Marta Marcilla, multimillonaria desde los 29 años y dueña de un negocio inmobiliario: “Mi peor experiencia fue cuando me drogaron”

Búscate la vida

José Elías y Eric Ponce hablan sobre la vida de Marta Marcilla en el nuevo episodio de 'Búscate la vida'

Marta Marcilla

Marta Marcilla

En el episodio 70 de 'Búscate la vida' dirigido por el empresario José Elías y el emprendedor Eric Ponce, traen a una invitada especial: Marta Marcilla, una mujer que, al igual que José Elías, proviene de Badalona, y que, gracias a su esfuerzo y dedicación, consiguió ser multimillonaria, a los 29 años, en el sector de la inmobiliaria, fundando Tsalach Real Estate.

Durante la charla, que dura más de dos horas, hablarán y reflexionarán sobre temas interesantes como la maternidad y la trayectoria de Marcilla, especialmente en el mundo del modelaje.

Podcast 'Búscate la vida'

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Peor experiencia de su vida

Mundo del modelaje

Cuando era pequeña, Marcilla no tenía muchas ganas de estudiar, así que desde los 15 años se dedicó a trabajar en el mundo del modelaje, donde además tuvo la oportunidad de visitar diferentes países. Tras una conversación con su padre, su mentalidad cambió y se convirtió en una mujer independiente. “No te voy a mantener, ni ahora, ni nunca. Si necesitas dinero no hay”, le dijo su padre. Y aunque también vivió momentos duros, no podía compartirlos con su familia, ya que eso significaría volver a la escuela para estudiar."En París, no tenía nada para comer, confiesa.

"En París, no tenía nada para comer

Marta Marcilla

En cuanto al oficio, confiesa que, aunque ha vivido momentos muy bonitos, también ha vivido su peor experiencia dentro de la industria - que va más allá de soportar la presión social, en un ámbito donde todo el mundo tiene el libre albedrío de opinar sobre los cuerpos ajenos-. Marcilla cuenta que durante sus años en el mundo de modelaje, vivió el peor momento de su vida, que fue cuando la drogaron en una fiesta mientras estaba con sus compañeros/as del sector. 

Mi peor experiencia en el mundo del modelaje fue cuando me drogaron

A Marcilla la drogaron con la escopolamina (más conocida como burundanga). En esa época, cuenta que en el sector del modelaje tenían “un toque de queda”, pero una noche, el dueño de su agencia invitó a sus compañeras a ir de copas. Pero una vez llegó a la discoteca, ya no veía con claridad y sintió una sensación de sumisión total hacia los demás: “Habían hecho una abolición completa a mi derecho a escoger, no podía decir que no”, confiesa.

De vuelta a la casa, notó que un hombre le dio un beso, “era un hombre de 60 años y yo tenía 18 años”. En ese momento, una de sus compañeras, la única que no había tomado alcohol, abrió el coche. “Me tiró un cubo de agua y sin mediar palabra me dio un bofetón“, con tal de hacerla reaccionar:“Fue mi ángel”, exclama. Al día siguiente no se acordaba de absolutamente nada.”De las peores sensaciones que he vivido en mi vida”, confiesa.

Marta Marcilla.

Marta Marcilla.

Cambio de estilo de vida

La Maternidad

Marcilla afirma que la maternidad y la paternidad no están en el mismo nivel, con lo que Elías coincide.“No es lo mismo porque hay un asunto biológico, detrás, afirma Elías. "Para ser madre hay que ser mujer”, añade.

También José Elías coincide con la idea de que hay una brecha entre los hombres y las mujeres en cuanto a los cargos directivos: “Es más difícil llegar a puestos directivos siendo mujer porque tienes un 'break' en tu vida profesional”. Y es que ser madre va más allá de lo físico y biológico, ya que al tener un hijo, las mujeres suelen dejar de priorizarse para brindarle toda la dedicación y atención necesarias para el bebé.

Inevitablemente, la maternidad trae cambios inminentes desde el momento en que están embarazadas, ya que un nuevo ser dependerá de la madre durante un buen tiempo. También implica una condición de vulnerabilidad ante una situación que rompe con la rutina preestablecida.“Una vez te entra el 'chip' de madre, tu cabeza se parte en dos”, afirma Elías.

Presión social

Trabajar y ser madre

“En dónde yo vengo, la sociedad entiende que los niños deben de estar con la madre”, dice Marcilla. “Nunca vamos a obtener un punto medio entre los hombres y las mujeres porque no somos iguales", añade. Por eso, cree que los hombres y las mujeres no pueden entenderse. Sin embargo, llega a la conclusión que lo que sí debe haber es un respeto mutuo con tal de promover un equilibrio entre ambos sexos, exclama.

En el caso de Elías, cuando se separó de su mujer a los 42 años, ambos planeaban obtener la 'custodia compartida', ya que en España, si no hay ningún impedimento, el juez dictamina la custodia compartida. 

Es una locura, es un trabajo de ocho horas

José Elías

Confiesa que mientras estaba casado, su mujer se dedicaba a gestionar los extraescolares, mientras que él se encargaba de los asuntos económicos. Una vez divorciado, se dio cuenta de que gestionar las actividades de los hijos era una odisea: “Es una locura, es un trabajo de ocho horas”.

Antes, en muchas familias, bastaba con que una persona trabajara mientras la otra se dedicaba al cuidado de los niños, concluye Elías. Sin embargo, ahora la situación es muy distinta porque un sueldo no es suficiente para mantener a una familia, y eso conlleva que los padres deban trabajar y deben buscar alternativas para seguir responsabilizándose de los hijos, como llevarlos a la escuela, conlcuye Elías.

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