Moeve, la antigua Cepsa, ha vuelto a la senda del beneficio en los nueve primeros meses del año tras anotarse una ganancia de 109 millones de euros, frente a los 116 millones de pérdidas que había registrado en el mismo mes del año anterior impactada por los cambios en las valoraciones de activo y sobre todo por el impacto del impuesto extraordinario a las energéticas, según explica la compañía en la información comunicada este viernes al mercado.
Los datos se conocen apenas unas semanas después de que el Gobierno haya eliminado este gravamen tras una fuerte ofensiva de las compañías energéticas que han llegado a amenazar con la retirada de sus inversiones. En el caso de Moeve suponía la retirada de 3.000 millones.
556 millones por impuesto extraordinario
En números esta situación se refleja en que entre enero y septiembre de 2024, la contribución fiscal de Moeve ascendió hasta los 3.259 millones de euros de los cuales 1.794 millones fueron asumidos por la compañía y 1.466 millones fueron recaudados por cuenta de la hacienda pública española. El importe total incluye el pago de Moeve de 243 millones de euros por el impuesto extraordinario a las empresas energéticas españolas, que para la compañía, entre 2023 y 2024, asciende a un total de 566 millones de euros.
En ese mismo período, las inversiones de la compañía aumentaron cerca de un 102% hasta los 887 millones de euros, frente a los 439 millones del año anterior. El grueso estuvo centrado en la inversión sostenible que creció un 70% y que se irá incrementado a medida que avanza la construcción del complejo de biocombustibles de segunda generación de Huelva, el mayor del sur de Europa, cuya inversión prevista es de 1.200 millones de euros.
Beneficio ajustado 477 millones
“Nos enorgullece anunciar nuestra transformación en Moeve, que demuestra nuestro compromiso firme de convertirnos en líderes en la producción de moléculas verdes en Europa en esta década. En un entorno geopolítico difícil, Moeve ha obtenido unos resultados financieros satisfactorios que permiten seguir invirtiendo en nuestra estrategia de transición. Seguiremos trabajando con las autoridades para garantizar unos marcos regulatorios y fiscales que favorezcan las inversiones necesarias para la transformación urgente de nuestro sistema energético”, ha asegurado el consejero delegado de la compañía, Maarten Wetselaar.
El resultado operativo excluyendo el efecto de los extraordinario y los inventarios, (Ebitda CCS, según lo denomina la compañía) fue de 1.481 millones de euros, frente a los 1.165 millones del año anterior y el beneficio neto en los mismos términos CCS ajustado fue de 477 millones de euros frente a 252 millones en 2023.
La deuda crece un 1%
Sin embargo, el beneficio neto CCS ajustado en el tercer trimestre descendió en un 26% comparado con el mismo periodo del año anterior, hasta los 79 millones de euros, debido a menores márgenes de refino.
El flujo de caja de operaciones de Moeve, de 941 millones de euros en los nueve primeros meses del año. “Muestra una continua y positiva generación de caja, lo que permite seguir desarrollando la estrategia Positive Motion y avanzar en el compromiso con la transición energética de la compañía”, asegura la compañía. Por su parte, la deuda neta ascendió a 2.519 millones de euros un 1% por encima de los 2.488 millones registrados en el mismo período del año anterior.
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