Votando

Votando

Aunque nos encontramos en Catalunya con unas elecciones que para muchos es algo imprevisto, incluso una sorpresa, pensemos que tendremos que vivir a las órdenes de quien gane. Pensemos también que tenemos una crisis económica tremenda, con un desempleo enorme, con muchas empresas que siguen cayendo, que el mejor componente que tenemos en nuestra economía es el turismo, pero este año ni en Semana Santa ni en el verano va a ser importante el turismo. Así que quien gane las elecciones se mete en un bollo increíble y hasta se lo tendríamos que agradecer.

Pero con lo que nos jugamos, vayamos a votar y, sobre todo, en estos pocos días que nos quedan, reflexionemos sobre los candidatos que van saliendo en la tele y en los periódicos. A ver quién tiene más cara de estar dispuesto a matarse trabajando para que vengan empresas extranjeras a invertir, para que las empresas que tenemos aquí en vez de estar pensando en ERTEar, prejubilar, despedir o incluso cerrar, que piensen en crecer, en contratar, en innovar (yo conozco unas cuantas que lo están haciendo).

Prácticamente sin gobierno hemos conseguido poner bajo cierto control al virus. Hemos conseguido vacunas y nos las hemos empezado a poner. No está mal todo esto y a ver si con el nuevo gobierno aceleramos el proceso de vacunarnos y tener vacunas. Que el nuevo gobierno pueda apuntarse algo en la batalla contra el virus. Prácticamente todos los países del mundo están luchando contra el virus y seguro que podríamos saber qué medidas han logrado frenar más su avance.

Pero tenemos muchos problemas más. Hay una deuda enorme y no está claro de dónde saldrá el dinero para devolverla. Pero además la esperanza de vida no para de subir y si nos jubilamos con 65 años o nos prejubilamos, con incluso 55, ¿dónde está el dinero para pagarnos pensiones durante 50 años si nos morimos más allá de los 100 (y muchos días hay esquelas de personas fallecidas con más de 100 años)? Claro que, ya lo he dicho muchas veces, ningún político aborda el tema. La solución que todos tienen en la cabeza es subir los impuestos a los empresarios y profesionales que tengan sueldos un poco más altos. A “los ricos”, como a veces los llaman. Si subimos los impuestos se reduce la capacidad de invertir y de crear nuevas empresas, con lo que entramos en una espiral de caída económica.

Una de las pocas soluciones es la reducción de los costes del gobierno. Tenemos un exceso de funcionarios a nivel nacional, a nivel de las comunidades, ayuntamientos, diputaciones. Sería interesante calcular cuántos funcionarios per cápita tenemos nosotros comparados con Estados Unidos o China que tienen un gobierno para más de 300 millones de personas unos y para casi 1.500 millones otros. Sí que hay gobiernos de los estados en América y de las regiones de China, pero pequeños y también hay ayuntamientos con sus gobiernos, de cierta dimensión en ciudades con muchos millones de habitantes como Pekín, Shanghai o Nueva York.

Todo esto no es fácil de hacer porque hay cosas que tiene todo el sentido regular, estimular y hasta producir desde el sector público (infraestructuras, protección de los más pobres, mejora de las ciudades, seguridad, regulaciones y control de su cumplimiento, etcétera). Diseñar y gestionar todo esto se hará mucho mejor con funcionarios encargados bien preparados. Pero yo he conocido funcionarios muy preparados que se han pasado a una empresa donde les pagaban mucho más. Sería mejor tener menos funcionarios pero de gran calidad y bien retribuidos. Con esto ganaríamos todos. Pero ¿qué político se atreve a decir que conseguirá esto?

En el sector público la burocratización es fácil, emprender muy difícil. Tener mucha gente flojita y con una retribución baja es fácil, pocos, muy buenos y muy bien pagados, mal entendido. Quienes se presentan deberían explicar cosas concretas y útiles por las que van a luchar. Cuesta ver esto.

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