El BCE recorta tipos un cuarto de punto a la espera del efecto de las políticas de Trump

Reunión de política monetaria

El banco central rebaja sus previsiones de crecimiento para este año: los analistas pronostican más descensos del precio del dinero

18 July 2024, Hesse, Frankfurt/Main: President of the European Central Bank (ECB) Christine Lagarde attends a press conference at the ECB headquarters. Photo: Arne Dedert/dpa

La presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde  Photo: Arne Dedert/dpa

Arne Dedert/dpa / Europa Press

Al final Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) no se ha atrevido. La entidad redujo los tipos de interés de 25 puntos básicos y no 50, como algunos empezaban a pronosticar en las últimas horas.  La tasa de facilidad de depósito se sitúa ahora en el 3%. El pasado mes de junio estaba en el 4%, su máximo histórico. Es la cuarta reducción que tiene lugar este año. Un recorte demasiado brusco habría corrido el riesgo de alarmar a los mercados y el banco con sede en Frankfurt ha optado por un enfoque más gradual, para no quemar todos los cartuchos antes de tiempo en caso en que la situación económica empeorara todavía más. 

Algo que todavía no se puede descartar. “Los expertos del Eurosistema prevén ahora una recuperación económica más lenta que en las proyecciones de septiembre. Aunque el crecimiento repuntó en el tercer trimestre de este año, los indicadores de opinión apuntan a que se ha ralentizado en este trimestre. En conjunto, se prevé un crecimiento de la economía del 0,7 % en 2024”, apuntaba en la nota el BCE.  Rebajar el precio del dinero supone un balón de oxígeno. Pero incluso después de este recorte de tipos, en la botella todavía queda reserva si la respiración pasara a ser dificultosa. 

De alguna manera, Lagarde esperará ver cuándo y cómo las políticas arancelarias anunciadas por Donald Trump despliegarán sus efectos antes de volver a usar las tijeras. Especialmente cuando los dos motores de la eurozona, Alemania y Francia, no parecen estar pasando por sus mejores momentos, entre una crisis industrial, debilidad política y redefinición de su modelo de desarrollo ante las tensiones geopolíticas y la transición energética. Casi diríamos que estamos ante un recorte de tipos preventivo, para que la eurozona llegue preparada ante el anunciado aumento de tarifas del 20% a los productos exportados desde Europa hacia EE.UU.

El día había empezado con la decisión del Banco de Suiza de rebajar los tipos medio punto. Un gesto y un mensaje más bien agresivo, con la clara intención de sostener la economía. Algunos analistas (como JP Morgan)  se preguntaron si el BCE podría sumarse a la fiesta, pero al final no ha sido así. El PIB de la eurozona se elevó al 0,4% en el tercer trimestre de 2024, más que en los dos anteriores. El consumo de los hogares y la inversión han sido los factores principales de este repunte. Pisar demasiado el acelerador con una rebajada abrupta de tipos hubiera sido excesivo, en estas circunstacias. 

El banco recuerda que las condiciones siguen siendo restrictivas: hay margen para bajar

En su comunicado, el BCE recuerda que prevé una inflación general promedio del 2,4% en 2024, 2,1% en 2025, 1,9% en 2026 y 2,1% en 2027. Es decir, que estamos en niveles muy próximos al objetivo del 2%. Pero, en los niveles actuales, las condiciones de financiación “siguen siendo restrictivas porque los aumentos anteriores de las tasas de interés todavía se están transmitiendo al volumen de crédito pendiente”. Es decir, que hay margen para bajar y llegar a un nivel neutral. 

Desde Carmignac, pronostican que para el verano el precio del dinero podría llegar al 1,75%-1,5%, unos tipos de interés considerados neutrales, para el verano. “Seguimos creyendo que un recorte de 50 puntos básicos es poco probable por ahora, dada la sorpresa al alza en el crecimiento durante el tercer trimestre, y que es demasiado pronto para tener en cuenta la incertidumbre en torno a los efectos adversos de las políticas de Trump”, afirma Kevin Thozet. 

La senda de la bajada de la inflación no parece en discusión ahora mismo. "Puede que finalmente sea necesario situar los tipos de interés oficiales por debajo del nivel neutral si las perspectivas siguen siendo decepcionantes”, señalaba incluso el equipo liderado por Rubén Segura Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa. Buenas noticias para quién tiene que pagar la hipoteca. 

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