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El coronavirus destruye 900.000 puestos de trabajo en catorce días

Emergencia económica

Dos de cada tres empleos desaparecidos desde el estado de alarma son temporales

Última hora sobre el coronavirus

La mayoría de trabajadores de los bares de la Rambla de Barcelona están en el paro

Xavier Cervera

Sin precedentes. La inédita situación de práctica paralización de la actividad para combatir el coronavirus arrojó ayer datos históricos en el deterioro del mercado laboral. En apenas catorce días laborables, la Seguridad Social vio cómo se esfumaban nada menos que 898.822 afiliados. A razón de casi 65.000 puestos de trabajo destruidos al día. Fue sobre todo a partir de la declaración del estado de alarma –sólo el día 16 de marzo, el sistema registró 178.000 bajas– y el progresivo confinamiento de millones de personas.

Al tiempo, el número de inscritos en las oficinas públicas de empleo se disparaban la lista de personas inscritas en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que aumentó en 302.265 personas respecto al mes de febrero. Es el dato más negativo desde que existen este tipo de registros. Sin tener en cuenta el más de un millón de afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), porque no se clasifican como desempleados, el paro registrado se dispara hasta las 3.548.312 personas y rompe la tendencia continua al descenso, ya que experimenta una subida mensual del 9,3%.

En términos de afiliación media –el más usado en los últimos años–, el número de cotizantes cayó a los 19 millones, tras un descenso de 243.463 ocupados respecto al mes anterior. A final de mes, el número de cotizantes era aún más bajo: no llegaba a los 18,5 millones. No hay que olvidar que el nivel de afiliación recoge a los trabajadores con ERTE porque se los clasifica como ocupados. Los expertos advierten que, de golpe, el mercado laboral ha vuelto a niveles de hace tres años.

Ayer, los ministros de Trabajo y Seguridad Social, Yolanda Díaz y José Luis Escrivá, comparecieron para dar cuenta de esta situación “excepcional”. Escrivá explicó que la destrucción de empleo desde el 12 de marzo –es decir, en 14 días laborables– es similar a la sucedida “en un periodo de 101 días, después de la crisis de Lehman Brothers y en los meses siguientes”. Entre octubre del 2008 y febrero del 2019, detalló.

La disección, realizada por la Seguridad Social sobre la ocupación desde el cierre de los colegios y el inicio del estado de alarma, destaca que, como ocurrió hace diez años durante la Gran Recesión, los grandes damnificados están siendo los trabajadores con contrato por tiempo determinado. Así, de los casi 900.000 empleos destruidos, dos tercios son trabajos temporales (en concreto, 613.000, frente a 181.000 indefinidos). Por actividades, la hostelería, la construcción y las administrativas y auxiliares representan más de la mitad de la pérdida de puestos de trabajo –va de los 180.000 a los 116.000 cada una, con caídas porcentuales de dos dígitos.

Carme Poveda, directora de Análisis Económico de la Cambra de Comerç de Barcelona, señaló ayer que el impacto ha sido mucho más acusado en actividades concretas como las relacionadas con el sector turístico y la hostelería. Poveda añade que además se ha perdido la campaña de Semana Santa, por lo que costará recuperar una parte de ese empleo destruido.

En dos semanas

Se ha perdido tanto empleo como en 101 días tras la crisis de Lehman Brothers

El ministro de la Seguridad Social resaltó además que, a diferencia de la crisis de hace una década, de momento el peso del ajuste recae sobre los asalariados, mientras que los autónomos están aguantando algo mejor: el régimen general se contrajo en estos días negros un 5,6% (-836.603), frente a la bajada del 1,6% del régimen de trabajadores por cuenta propia (-40,877).

Díaz defendió por su parte que si los niveles de paro registrado y el desplome de la ocupación no habían sido aún más graves se debía a que muchas empresas habían acudido a los ERTE. La ministra de Trabajo destacó el desembolso de dinero público que van a implicar estos procedimientos de suspensión de la actividad o reducción de jornada, y recordó el compromiso de mantenimiento del empleo durante seis meses por parte de las empresas que se han acogido a un ERTE por fuerza mayor.

En todo caso, Escrivá mostró su convencimiento de que el peor momento se vivió en esta segunda parte del mes pasado. “El grueso del ajuste se ha producido en marzo”, estimó el ministro de Seguridad Social. Aludió al golpe a los trabajadores temporales y a los sectores más afectados, y apostó por “una recuperación rápida de toda la actividad previa a la crisis”. “Es el escenario central”, remató.

Tras la parálisis

Escrivá cree que se ha vivido ya “el grueso del ajuste” y espera una recuperación rápida

El frenazo en seco también se aprecia en las contrataciones. El número de contratos se quedó en 1,26 millones, al registrar una caída del 26% con respecto a marzo del año pasado.

Catalunya, después de Andalucía, fue la segunda comunidad donde más se redujo el número de afiliados. Desde el día 11 hasta final del mes se perdieron 141.000 empleos. Es una caída del 4,1% en poco más de dos semanas.

Ricard Bellera, del sindicato Comisiones Obreras, avisó que la cifras tanto de Catalunya como de España muestran que muchas empresas en lugar de utilizar mecanismos como el ERTE optaron en el mes de marzo por despedir. En Catalunya, en las estadísticas se reflejó sólo un incremento del número de parados de 21.883 personas. Una posible explicación a la diferencia entre la bajada de afiliados (141.000) y los parados es que mientras la baja es automática para darse de alta, como demandante de empleo es necesario pasar un trámite, dice CC.OO.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, durante la rueda de prensa

Borja Puig de la Bellacasa / EFE

El secretario de Treball de la Generalitat, Josep Ginesta, cree que la reducción de la afiliación muestra que el mercado laboral es extraordinariamente flexible. “El problema es que somos una economía en la que se destruyen muchos contratos y se hacen nuevos, algunos de corta duración. En marzo sólo se han destruido”, añade.

La alta flexibilidad del mercado laboral se comprueba también con lo datos del paro de Catalunya, ya que más de una cuarta parte de los nuevos desempleados provienen de empresas de trabajo temporal. La parte positiva es que el aumento del paro del 5% en Catalunya es la mitad de la media española.