Se cierra un ciclo de nueve años. Bankia celebró ayer su última presentación de resultados anuales en solitario antes de integrarse con CaixaBank. El presidente José Ignacio Goirigonzarri a modo de balance, calificó la fusión por absorción como “la mayor decisión estratégica” de su mandato.
Esta integración con la caja catalana supone que antes del verano desaparecerá la marca comercial Bankia y para finales de año se producirá la integración tecnológica, lo que implica que sus 7 millones de clientes particulares y el millón de empresas pasen a estar bajo la órbita de CaixaBank.
Previamente, tienen que lograrse todas las autorizaciones pertinentes, desde la que tiene que conceder el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, así como la de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y la no oposición del BCE, el Banco de España y la dirección general de Seguros y Fondos de Pensiones. Como estaba previsto, la operación sigue su curso y el consejero delegado José Sevilla aseguró que se espera que todas las aprobaciones necesarias estén listas “como mucho en dos meses”.
Goirigolzarri, visiblemente emocionado, admitió que se cierra una etapa en el banco aún nacionalizado, pero arranca otra, como presidente de la resultante de la fusión con CaixaBank, que la va a vivir “con mucha ilusión”.
Desde el primer momento apuntó que no iba a dar detalles del nuevo organigrama y mucho menos de los ajustes de plantilla y oficinas de la resultante puesto que “las fusiones son operaciones muy delicadas y hay que gestionar bien el proceso”. Respecto al ajuste de plantilla se limitó a decir que los primeros en enterarse serán los sindicatos. A cierre del 2020, la plantilla de Bankia se situaba en 15.950 personas, un 0,5% menos que un año antes y las sucursales operativas eran 2.127, un 6,5% menos que a finales del 2019.
Bankia ganó 230 millones en el 2020 y tuvo que hacer provisiones por 997 millones de euros
Pese a que el 2020 fue un año complicado por la pandemia, Goirigolzarri destacó “el espectacular” cuarto trimestre del año, en el que crecieron algunos negocios como la concesión de hipotecas y los fondos de pensiones. En la concesión de créditos a empresas , Bankia también ha tenido un papel relevante al conceder 42.600 millones en créditos, de los cuales 11.000 millones han contado con aval del Estado.
Bankia cerró el 2020 con un beneficio de 230 millones de euros, lo que supone un 57,6% menos que en el 2019 debido a que tuvo que hacer provisiones por 997 millones. De este importe, 505 millones fueron dotaciones extraordinarias para hacer frente a la crisis de la covid y 492 millones de euros, provisiones ordinarias.
El número uno del banco admitió que el 2021 estará marcado por la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la tercera ola de contagios. Al igual que manifestó hace unos días Ana Botín, presidenta del Santander, Goirigolzarri defendió que lo más urgente es “acelerar la vacunación”.
El banquero vasco sacó pecho y defendió que Bankia ha logrado un exceso de capital de 2.934 millones a cierre del 2020, cuando el plan estratégico 2018-2020 fijó como objetivo alcanzar los 2.500 millones. Sin embargo, debido a las limitaciones de los supervisores, la entidad financiera descartó abonar un dividendo extraordinario a sus inversores. Ahora se espera que tras la fusión con CaixaBank, el nuevo banco pueda retribuir al menos el 15 % de sus resultados antes de septiembre.
El mercado recibió de forma positiva los resultados, puesto que las acciones cerraron con un alza del 4,43%, hasta los 1,30 euros por acción.
Goirigolzarri reconoce que “aún se está lejos” de recuperar los 24.000 millones inyectados
Preguntado por si aún ve factible que el Estado recupere los 24.000 millones que se inyectaron a Bankia en el 2012 para su rescate, Goirigolzarri respondió que “con las circunstancias actuales y las cotizaciones actuales del mundo bancario, esos 24.000 millones están lejos, pero uno no puede decir lo que va a ocurrir en un sector tan cíclico como la banca en los próximos años”. El directivo tampoco quiso posicionarse en el tiempo que deberá permanecer el FROB en la nueva entidad. Ahora mantiene alrededor de un 60% del capital de Bankia, pero cuando culmine el proceso tendrá un 16% de la resultante y un asiento en el consejo de administración.