Antes, el torneo de las maestras lo ganaban siempre las mismas.
Chris Evert había recogido cuatro títulos en los años setenta. Martina Navratilova se había llevado ocho más a caballo de los setenta y los ochenta. Los noventa habían sido de Steffi Graf (5) y Monica Seles (3). Luego aparecería Serena Williams: hasta el 2014, iba a apropiarse de cuatro copas.
¿Y luego?
Ahora, esto es un caos.
Seis jugadoras distintas han ganado las seis últimas WTA Finals. Y este año habrá más sobresaltos: ninguna de las ocho candidatas se ha apuntado alguna vez el trofeo.
Cuando le pedimos su opinión al respecto, Paula Badosa, una de las ocho aspirantes, nos dice:
–Hay por ahí quien critica el hecho de que no haya una número 1 sólida en el circuito femenino. Pero el nivel del tenis se ha elevado muchísimo. Hoy ves el partido de una Top 30 frente a una Top 15 y el espectáculo es buenísimo. Yo misma puedo jugar alguna vez ante la número 1 o la 2 y no saber qué pasará. Eso no puede ser malo para el tenis...
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Badosa viene de imponerse en Indian Wells, hace apenas tres semanas –ninguna española había ganado nunca allí–, y ese exitazo ha ido a abrirle definitivamente las puertas de las WTA Finals, allí donde también aparecerá Garbiñe Muguruza, otra española, lo nunca visto en 21 años, desde los tiempos de Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez.
Muguruza puede ganar en cualquier superficie. Pero le falta la consistencia”
La apuesta es importante, y voces tan reconocidas como las de Evert y Navratilova interpretan que ambas tienen sus opciones en la cita que arranca hoy en la Guadalajara mexicana.
Cuando le preguntan por Muguruza, que esta próxima noche (no antes de las 2.30 h española, en Teledeporte y DZAN) debuta ante Karolina Pliskova, Martina Navratilova responde que la hispanovenezolana tiene el tenis, que no la consistencia:
“Obviamente, Muguruza tiene el juego para vencer a cualquiera en un día determinado. La suya es una carrera de Salón de la Fama. Puede ganar en cualquier superficie. Pero le falta la consistencia. Si está sana, puede volver a ser una amenaza porque las ha vencido a todas”, decía Navratilova a la web de la WTA Tour.
Garbiñe Muguruza, en la gala de las WTA Finals 2021
Y en esa línea se mueve Evert:
“Habiendo ganado Wimbledon (2017), Garbiñe tiene el juego completo –Muguruza vuelve al torneo de las maestras cuatro años después de su última aparición–. Es fuerte. Cuando está activa, tiene el nivel de confianza que tal vez estas otras jugadoras no tienen. Lo que la afecta son las lesiones y los nervios. Es un signo de interrogación, ¿qué Gabi va a aparecer?”.
(Barbora Krejcikova y Anett Kontaveit la esperan en ese mismo grupo, conocido como Grupo Teotihuacán).
De la misma manera que Muguruza arranca esta noche, Badosa, una de las revelaciones tenísticas del año (había abierto el año como la 87.ª del mundo, lo cerrará en el Top Ten), lo hará mañana: en su grupo aparecen Aryna Sabalenka, Iga Swiatek y Maria Sakkari.
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