Miles de empleadas del hogar esperan su prestación Covid
Crisi económica
El SEPE empieza a reconocer la ayuda especial por desempleo
Fue uno de los últimos colectivos de trabajadores en lograr una cobertura extraordinaria ante la crisis de la Covid-19 y también serán de los últimos en cobrarla. Después de meses de espera, el Ministerio de Trabajo aseguraba el viernes que en una semana ya han reconocido las solicitudes de 9.400 empleadas del hogar para la nueva prestación de desempleo destinada a trabajadoras –en más del 95% de los casos son mujeres– que dejaron su actividad para reducir el riesgo de contagio o las que directamente les rescindieron el contrato durante el estado de alarma. Fuentes oficiales señalaron que, como esta ayuda está incluida en el convenio con la banca para adelantar las prestaciones a trabajadores afectados por la pandemia, el abono de los subsidios reconocidos debe ser muy rápido.
Pero en el mejor de los casos, aún quedarán muchas trabajadoras afectadas, a la espera de recibir la ayuda. Trabajo afirma que el servicio público de empleo estatal (SEPE) ha recibido en torno a 30.000 solicitudes, aunque reconoce que aún están “depurando” los expedientes. En cambio, informes internos del SEPE elevan la cifra de peticiones presentadas por empleadas del hogar que perdieron total o parcialmente su medio de vida durante semanas por la pandemia a unas 50.000.
Trabajadoras muy vulnerables, su afiliación no deja de caer desde el inicio de la pandemia
Hace solo unos días, UGT se dirigió a los responsables del SEPE para exigir que “resuelvan cuanto antes el retraso en el pago” de este subsidio extraordinario, al tiempo que reclaman formar una mesa con el Gobierno para negociar mejoras en la legislación que aumenten su protección. “Se trata de unas trabajadoras con condiciones muy vulnerables, que han tenido que enfrentarse a un trámite bastante complicado, y nos siguen llegando quejas porque no han recibido si quiera una respuesta”, asegura Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT.
Como ha ocurrido con la avalancha de expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE), la tramitación en plena crisis por el coronavirus de esta prestación extraordinaria –a la que solo han podido optar las empleadas dadas de alta en la Seguridad Social– ha estado llena de obstáculos. Con las oficinas del SEPE cerradas, los funcionarios trabajando desde casa, limitaciones a la movilidad... ha sido necesario crear un modelo de solicitud y de gestión de expedientes. Trabajo decidió centralizar la recepción de formularios y documentación, así como externalizar la introducción en el sistema de las solicitudes, explica Josetxo Gándara, de la sección de la Administración General del Estado en CC.OO. “Ahora que los empleados del SEPE acceden a los expedientes, hay problemas con el cálculo de la prestación, sobre todo en el caso bastante común de las que trabajan para varias familias. La norma no es clara”.
El Gobierno aprobó la ayuda a finales de marzo (un par de semanas después de que se decretara el confinamiento), aunque no se abrió el plazo de tramitación hasta principios de mayo. Esta ayuda tiene una gran relevancia porque por primera vez se reconoce un subsidio de desempleo para las cotizantes del régimen de empleadas del hogar de la Seguridad Social. “Urge que España ratifique el convenio 189 de la OIT”, reclama Antoñanzas. La ratificación, apoyada públicamente, por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, supondrían un avance en los derechos laborales del colectivo –donde las inmigrantes son mayoría– y permitiría que cobraran de forma ordinaria el paro.
Mientras, el golpe por la pandemia se refleja mes a mes en los registros oficiales: a finales de julio, había 374.000 cotizantes como empleadas del hogar, 27.000 menos que un año antes. A diferencia de los asalariados del régimen general o el de autónomos, es el único que no ha recuperado parte del empleo destruido en los peores momentos de la crisis. Es más, el número de empleadas del hogar ocupadas no deja de caer.