La llegada de Trump abre las puertas a una nueva era para el bitcoin

El impacto de las criptomonedas

La menor regulación y el apoyo de la mayor economía del planeta impulsan el sector

(FILES) Former President and 2024 Republican presidential candidate Donald Trump gives a keynote speech on the third day of the Bitcoin 2024 conference at Music City Center July 27, 2024 in Nashville, Tennessee. Trump's triumphant return to the White House signals a potential golden era for cryptocurrencies, whose influential backers heavily supported his presidential bid. After years of ascendancy following bitcoin's emergence, the cryptocurrency industry had fallen into a

Trump se lanzó a los brazos del sector y prometió liderar la economía cripto en una conferencia el pasado julio, en Tennessee

Jon Cherry / AFP

El desembarco de Donald Trump y los suyos en la Casa Blanca promete sentar las bases para un auge de la industria cripto, con menor regulación, más libertad para generar negocio y la posibilidad de que la mayor economía del planeta acumule reservas en divisas digitales. El bitcoin, la más valiosa y consolidada, apunta a gran beneficiada. Los récords recientes, llegando a tocar los 93.000 dólares tras repuntar más del 30% desde las elecciones, descuentan este horizonte. Un futuro en el que falta concretar medidas y desplegarlas.

Trump es un converso. “El bitcoin parece una estafa. No me gusta, compite contra el dólar. Quiero que el dólar sea la divisa del mundo”, lanzaba a mediados del 2021. Antes, en su primer mandato, dijo que facilitaba el tráfico de drogas y que no tenía valor. Eso queda atrás: en sus intervenciones este año dibuja la idea de un EE.UU. líder mundial en el sector y capital global del bitcoin. En campaña se abrazó a la industria. El cambio lo trae su desconfianza en instituciones tradicionales, la defensa de la libertad individual –controlar cada uno su dinero– o el apoyo a la innovación y el crecimiento, señala un informe de Mirabaud.

También es hora de pagar favores: el sector destinó más de 100 millones de dólares a apoyar a candidatos en las elecciones, con Trump beneficiado. Con la entrada de funcionarios, congresistas y senadores más proclives a las cripto, se ve el camino despejado. De una regulación que frenaba a una que acelere. “Cuando asuma la presidencia acabará la cruzada anticripto de Biden y Kamala”, señaló Trump. El candidato ha ido de la mano de Elon Musk, firme defensor de las cripto que llevó a Tesla a comprar y mantener un tiempo 1.500 millones en bitcoins.

La premisa es desregular y facilitar la vida al sistema, lo que alumbra más negocio y dinero e infla precios y previsiones. De cristalizar, se prevé un cambio de paradigma. “La victoria de Trump marca un antes y un después. No había habido una potencia como EE.UU. que diga de forma tan pública y abierta que apoyará el desarrollo y la tecnología de bitcoin y los criptoactivos, al sector le conviene”, plantea Javier Pastor, de la plataforma Bit2Me. La pregunta es qué es desregular. Trump ha insinuado medidas sin concretar. “Veremos el recorrido y alcance que tiene. Podríamos ir hacia una transición de un bitcoin en mano de individuos a uno en mano de gobiernos, corporaciones y fondos”, añade Pastor.

Su desregulación favorece la inversión, pero eleva el riesgo de fraudes, manipulación y volatilidad

El sector anhela más facilidades para lanzar proyectos y gestionar el negocio. “Una desregulación podría servir para operar sin cumplir estrictos procesos regulatorios”, comenta David Tercero-Lucas, experto en política monetaria y monedas digitales en la Universidad Comillas-Icade. El cambio más simbólico será destituir a Gary Gensler, responsable del regulador financiero, la SEC. Con las caídas de FTX y otros fraudes, iba con pies de plomo y se le acusaba de frenar los desarrollos. Trump ha prometido echarlo el primer día de su segundo mandato para poner a un aliado del sector.

Tras ello, se intuyen facilidades para que la banca custodie criptomonedas; para crear productos de inversión vinculados, como nuevos ETF, o para lanzar plataformas de compra y venta. También para impulsar el minado, el proceso de emisión de bitcoins y de verificación de transacciones.

Con potentes máquinas y cálculos, requiere cantidades ingentes de energía. Siempre con polémica, la red gasta tanto como Polonia, país con 37 millones de habitantes. Y el gasto sube. La agenda energética de Trump desoye alarmas o críticas a la contaminación: que los mineros lo aprovechen. Se quiere que EE.UU. “sea la capital cripto del planeta y superpotencia del bitcoin del mundo. Si define el futuro, quiero que sea minado, acuñado y hecho en EE.UU. Que sea la nación que marque el camino”, lanzaba Trump en julio. “El renovado espíritu de una agenda proinnovación en EE.UU. podría acelerar la trayectoria a largo plazo del bitcoin”, dice Thomas Perfumo, de la plataforma Kraken. Mientras, el precio del bitcoin y las cotizadas del sector se dispara.

Al apostar por la laxitud, puede abrirse una brecha con Europa. En la UE en el 2025 avanzará la ley MiCA, de regulación del mercado cripto. “Da más seguridad a los actores que ya están, pero dificulta la entrada de nuevos. Si quieres emprender, lanzar proyectos, en EE.UU. podría ser más fácil”, valora Pastor. La inversión y la innovación florecerán, pero podría traer más riesgo. “Desregular, si no conlleva una supervisión efectiva, podría incrementar el fraude, la manipulación y la volatilidad, afectando a la estabilidad financiera”, avisa Tercero-Lucas. Lo que realmente podría disparar el valor es que Washington acumule reservas en bitcoins, cosa insinuada. Una posibilidad más complicada, pese a que no es nueva, es la comparación con el oro. “La evidencia señala que actúa más como un producto de renta variable que como activo refugio. No creo que sea óptimo”, recela Tercero-Lucas, sobre todo con el comportamiento con la rebaja o subida de tipos. “La capitalización del bitcoin –unos 1,8 billones de dólares– supera ya a la de la plata. El oro vale unos 17 billones. En los próximos diez años lo podría rebasar”, dice Pastor.

El mercado se anima previendo un futuro con más actividad, aunque no se han concretado los planes

Trump es el gran motor, pero no lo es todo. Hay más factores que apoyan el momentum. Tercero-Lucas, menciona la estrategia expansiva de la Fed, el dinamismo en el mercado de derivados y el crecimiento en los ETF de bitcoins. También la menor oferta y el fin de la presión a la baja de casos judiciales. Sin pausa, tras muchos criptoinviernos y renaceres, el mercado tira. “Con una bajada de tipos y más liquidez y déficit, activos escasos como este se benefician. Estamos en el inicio de un mercado alcista, hasta final del 2025. Viendo ciclos previos, podría llegar a 250.000 dólares en ese plazo, dependiendo de la liquidez y los eventos que se vayan confirmando”, calcula Pastor. La entrada de más institucionales o del Ejecutivo quitaría volatilidad, su punto débil. Porque las fuertes subidas suelen enlazar fuertes caídas, correcciones no descartadas ahora. Los 100.000 dólares, que se han ido resistiendo estos días, serán una cifra clave: “Es también psicológica para fondos, family offices, banca privada o institucionales. La capitalización más elevada reduce el riesgo de volatilidad y lo abre a grandes patrimonios”, dice.

Lee también

La euforia alimenta la especulación en las criptomonedas más volátiles

Luis Federico Florio
Stickers showing Bitcoin logo cryptocurrency at a cryptocurrency exchange in Barcelona, Spain, on Monday, Nov. 11, 2024. Bitcoin's value surged past $82,000 due to President-elect Donald Trump's support for digital assets and the prospect of a Congress with pro-crypto lawmakers. Photographer: Angel Garcia/Bloomberg
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...