¿Qué tienen en común el Black Friday, las Navidades, la cuesta de enero y las Rebajas? Que son épocas en las que el gasto de las familias se dispara exponencialmente: se hacen regalos, se viaja, se compra ropa, se inician proyectos personales… Muchas familias españolas tratarán de cubrir todos estos costes con sus ahorros, pero otras, en cambio, optarán por pedir financiación para poder afrontarlos con mayor comodidad.
Esa financiación, por norma general, se pide al banco en el que se tienen los ingresos domiciliados y la mayor parte del dinero guardado. Pero esta no es la única opción posible. Según los analistas del comparador financiero HelpMyCash.com, hay financieras que están dispuestas a conceder créditos a personas que no tienen una cuenta abierta; a veces con condiciones más competitivas que las que ofrece la entidad de la que se es cliente.
Interés competitivo
Desde el comparador destacan que las entidades que comercializan estos préstamos sin cambiar de banco suelen ofrecer un interés competitivo, pues es un gancho comercial que utilizan para captar clientela. Es habitual, por lo tanto, que sus créditos tengan un tipo más bajo (y unas cuotas más asequibles, por consiguiente) que los que una persona puede conseguir en su propio banco.
Por ejemplo, el Préstamo Personal de Openbank, exclusivo para personas que tienen abierta una cuenta en la entidad, tiene un interés desde el 6,95% TIN (7,18% TAE). En cambio, el Préstamo Personal de Cofidis, que puede contratarse sin necesidad de abrirse una cuenta ni de ser cliente de esta financiera, tiene un tipo desde el 5,45% TIN (5,59% TAE).
Menos gastos adicionales
Otro punto a favor de esta clase de créditos es que, por norma general, no incluyen comisiones de apertura o de estudio. En cambio, según HelpMyCash, muchos bancos sí cobran estos cargos a sus clientes cuando contratan un préstamo personal; especialmente los convencionales. El precio de estas comisiones suele ser de entre el 1% y el 3% sobre el importe prestado; o lo que es lo mismo, entre 100 y 300 euros por cada 10.000 prestados.
En ocasiones, además, la banca tradicional condiciona la concesión de sus préstamos a la contratación de un seguro de vida o de protección de pagos, cuyo precio hay que sumar al coste de la financiación. Esta exigencia no está presente en los créditos que pueden conseguirse sin cambiar de entidad, lo que puede ahorrar una buena suma de dinero al solicitante.
Contratación ‘online’
Desde el comparador añaden que el proceso para solicitar estos préstamos sin cambiar de banco suele ser sencillo. Normalmente, las entidades que comercializan estos productos operan a través de Internet, por lo que las peticiones se tramitan online y no es necesario presentar mucha documentación ni esperar varias semanas para obtener la aprobación y el dinero.
De hecho, hay empresas que actúan como intermediarias entre el cliente y estas financieras para agilizar aún más el proceso. Es el caso de Prestalo, un bróker crediticio con el que pueden conseguirse préstamos personales desde el 4,45% TIN (4,54% TAE) para pagar a plazos cualquier compra o para hacer frente a un proyecto particular.
Baza para negociar
Ahora bien, eso no significa, necesariamente, que sea más conveniente pedir dinero prestado a una financiera de la que no se es cliente. Según HelpMyCash, hay bancos que sí ofrecen buenas condiciones a los que tienen una cuenta abierta. Y otros pueden mejorar sus préstamos si se les da un empujón, es decir, si se les presenta una propuesta más competitiva de otra entidad.
Por ello, desde HelpMyCash aconsejan solicitar financiación tanto al banco del que se es cliente como a otras entidades. De este modo, el cliente podrá calcular el precio de varios préstamos, comparar propuestas, pedir contraofertas y, en último término, contratar el crédito que le salga más a cuenta.