Uber planea entrar en el taxi y ser una plataforma integral de movilidad

Nuevo giro

“Las diferencias con los VTC deben tender a cero”, afirma el director en España

Horizontal

Juan Galiardo, director de Uber en España, fotografiado el pasado jueves en la Diagonal de Barcelona

Ana Jiménez

Los VTC (vehículos turismo con conductor) son sólo un paso en los planes de negocio de Uber para España. Su objetivo es convertirse en una plataforma integral de movilidad que incorpore todos los desplazamientos de los usuarios. Pero, antes, quiere entrar en el taxi llevando su tecnología a este servicio, con el que ha mantenido una relación enormemente conflictiva desde que llegó al país.

Su irrupción en el 2014, en Barcelona, de la mano de su controvertida fórmula UberPop, con chóferes no profesionales, se abandonó nada más comenzar por la presión de los taxistas y la respuesta del Ayuntamiento y la Generalitat. Después, en el 2016, regresó con UberX, su actual modalidad para VTC, primero en Madrid y un año después en la capital catalana. Y posteriormente se añadieron Málaga, Sevilla y Córdoba.

La compañía californiana confía en que las comunidades autónomas no sean restrictivas con los VTC

“En Uber vemos el taxi como una grandísima oportunidad, llevamos tiempo trabajando en ello”, explica Juan Galiardo, director en España de la compañía californiana. Para ello cuenta con una aplicación específica, UberTaxi. La otra gran plataforma de VTC, la multinacional española Cabify, también tiene la suya. De hecho, la mitad del negocio de esta última a escala mundial proviene del taxi y ya cuenta con algunos vehículos en Madrid, de la categoría ecotaxis (eléctricos y híbridos y que cumplan con la norma euro 6 de bajas emisiones).

“Somos una empresa tecnológica –recuerda Galiardo para dejar claro que las propietarias de las licencias son otras– y nuestra actividad consiste en ofrecer la mejor solución para moverse con la ayuda del móvil”. El objetivo final, subraya, “es reducir el vehículo privado en las ciudades y esto pasa por tener todas las alternativas, VTC, taxis, bicicletas, patinetes, motos eléctricas y, claro, metro, tren, autobús... en la mano”. Uber quiere que su plataforma incorpore todas estas posibilidades y se convierta en integral. “La idea –prosigue– es que con nuestra app se puedan reservar y pagar todos ellos fácilmente”.

Pero agregar todo el ecosistema de la movilidad no es fácil. Mientras tanto, al menos en España, la plataforma amplía su presencia en los VTC –acaba de hacerlo en Barcelona– sin que el conflicto con el taxi se haya cerrado por completo. El decreto del Gobierno que el Congreso convalidó hace mes y medio, que pretende que ambos servicios puedan convivir dando competencias a las comunidades autónomas y a los municipios, no convence a Uber. Algunas de estas administraciones –el Área Metropolitana de Barcelona, por ejemplo– ya han manifestado su intención de restringir los coches de alquiler con conductor, que en los últimos años han proliferado en muchas ciudades.

“A mi la ratio entre VTC y taxis me dice poco”, afirma Galiardo en relación a la proporción de una licencia del primer servicio por cada 30 del segundo, que está en la ley a la hora de otorgarlas y que las organizaciones de taxistas han reclamado que sea aplique para asegurar que los turismos con conductor no entren en su terreno en condiciones ventajosas y lo desborden. En Barcelona se supera con creces esta ratio y ya es de una por cada cinco y en Madrid aún más, de una por cada 2,5. “Esta no es la cuestión –reitera el responsable de Uber en España– sino ver qué hacemos para reducir el tráfico privado en las ciudades”.

Galiardo insiste en que no están aquí para competir con el taxi, sino para colaborar con ellos. “Con el tiempo, las diferencias con los VTC deben tender a cero”, explica. Desde su punto de vista, a día de hoy no tiene sentido que a estos últimos “se les impongan las mismas restricciones que tiene el taxi, que son de 1987”. En cambio, plantea que “se flexibilicen algunos elementos de este, por ejemplo permitiendo viajes compartidos y fijando tarifas cerradas”. Así, asegura, ambos “irán hacia la convergencia”. El director de Uber confía en que las futuras regulaciones autonómicas tengan en cuenta este planteamiento. Porque insiste, “todavía estamos lejos de donde deberíamos estar; en Barcelona hay 2,2 taxis y VTC por cada mil habitantes, mientras que en París hay seis y en Londres, doce; ambos podemos crecer”.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...