Hacienda ha conseguido salvar prácticamente en el tiempo de descuento una reforma fiscal que aumentará la recaudación en unos 10.500 millones al año. Algo han cambiado los paquetes que ha ido pactando el PSOE con Junts y PNV, en primer lugar, y con Sumar, más tarde. El proyecto de ley que sale hoy del Congreso de los Diputados contiene medidas impositivas que gravan, principalmente, a las grandes empresas, las rentas más altas y que también tendrán algún impacto en el bolsillo de algunos contribuyentes. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha dado las gracias a los socios de investidura que han aprobado la ley y ha asegurado que “los ciudadanos nos lo agradecerán”.
Uno de los impuestos más importantes que ha aprobado hoy la cámara baja es el de la banca, que grava el margen de intereses y comisiones. No es un gravamen extraordinario como el que ha estado en vigor durante este año y el pasado, y que ha recaudado 1.700 millones en el 2024. Se trata de un impuesto durante tres años que endurece la factura fiscal para las entidades financieras con más negocio en España. Hacienda ha logrado aprobar un nuevo tipo máximo del 7%, que afectaría a CaixaBank, Santander y BBVA. Sabadell ingresó 4.600 millones en el 2023 en España entre margen de intereses y comisiones, por lo que se le aplicaría el tipo del 6%. Además, se elimina la deducción en el impuesto de sociedades que contemplaba la propuesta inicial. La recaudación de este impuesto se repartirá entre las comunidades autónomas de régimen común en función de su PIB y País Vasco y Navarra podrán concentarlo.
Las vicepresidentas primera y segunda, María Jesus Montero y Yolanda Díaz, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños
Una de las medidas más importantes para la Agencia Tributaria que hoy se ha convalidado es la reversión de las medidas que puso en marcha el Ministerio de Hacienda, la mayoría durante el mandato de Cristóbal Montoro, y que han sido tumbadas por sentencias judiciales desfavorables. La consecuencia es que la Agencia Tributaria ha tenido que hacer frente a devoluciones fiscales millonarias a grandes empresas (la mayoría del Ibex 35) y particulares (como los mutualistas). Hacienda cifra en 5.000 millones al año el coste de estas sentencias. La reforma fiscal aprobada hoy intenta recuperar parte de esas devoluciones con ajustes en el impuesto de sociedades.
El Gobierno también ha salvado hoy el que era el esqueleto de la reforma fiscal: la trasposición de la directiva para implantar en España un impuesto mínimo del 15% de sociedades. La medida, según cálculos de Hacienda, reportará ingresos por unos 2.600 millones por ejercicio. El Ejecutivo se garantiza así poder aspirar al quinto pago de los fondos europeos, con 7.200 millones en juego, y se libra de una sanción de Bruselas. Este tributo se concertará con las haciendas forales vascas y navarra.
Hacienda también ha convalidado una enmienda que busca atajar el fraude detectado en el IVA de los hidrocarburos, reclamación recurrente de las empresas afectadas por esta irregularidad, como Repsol. Fue el PNV quien defendió esta medida. El cálculo del sector es que las arcas públicas ingresarán 1.500 millones más al año.
Lee tambiénEl Gobierno salva in extremis la reforma fiscal con Podemos a cambio de negociar el impuesto a las energéticas
Junts ha destacado hoy que su paquete fiscal negociado con Hacienda ha salido adelante. En él se contiene una rebaja del impuesto de sociedades para las pymes que restará 700 millones a los ingresos en el 2025. El grupo catalán también ha conseguido rebajar la carga impositiva a las entidades deportivas sin ánimo de lucro.
También han superado el trámite la subida del tipo fiscal al tabaco y el nuevo impuesto a los vapeadores, que podrían generar ingresos extra de unos 350 millones al año, según las estimaciones del sector. Y, por último, la subida del IRPF a las rentas del capital más elevadas reportaría 220 millones más de recaudación cada año, según la Airef.
Podemos ha planteado al PSOE negociar la subida del diésel en la proposición de ley donde se abordará el impuesto energético
El Gobierno se muestra satisfecho con el resultado de la reforma fiscal pero se ha dejado medidas por el camino. La más importante es la equiparación del impuesto del diésel con el de la gasolina, que supondría una subida fiscal para los conductores de este tipo de vehículos, y que pretendía recaudar 1.000 millones al año. La enmienda no ha salido adelante por el voto negativo de Podemos, que se ha negado a apoyar un paquete que planteaba el PSOE y que se han votado en bloque. Entre ellas, mezcladas con el diésel, se encontraba la propuesta para explorar que las socimis pudieran invertir en vivienda asequible para aumentar el parque habitacional. No obstante, Podemos ha planteado al PSOE negociar la subida del diésel en la proposición de ley donde se abordará el impuesto energético, para que el resto de socios de investidura se posicionen también.
Del paquete fiscal pactado entre PSOE y Sumar también se han caído en la votación otras medidas importantes. En primer lugar, ha sido rechazada la propuesta para reformar la fiscalidad de las socimis, planteamiento que había provocado la amenaza de Merlin y Colonial de abandonar España. Tampoco ha superado el trámite parlamentario la subida impositiva a las mutuas de seguros y la exigencia de un 21% de IVA a los pisos turísticos. El impuesto al lujo, que gravaría yates o coches de alta gama, tampoco ha conseguido ser aprobado.
