Catalunya ha sido, dentro de las cuatro comunidades autónomas más pujantes de España, la que más ha retrocedido entre 2013 y 2022 en términos de competitividad y la única de ellas que queda ahora por debajo de la media europea. Estas conclusiones forman parte de un informe del Consejo General de Economistas (CGE) presentado este martes, en el que se analizan los años que van de la crisis económica a la pospandemia.
El estudio aporta una visión autonómica de esta tendencia, pero no profundiza en las causas que la explican en cada región. Sí destaca la fuerte correlación entre el tamaño de las empresas y la productividad. “La mayor implantación de las grandes empresas propicia mayores valores de productividad agregados”, afirma.
En el año 2013, las únicas cuatro comunidades autónomas que batían la media europea eran Euskadi (109 puntos sobre 100, que es la referencia comunitaria), Madrid (105), Navarra (102) y Catalunya (100,4). Sin embargo, una década después, en el 2022, todas ellas habían retrocedido en términos relativos, aunque Catalunya la que más. Euskadi marca 106 puntos; Navarra, 100,6; Madrid, 100, y Catalunya, 92,8.
Estas comunidades autónomas conforman el grupo de cabeza a nivel nacional. Por contra, los peores registros en términos de productividad son los de Murcia, Extremadura, Canarias, Andalucía y Melilla. Y la mejor progresión relativa con respecto al resto de comunidades autónomas es de la Baleares, Cantabria y Galicia. El CGE ha elaborado su informe con datos de Eurostat y del INE.
“La productividad explica hasta el 89% de la desigualdad interterritorial”
“La productividad juega un papel fundamental en el crecimiento de las economías”, ha asegurado el presidente del CGE, Valentín Pich. Está muy asociada además a la desigualdad, hasta el punto de que, según el informe y conforme a los índices de Theil,“las diferencias interregionales de productividad explican entre el 75% y 89% de las desigualdades de renta por habitante observadas en España”.
Por este motivo, el informe considera que “la estrategia de política regional debería dirigirse hacia aquellos factores que pueden aumentar la productividad de las regiones atrasadas”, de modo que debería intensificarse la “localización de proyectos industriales en las regiones atrasadas”. Salvo las comunidades autónomas antes mencionadas y La Rioja, el resto se encuentra por debajo de la media nacional.
España retrocede en términos relativos
La evolución general de las comunidades autónomas en España no ha sido buena durante la década, de forma que el avance conjunto del país ha quedado en apenas un 0,4% anual, lo que le convierte en el quinto de la UE con peor desempeño en este ámbito.
“Estamos retrocediendo posiciones relativas en cuanto a nuestros socios comunitarios” y “no somos capaces de generar incrementos sustanciales de productividad en el largo plazo”, ha avisado José Carlos Sánchez de la Vega, director del estudio.
“Mejorar los niveles de productividad es una apremiante necesidad para no quedar rezagados tanto de las tradicionales potencias económicas mundiales como de las nuevas economías que emergen con fuerza en el panorama internacional”, ha afirmado Pich.