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El Colegio de Abogados de Madrid estudia qué hacer con Alfonso Merlos tras su escándalo sexual

Los datos de su imperio

El periodista está cobrando 120.000 euros por llevar la comunicación de la entidad

‘Sálvame’ destapa una relación secreta de Marta López

Además de periodista y tertuliano, es reclamo de las mejores marcas.

Paco Cecilio/Mediaset/Luthier

El periodista Alfonso Merlos ha edificado un pequeño imperio desde Murcia, donde tiene dadas de alta hasta tres sociedades. Sin embargo, puede pagar muy cara su nueva dimensión pública: el consejo de gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) se reúne hoy lunes para decidir cómo abordar que su director de comunicación sea el protagonista masculino del Merlos Place , tal como avanza Confilegal.

Particularmente cuando le está costando 120.000 euros anuales (IVA aparte), con otros 30.000 como prima de estreno, abonados en 2018. Su contrato fue firmado el 5 de marzo de ese año pero con efectos desde el 2 de febrero.

El ‘caso Merlos’ salta a la prensa internacional: The New York Post se ha hecho eco.

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Explotando su carisma

Es periodista, tertuliano, católico practicante e imagen de al menos dos firmas: una, de café y la otra, de camisas y americanas

No es la única fuente de ingresos del prolífico periodista: licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y habitual de platós y debates –últimamente siempre en Mediaset–, es también doctor en Derecho Internacional Público e imagen de al menos dos firmas, la textil Paco Cecilio y la cafetera Luthier, complemento extra a su trabajo en televisión.

Además de periodista, tertuliano, modelo y cafetero, Alfonso Merlos es católico practicante y caballero de la Encomienda de Montiel de la Orden de Santiago, según desvelaba el programa Sábado Deluxe. “La integridad y la honestidad son los dos valores que me definen”, explicaba el ubicuo hombre del traje. Sin embargo, donde Merlos se habría forjado realmente como el triunfador que ve reflejado en el espejo es el campo de fútbol.

'Sábado Deluxe': Marta López ha asegurado que no le da miedo Alfonso Merlos y que le reta a que diga lo que quiera de ella

Mediaset

El hombre de los tres yoes

“Yo soy periodista porque no pude ser Cristiano Ronaldo. Yo jugué en el Real Murcia, en las categorías infantiles, cadetes y juveniles; si yo hubiese sido jugador del Real Madrid probablemente con 37 años estaría ya retirado”, explicaba muy ufano a una tele local

¿Qué habría ocurrido de no haberse cruzado el periodismo en su vida? Esto respondía a una televisión local: “Yo soy periodista porque no pude ser Cristiano Ronaldo. Yo jugué en el Real Murcia, en las categorías infantiles, cadetes y juveniles; si yo hubiese sido jugador del Real Madrid probablemente con 37 años estaría ya retirado”. Hasta tres yoes en una oración que se hubiese resuelto perfectamente con uno, definen la personalidad de Alfonso Merlos.

Jorge Javier y Marta López van al encuentro de Alfonso Merlos en el plató de 'TEM'

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Facturando fuerte

La sociedad unipersonal Trocadero es la joya de su corona: en solo un año, de 2017 a 2018, incrementó el valor neto de su volumen de negocios un 159,66 %

No le van mal las cosas al protagonista de Merlos Place. Natural de Molina de Segura (Murcia) su pequeño imperio comenzó a ser edificado en la capital de la región: en 2011 fundó la sociedad Trocadero Comunicación SL, a quien el ICAM tiene encomendada su política de prensa.

La sociedad unipersonal Trocadero (él es el presidente, CEO y empleado) es la joya de su corona: en solo un año, de 2017 a 2018, incrementó el valor neto de su volumen de negocios un 159,66 % al pasar de 51 mil euros a 132.530 euros al cierre del ejercicio.

También en Murcia nacen Elaine Dreams SL, en marzo de 2016, y Eric Dreams SL, en febrero del año pasado. La información recabada por La Vanguardia relaciona el imperio Merlos con otras dos sociedades también murcianas: Bein Espacios Deportivos SL y Salzillo Consultoría Integral SL, cuyo capital social asciende a 24.600 euros y que comparten razón social con Trocadero Comunicación.