Isabel Pantoja: embargos, hipotecas y Cantora valorada para subasta pública

En cuanto se conoció la portada de Semana el miércoles 3 de abril, en los pasillos de Telecinco fue el tema del día. Que la cadena tenía un interés máximo en hacerse con los servicios de Isabel Pantoja, era incuestionable. Que accediese a pagar una cifra tan alta, sería negociable en función de lo que espere ingresar a cambio. Pero… ¿una artista de su talla estaría dispuesta a hacer un inciso de esta envergadura en su carrera profesional? Esa era la gran duda.

En la isla hondureña donde se rueda el concurso, los lustrosos participantes del primer programa van consumiéndose día a día por el ejercicio, el sol, la falta de alimento y la ausencia de maquillaje, peluquería y demás elementos de belleza. Los vemos en ropa de baño durante semanas y la intimidad pasa a segundo plano. El otro elemento que hacía dudar de que Isabel estuviese dispuesta a viajar a Honduras es lo fuertemente unida que está a su madre, muy anciana. No se perdonaría jamás hallarse a 8.300 km de distancia si algo le ocurriese. Y este miércoles 10, Semana remató con una portada ya incontestable.

Isabel Pantoja

Si bien se rumoreó que la compañía Universal había resuelto el contrato con ella, la realidad es otra. Continúan su colaboración. Tampoco es cierto que se haya cancelado el biopic de la productora mexicana BTF

Isabel Pantoja se incorpora a ‘Supervivientes 2019’ y al organigrama general de Telecinco, desplazando –siempre según Semana– a Mª Teresa Campos, leyenda vida de la televisión, y a quien le apetece descansar. En su vinculación a Mediaset se baraja el rodaje de un biopic autorizado que anularía el contencioso que los enfrenta con motivo de aquel anterior, Mi gitana, que no contó con la aprobación de la artista y la llevó a querellarse ante los tribunales. El negocio es redondo para todos.

En los últimos meses se han publicado informaciones diversas relativas al momento profesional de la cantante. Si bien se rumoreó que la compañía Universal había resuelto el contrato con ella, la realidad es otra. Continúan su colaboración. Tampoco es cierto que se haya cancelado el biopic de la productora mexicana BTF y por el que se embolsaría alrededor de un millón y medio de euros en pagos fraccionados. “Estamos en la fase de escritura de guiones”, corroboraba recientemente el coproductor Oriol Uría, CEO de Garage Films, al programa ‘Cazamariposas’ (Divinity).

El empresario ensalzaba en su intervención la figura de Agustín Pantoja, hermano y representante de la artista. “Isabel está en este momento supercentrada en su familia, sobre todo, en su madre, que tiene una edad muy avanzada. Está en una fase de recogimiento y muy cercana a los suyos”. Ahora bien, aunque ese proyecto sigue en pie y su vinculación a Universal goza de buena salud, la artista no trabaja. Firmó para 20 conciertos, ha realizado 11 y ha transcurrido más de un año del último.

Su piso de Sevilla, en el barrio de Los Remedios, está doblemente embargado y también consta sobre él dos hipotecas. Se trata de un inmueble irrecuperable. El cortijo La Cantora, en Cádiz, no sale mucho mejor parado

En la actualidad, todo su patrimonio está a disposición de Hacienda y de la responsabilidad derivada de la condena por el caso Blanqueo. Isabel solo tiene deudas. La Cantora, el cortijo de Medina Sidonia (Cádiz) que Paquirri legó a medias a su viuda y tercer hijo, Kiko Rivera, está fuertemente hipotecado. Pantomar SL, la más veterana sociedad de la artista, se constituyó como prestataria de una hipoteca sobre La Cantora suscrita por ella y Kiko Rivera con Cajasur de 2.700.000 euros en 2002 para un plazo de 20 años. Hasta ahí, lo usual. A partir de aquí, los problemas crecen.

Según la investigación llevaba a término por La Vanguardia, sobre La Cantora pesan tres tipos de cargas, las que afectan a la totalidad de la finca y a cada uno de los dos propietarios, Isabel y Kiko. La Agencia Tributaria aceptó el cortijo en prenda como acreedor hipotecario por un valor global de 1.100.000 euros (758.620 euros de principal y el resto, recargo e intereses). Así, la tasación para subasta está establecida en 4.348.404 euros. El plazo para que madre e hijo salden su deuda finaliza el 16 de marzo de 2020. Si Hacienda no cobra, Cantora será subastada.

Isabel es propietaria de la finca al 52,40 % y sobre ese porcentaje hay anotación preventiva de embargo de 282.346 euros, cifra que ha subido a 338.816 euros entre recargo e intereses desde noviembre de 2018. Kiko es propietario del 47,60 %. Sobre ese porcentaje existen dos embargos, uno a favor de la Tesorería General de la Seguridad Social de 9.089 euros y que se remonta a abril de 2017 y otro, a favor de la Agencia Tributaria de 58.555 euros, según anotación reciente, de noviembre pasado. Intentar revertir la deuda que sobre Cantora pesa sería una de las razones por las que Kiko Rivera y su esposa, Irene Rosales, habrían accedido a participar en el reality ‘GH Dúo’ a cambio de una fuerte suma.

La única otra propiedad que le queda a Isabel Pantoja, al margen de la mitad de Cantora, es un piso en Sevilla: ubicado en la calle Flota de Indias –antigua avenida Ramón de Carranza del caro barrio de los Los Remedios–, consta de 213 m2 y dos anotaciones de embargo. La primera, a favor de la Agencia Tributaria, se eleva a 1.800.000 euros, entre el principal y el recargo de apremio. La segunda es a favor del Banco Santander y está ordenada por un juzgado de Madrid hasta la cantidad de 161.581 euros entre principal y costas. Por si fuesen pocas cargas, existen dos hipotecas sobre el inmueble: una responde a la cantidad de 73.000 euros y la otra, a 462.974 euros. El valor de subasta del piso es de medio millón de euros.

¿Por qué no poner las propiedades a la venta y saldar las deudas de una vez? Normalmente, cuando esto ocurre, se debe a una estrategia judicial del deudor, que mientras existe el contencioso con Hacienda, alberga la esperanza de poder recuperar su patrimonio, aunque ese proceso conlleve que los intereses no dejen de crecer. Hemos consultado con Carlos Cruzado, presidente del sindicato de técnicos de Hacienda (GESTHA) para que nos ayude a arrojar luz sobre un asunto abstruso para el ciudadano medio. “Los plazos que figuran en las anotaciones registrales son independientes del proceso de cobro de deudas, bien esté en fase ejecutiva, en embargo judicial… El momento lo determina el proceso que se esté instruyendo. Perfectamente puede suceder que un ciudadano haya satisfecho su deuda y el Registro no lo recoja todavía o al revés, que haya perdido ya ese bien en garantía. Es imprescindible conocer al detalle el proceso judicial por el que esos bienes están embargados o garantizados mediante hipoteca”.

Es decir, si bien no podemos asegurar una fecha concreta, el riesgo de que sus dos propiedades salgan a subasta pública es muy cierto. Que existan anotaciones de noviembre y diciembre de 2018 son un indicio de que las deudas continúan en pie.

Desde 1997 hasta 2012, Pantoja ha dado de alta seis sociedades distintas aunque en la actualidad ninguna de ellas presenta actividad

El 30 de junio de 2011 Isabel dio de alta la sociedad Rocío del Cielo, con sede en Madrid y cuyo objeto social son las actividades de grabación de sonido, edición musical, entrevistas y reportajes, esto es, el cobro de exclusivas, una de sus más efectivas y regulares fórmulas de ingresos. La sociedad solo presentó cuentas relativas a sus primeros seis meses de vida y por entonces registraba beneficios de 464.285 euros. A causa de los problemas que la tonadillera arrastra con el fisco, su SL fue citada el pasado mes de noviembre por la Agencia Tributaria para el trámite de señalamiento de bienes, es decir, el primer paso del embargo. Pantoja sigue debiendo y necesitando dinero. Ocho meses después, en febrero de 2012, el mismo despacho de Madrid acogía una nueva sociedad, Producciones Artísticas Isabel Pantoja SL, que no ha presentado cuentas anuales ni ofrece mucho vigor en cuanto a movimientos contables.

El 29 de enero de 1999 fue el día más activo en la historia societaria de Isabel Pantoja, pues dio de alta tres SL distintas. Todas están inactivas en la actualidad. La primera es Panriver 56, acrónimo de su apellido y el de su hijo (Pantoja + Rivera) más el año de su nacimiento. Localizada en el mismo piso de Madrid que las anteriores –un despacho familiar de consultoría legal– su objeto social es la explotación de cafeterías, bares, restaurantes y tablaos. Leen bien. La tonadillera inició y terminó su breve carrera en la hostelería con el restaurante La Cantora, en Fuengirola (Málaga), a cuya inauguración asistieron José Manuel Parada, Charo Reina, María José Santiago y Nieves Herrero. Desconocemos su relación con la presentadora, pero no se habla con ninguno de los otros tres. Ni la baza de incluir en la carta el ‘pollo a la Pantoja’ o la asesoría de su pareja por entonces, Diego Gómez, fueron suficiente para atraer al público y el restaurante cerró sus puertas en 2005.

La tonadillera inició y terminó su breve carrera en la hostelería con el restaurante La Cantora, en Fuengirola (Málaga), a cuya inauguración asistieron José Manuel Parada, Charo Reina, María José Santiago y Nieves Herrero. Desconocemos su relación con la presentadora, pero no se habla con ninguno de los otros tres

En el mismo piso de Madrid domicilió Franbel Artis y en Málaga, Belfran Artis. Nótese que las sílabas de sendas denominaciones sociales son las mismas alteradas en su orden y que corresponden a Francisco, nombre de su hijo y del torero fallecido que fue su marido, y a Maribel, como es conocida entre sus allegados. Mientras Belfran –que constituyó junto con su representante, María Navarro, con objeto de promover y gestionar conciertos y espectáculos– la ha ido dejando morir año tras año y hoy no presenta actividad alguna, a Franbel decidió darle un nuevo aire modificando su objeto social a la compraventa, importación y distribución de productos textiles. Sin embargo, tampoco presenta actividad comercial. Su sociedad más antigua es Pantomar SL, en la que figura como administradora única desde 1997 y que se remonta a la SA homónima de 1994. En ella aún figura María Navarro, su antigua representante, como apoderada. La sociedad ha languidecido como la propia amistad entre ambas.