El Estado recibe un 21% más por los dividendos de las empresas públicas
Mejora de los resultados
La recuperación de Aena tras la pandemia eleva los ingresos a 2.400 millones
La recuperación de la actividad económica tras la pandemia no solo ha elevado los ingresos fiscales del Estado, sino también los procedentes de las empresas públicas o participadas, que han mejorado sus resultados en el último ejercicio y que ya aportan casi 2.400 millones de euros al año en dividendos.
La presencia del Estado en las empresas se articula a través de la Sepi, Enaire o el propio Ministerio de Hacienda. Tiene el 51% del operador de aeropuertos Aena, el 20% del gestor de la red eléctrica Redeia, el 5% de la gasista Enagás, el 28% del grupo tecnológico y de defensa Indra, el 2,3% del de aerolíneas IAG, el 10,3% del alimentario Ebro Foods y el 4,1% del fabricante de aviones Airbus.
Por sus acciones en todas estas empresa cotizadas, ha obtenido 572 millones de euros en dividendos con cargo a los resultados del 2022, una parte de los cuales se ha repartido en el 2023. Es casi tres veces más que los 194 millones de euros ingresados el año anterior, gracias a la fuerte recuperación de Aena.
El operador español de aeropuertos sufrió con especial intensidad el golpe de la pandemia, que paralizó su actividad y que le ocasionó pérdidas de 600 millones entre 2020 y 2021. En el 2022 llegó la explosiva recuperación, con un beneficio de 901 millones y la decisión de volver a repartir dividendos tres años después. En el primer semestre de este año ha ganado 608 millones, el doble que un año antes.
Las participaciones en empresas cotizadas tienen un valor de 18.000 millones de euros
Entre el resto de participadas destaca el aumento del peso de la Sepi, hasta el 28%, en el capital de Indra, que llegó a estar más de un lustro sin repartir dividendos y a la que el Gobierno ha convertido en la punta de lanza de sus programas de defensa. Airbus también se ha recuperado con fuerza, mientras que Redeia, la antigua Red Eléctrica, y Enagás siempre han sido una fuente recurrente de ingresos. IAG ganó 430 millones el año pasado, pero no repartió dividendos.
Las participaciones del Estado en empresas cotizadas tiene un valor bursátil de más de 18.000 millones de euros. Su parte en Aena vale 10.900 millones y acumula un alza del 18% desde enero, frente a los 4.185 millones del 4,1% en Airbus, que se ha revalorizado un 13%. Otros 1.595 millones vienen de Redeia, que cae en bolsa un 10% en lo que va de año, frente a 662 millones de Indra, que sube un 24%. Las acciones en Ebro valen 260 millones, frente a 215 millones en IAG y 205 millones en Enagás.
Loterías sigue siendo la mayor fuente de recursos tras ganar 1.993 millones y Tragsa sigue elevando los ingresos
Las cotizadas son las empresas que más lucen en las participaciones estatales, pero el auténtico maná es la Selae, esto es, Loterías y Apuestas del Estado. Adscrita al Ministerio de Hacienda, ingresó 9.687 millones de euro en el 2022, un 3,5% más, y ganó 1.993 millones, un 2,4% más, de los que 1.794 millones fueron a dividendos para su accionista único.
A golpe de primitivas, décimos de lotería, quinielas y participaciones de Navidad, la Selae logró además ampliar el año pasado su red de establecimientos, hasta 4.151. Todas estas delegaciones, explica en su informe anual, son privadas.
Entre los dividendos del Estado también destacan los de la empresa Tragsa, que en apenas tres años se ha convertido en una auténtica navaja suiza para la administración. Dedicada a prestar servicios que van de la conservación de los bosques a la tramitación masiva de los ERTE durante la pandemia, la empresa ingresó el año pasado 1.313 millones. Antes de la pandemia, sus ingresos rondaban los 800 millones.