obligado por la pandemia le sirvió para comenzar a escribir, y quiso aprovechar el tiempo en contar a otras mujeres lo que ha vivido. Según ella, no se cuenta todo lo que realmente ocurre cuando llega un embarazo. “Hay mucho tabú en reconocer la parte negativa de la maternidad”, aseguraba.

Uno de esos temas tabú que trata en su recién estrenado libro es la depresión posparto, algo que vivió en primera persona: “Para mí fue muy dura la primera semana, no podía parar de llorar hasta que me dijo mi ginecóloga esto es hormonal es normal, dormí cuatro noches todas mis horas y me recuperé”.

Pero Toñi quiere dejar claro que es algo relativamente normal, debido a los cambios que ha sufrido su vida por completo: “Yo sigo pasándolo muy mal, mi cuerpo no ha vuelto a ser el de antes”. Uno de los detalles que quiso contar con su habitual naturalidad, fue sobre sus pechos: “Mis pechos eran espectaculares y ahora me llegan por las rodillas”.

El no tener una pareja con la que compartir las nuevas responsabilidades y la inestabilidad de su trabajo en el mundo de la televisión, provocaron que estuviese a punto de tirar la toalla. “He sufrido mucho para quedarme embarazada, lo intenté muchas veces. Tuve dos abortos que los cuento en el libro, pero sabía que podrían formar parte del proceso”, confesaba.

Aunque como dejó muy claro en Sábado deluxe, Lola ha sido una gran alegría, parece que no quiere ser madre por segunda vez: “Nunca he sido una persona deportista. Me quedé embarazada a los 46 años sin musculatura ninguna. Mi embarazo fue mal, tuve un embarazo malo y todavía lo estoy pasando muy mal, pero compensa”.

Aunque la entrevista fue bastante cordial, ya que se trataba de promocionar su libro, hubo un detalle que parece que no gustó a la invitada. Su cara cambió por completo cuando en el programa le recordaron el momento en el que Rosana, con la que siempre se rumoreó que tuvo más que una amistad, cantaba junto a ella la canción que servía de sintonía de Viva la vida. Su rostro era un auténtico poema.