Novak Djokovic suma y sigue. El tenista serbio consiguió ayer una nueva victoria ante Cameron Norrie (Gran Bretaña) en los cuartos de final de la Copa Davis que mete a Serbia en las semifinales de la competición por países (2-0). Sin embargo, el número uno del mundo tuvo un pequeño rifirrafe con un hincha inglés que se dedicó a contar en voz alta cada bote de la pelota, en uno de los saques de ‘Nole’.
En ese punto, Djokovic consiguió bola de set (6-4) y fue a la grada para dedicarle el mismo al aficionado que le molestó previamente, llevándose el dedo a la oreja y haciendo el gesto de “no te oigo”, para después dedicarle un beso. “Fue una falta de respeto. En competiciones como la Davis, los jugadores tenemos que estar preparados para eso, pero cuando lo escuchas en el momento, reaccionas”, aclaró Novak en la rueda de prensa posterior al choque.
No obstante, esa no fue la única ocasión en la que Djokovic mostró su disconformidad con el público británico. También lo hizo después del encuentro: “Sí, sí, continuad. Tranquilos, que yo podré dormir esta noche. ¡Muestren un poco de respeto!”, dijo sobre la pista el 24 veces ganador de Grand Slam nada más vencer a Norrie, al micrófono de la Copa Davis.
El jugador de Belgrado afirmó en la conferencia de prensa que “la experiencia me ayuda a controlar mis nervios y la presión”. Un baluarte que deberá tener presente este sábado, día en el que se enfrentará en las semifinales de la Davis a Jannik Sinner, uno de los representantes del conjunto italiano.
Novak Djokovic
Se enfrentará este sábado a Sinner en las semifinales de la Davis, después de derrotarle en las ATP Finals hace menos de una semana
El tenista transalpino y el balcánico se verán las caras por tercera vez en poco más de una semana. La última fue el pasado domingo con motivo de la final de las Nitto ATP Finals, en Turín. El desenlace fue el esperado: victoria para 'Nole' gracias a la cual alcanzó su séptima copa de maestros, superando a Roger Federer con seis en su palmarés.
Djokovic quiere volver a proclamarse campeón. Esta vez en Málaga. Aunque tendrá que lidiar con una “batalla interna”, a pesar de que la "convicción de ganar es muy fuerte”, tal y como aseguró ayer sobre el cuadro serbio que ya se proclamó campeón de la Copa Davis en 2010. La única vez que lo ha logrado hasta la fecha.