CaixaBank busca un acuerdo rápido con la plantilla tras la integración de Bankia para cerrarlo antes del 30 de junio, según fuentes sindicales. Aunque no hay convocatoria oficial, los representantes de los trabajadores esperan ser convocados a la constitución de la mesa justo después de Semana Santa.
No han trascendido aún las cifras oficiales sobre cuál es el ajuste de personal pero si se atiende al volumen de empleados en edad de ser prejubilados, los afectados podrían ser unas 7.500 personas de las 51.000 de la plantilla.
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En los últimos meses, el banco ha trabajado en la valoración de la plantilla combinada de las dos entidades. Una consultora externa ha buscado la equivalencia entre las valoraciones del personal de Bankia de los últimos cuatro años con la de la plantilla de CaixaBank. Así se podrá elaborar un listado ordenado de los trabajadores en función de sus valoraciones medias de los últimos ejercicios.
CaixaBank ha llevado a cabo también cuestionarios y evaluaciones para identificar las competencias y habilidades de cada empleado hasta el nivel de director de oficina. Fuentes consultadas explican que son mecanismos para facilitar la decisión sobre las personas más idóneas para cada puesto una vez se lleve a cabo la integración.
Plantilla
Los empleados en edad de ser prejubilados son unos 7.500 en las dos entidades
El ajuste, como sucedió en los anteriores procesos, se materializará a través de un expediente de regulación de empleo (ERE). Según el convenio colectivo de CaixaBank, cualquier proceso de ajuste colectivo debe negociarse 15 días antes de que se presente oficialmente. La legislación laboral establece que el expediente debe negociarse en un máximo de un mes. Si sucede como en otras negociaciones de ajustes laborales en CaixaBank y se prorrogan los plazos el cierre del pacto podría situarse en junio, con lo que se llevaría a cabo en el segundo trimestre tal como espera la dirección, dicen fuentes sindicales.
Obviamente la ejecución del mismo se demoraría muchos meses más si se atiende a lo sucedido en otros procesos semejantes. Los sindicatos advierten que hasta que no se lleve a cabo la integración informática prevista para noviembre no comenzarían las salidas.
Oficina de CaixaBank, en una imagen de archivo
El ajuste llevará aparejado el cierre de miles de oficinas. La nueva CaixaBank tendrá presencia física en 299 municipios en los que no existe ninguna otra sucursal de una entidad financiera competidora, si bien podrá cerrar las oficinas en las que el número de clientes se reduzca por debajo de los 400, informa Europa Press.
En paralelo al proceso de despidos, los sindicatos creen que la empresa acometerá el de ajuste de las condiciones laborales de ambas plantillas. En este caso no hay un periodo máximo de negociación. Fuentes sindicales explican que las diferencial salariales entre CaixaBank y Bankia son pequeñas, sobre todo en lo que se refiere a los empleados provenientes de la antigua Caja Madrid.
Mientras, este miércoles la operación de CaixaBank y Bankia recibió la última autorización legal por parte del ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño.