Lleida busca un futuro para el Palau de Vidre
urbanismo
En la recta final del mandato, la Paeria ha impulsado un debate participativo con la colaboración del Colegio de Arquitectos para buscar ideas con las que definir nuevos usos para un espacio de gran trascendencia ciudadana en los últimos cincuenta años, el Palau de Vidre, en el recinto del parque de los Camps Elisis. Después de dos talleres abiertos a la participación, a la que se apuntaron 25 ciudadanos, se ha abierto una segunda fase con la exposición pública de hasta diez proyectos arquitectónicos, que desarrollan diferentes ideas que servirán como base para la redacción de un nuevo plan que garantice y potencie su uso público.
El Palau de Vidre se construyó a mediados de los años 60 impulsado por el alcalde Francisco Pons, en base a un proyecto del arquitecto Josep Maria Cots Massana. Es una enorme estructura de hormigón cerrado con amplios ventanales de cristal, una planta baja por debajo del nivel de la calzada y un piso superior en el que se encuentra el salón de actos y las oficinas de la Fira de Lleida. El edificio se adscribe a la corriente arquitectónica denominada brutalismo, que se caracteriza por el uso del hormigón y el vidrio, y se alza en el mismo lugar en el que se encontraba un lago con cisnes construido para complementar los jardines del parque a mediados de los años cuarenta.
En el Palau de Vidre se han desarrollado numerosos actos institucionales ligados a la actividad ferial, exposiciones, festivales musicales, competiciones deportivas, mítines políticos y desde hace dos años, también se usa como mezquita pues acoge todos los viernes las plegarias de la comunidad musulmana.
El Palau de Vidre necesita una reforma ante la degradación evidente de la estructura y como elemento a tener en cuenta ante la reforma y ampliación de los Camps Elisis y el futuro traslado del recinto ferial a los terrenos de la antigua hípica. El alcalde, Fèlix Larrosa, se muestra “convencido de que las propuestas presentadas tendrán un alto nivel y fomentarán un interesante debate sobre el futuro de este equipamiento municipal”. “Ha llegado el momento de hablar abiertamente sobre el futuro del Palau de Vidre y construir un nuevo relato para este edificio y su entorno, después de escuchar qué quieren hacer los ciudadanos”, afirma.
Los diez proyectos presentados tienen en común la necesidad de preservar el edificio, aunque algunas incluyan la recuperación en parte de un pequeño estanque. Algunos proponen despojar de vidrio a la estructura para resaltar su carácter geométrico pero todas las propuestas entienden que el edificio ha de servir para uso y disfrute de la ciudadanía, desde superficies comerciales, vivero de empresas, centro de ocio, de restaurantes, espacio polideportivo o la que propone convertir el espacio en un Palau de l’Agricultura que mostraría la potencia y diversidad de la realidad agroalimentaria de Lleida.