El Tribunal de la UE avala las ventajas fiscales de Holanda a Starbucks
Comisión Europea
En cambio, anula las que Luxemburgo concedió a FIAT
Una de cal y una de arena para la Comisión Europea. En dos sentencias hechas públicas esta mañana, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dado la razón a la Comisión Europea por su requerimiento a la multinacional FIAT para que desembolse hasta 30 millones de euros a Luxemburgo en concepto de impuestos, mientras que, en cambio, en un caso muy parecido, ha anulado la sanción a la cadena de cafés Starbucks por sus prácticas fiscales en Holanda
Starbucks y Fiat fueron las primeras de una serie de multinacionales sancionadas por la Comisión Europea por recibir un trato fiscal considerado demasiado favorable en algunos estados europeos. En 2015 declaró ilegales estas prácticas y requirió a la cadena americana de cafés a pagar hasta 30 millones de euros a Holanda y a la constructora de automóviles italiana a hacer lo mismo en Luxemburgo. Poco después, en 2016, le tocó el turo a Apple, requerida a devolver 13.000 millones obtenidos por facilidades fiscales que Bruselas consideró ilegales en otro estado europeo, en Irlanda. Precisamente, la semana pasada se celebró la vista oral de este caso.
FIAT y Starbucks usaron mecanismos para reducir artificialmente la carga fiscal
El mecanismo que pone en cuestión la Comisión Europea se basa en la fijación de precios de productos y servicios entre filiales del grupo, que no responden a las condiciones de mercado, y que están diseñados para reducir artificialmente la carga fiscal de la multinacional en cuestión.
En el caso de Fiat Chrysler Finance Europe, el Tribunal de Luxemburgo rechaza los recursos de la empresa y da la razón a la Comisión Europea y concluye que “la recuperación de la ayuda cuestionada no es contraria al principio de seguridad jurídica ni a los derechos de la defensa”.
En cambio, en el caso de Starbucks, la decisión del tribunal es justamente la contraria, anula la decisión de la Comisión Europea en la que se requería el pago de hasta 30 millones de duros de la cadena de cafeterías al fisco holandés. La conclusión del tribunal es que el ejecutivo comunitario no ha conseguido demostrar la existencia de ventajas a favor de Starbucks.
Estos casos emblemáticos, junto con el de Apple, permitieron a la comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager ganarse una reputación de dama de hierro, inflexible contra las prácticas fiscales de las multinacionales, y de alguna manera, marcan el margen en el que podrá desenvolverse en la próxima Comisión Europea, un ejecutivo en el que ha ganado poder, convirtiéndose en vicepresidenta ejecutiva además de conservar la cartera de Competencia.