Resultados

Loading...

Tsitsipas se corona en el Masters en una final sensacional

Finales de la ATP

El griego bate a Thiem por 6-7, 6-2, 7-6 y es el primer griego que conquista el torneo

Stéfanos Tsitsipas fue el campeón tras 2 horas y 35 minutos GLYN KIRK / AFP

De sparring a maestro. De pipiolo que se entrenó con Dominic Thiem en la semana del Masters del 2016 a coronarse en el torneo de los ocho mejores, anoche en Londres. Stéfanos Tsitsipas vivió el mejor día de su vida profesional al doblegar al austriaco en un encuentro trepidante que se resolvió en el tie-break del tercer set y que terminó 6-7 (6), 6-2, 7-6 (4). Tras 2 horas y 35 minutos de cerrada contienda se convirtió en el primer griego en llevarse las finales de la ATP.

Es el cuarto título de su carrera y el más importante sin comparación posible pues los otros tres fueron de mucho meno calado. Tsitsipas, de 21 años, es el sexto jugador más joven que levanta este trofeo e ingresó un talón de 2,3 millones de euros. El heleno sucede en el trono a Alexander Zverev. Al menos en el Masters la nueva generación ya ha llegado.

De alumno a maestro

El heleno fue el sparring del austriaco en el Masters del 2016 y en 2019 le superó en un partido trepidante

La primera manga resultó un pulso sensacional. De poder a poder. De saque a saque. De resto a resto. Más plástico y atlético un valiente Tsitsipas, que ganó sus primeras diez subidas a la red. Poderosa volea, drive que se movía como un ventilador de lado a lado y saques supersónicos. El espectáculo lo ponía en mayor dosis el heleno. La eficacia era más del austriaco, que aguantaba el tirón de su adversario, que transmitía un poso de solidez importante y que demostraba cuajo ante el colmillo de Tsitsipas.

El griego tuvo tres opciones de rotura y el austriaco dos pero no hubo ningún break en la manga inicial. Las opciones de ambos fueron abortadas con serenidad por los sacadores, que siempre daban una vuelta de tuerca a su juego cuando se veían apurados. El partido era intenso, ajustado y de calidad. Los dos exponían el tenis que les había acompañado durante la semana y lo lógico, dado el equilibrio, es que el set llegara al desempate. En el mismo Thiem se escapó y aunque Tsitsipas reaccionó el austriaco impuso su experiencia para colocarse al frente del partido en 66 minutos.

Un gran premio

Tsitsipas se embolsa un talón de 2,3 millones y sucede en el palmarés a Alexander Zverev

¿Se vendría abajo Tsitsipas tras tanto desgaste? Al contrario. Siguió pegando igual de fuerte mientras su rival se tomaba un respiro desde el punto de vista físico y mental. Se destensaba Thiem, que cedía 16 de los 18 primeros puntos de la segunda manga (4-0), que fue un visto y no visto. Apenas 25 minutos y el encuentro ya se vio encaminado hacia el set decisivo.

Ni siquiera el descanso activo le sirvió a Thiem para recuperar su chispa y Tsitsipas no bajó un ápice en el veneno de su golpes. Trató de resistir el austriaco, una roca, pero delante tenía un tenista repleto de fuerza y confianza. Vivía en el alambre y terminó por caer de la cuerda porque Tsitsipas le rompió de nuevo el saque en el tercer juego para tomar la delantera. ¿Había dicho Thiem su última palabra? Para nada. Volvió a nivelar el partido aprovechando el primer temblor de Tsitsipas con su saque en todo el partido. Falló una derecha sencilla y se le encogió el brazo en el siguiente punto. Le entró vértigo y Thiem se metió de nuevo en harina. Del 3-1 para el heleno al 4-3 para su adversario en un santiamén.

Estética fenomenal

El griego puso una mayor dosis de espectáculo con un tenis muy plástico

No fue la única que vez que resucitó Thiem pero Tsitsipas nunca se marchó del partido. Ni en las buenas ni en las malas. Ni siquiera cuando desperdició una ventaja de 4-1 en el tie-break definitivo. La recompensa bien valía la pena y al final el austriaco marró dos derechas a la postre determinantes. Tsitsipas fue el mejor.