Pecco Bagnaia se corona nuevo rey de MotoGP

La clase reina del motociclismo tiene un nuevo rey: Pecco Bagnaia. Turinés de 25 años, en su cuarta temporada en la máxima categoría, el piloto de Ducati culminó en Cheste, en la última carrera del año, la remontada más bestia de la historia para acabar siendo campeón y devolviendo la corona a Italia (desde el 2009 con Valentino Rossi) y a la fábrica de Borgo Panigale (desde el 2007 con Casey Stoner). Bagnaia había recortado la friolera de 91 puntos en ocho carreras a Fabio Quartararo (Yamaha), que no ha podido revalidar su trono del 2021.

El primer italiano desde Rossi

Desde Giacomo Agostini en 1972, un italiano no ganaba un Mundial de la clase reina con una moto italiana; Bagnaia releva a Rossi

Lo tenía todo de cara Pecco Bagnaia para proclamarse campeón en la última cita del campeonato. Llegaba con 23 puntos de ventaja sobre el Diablo, después de haberse hecho con el liderato en Australia, y tenía suficiente con acabar 14.º, sumar dos puntos más, en el caso de que el francés ganase. No ocurrió. El triunfo fue para Álex Rins, merecidamente.

Aunque la última carrera del año fue de altísima tensión desde la salida. Rins arrancó como una exhalación para despedirse de Suzuki con una victoria, seguido de Jorge Martín, que buscaba su primer triunfo del curso. Y por detrás, la guerra… Márquez superó a Miller; Quartararo, dispuesto a poner su parte del guión, también rebasó al australiano vecino de Bagnaia, y éste se ponía 6.º (arrancaba 8.º).

Pero Miller opuso resistencia, su último servicio a Ducati, y se las tuvo tiesas con Quartararo. Se pasaron y se repasaron, saltaron chispas y hasta un alerón por los aires, y el australiano acabó imponiéndose, llegando al tercer puesto, con Quartararo quinto, delante de Bagnaia, que solo tenía que controlar y contar con la ayuda, si le hiciese falta, de Martín y Miller.

La caída de Marc Márquez, en la vuelta 10/27, acercaba a Quartararo hacia el podio, cuarto. El piloto catalán aspiraba a cerrar el curso de su regreso con un cajón, pero perdió el control de su Honda en la curva 8 cuando rodaba cuarto. El Diablo tenía lejos a Miller, a 1,5 segundos, para intentar la gesta de ganar. Misión imposible. Bagnaia, superado por Binder y Oliveira, no veía peligrar su título desde el 7.º puesto. 

El corazón de Davide Tardozzi (63), el jefe de Ducati, se ponía a 115 pulsaciones por minuto. La novia de Pecco, Domizia Castagnini, no levantaba la vista del suelo. A la hermana, Carola, se le hacían eternas las 10 vueltas restantes viendo que Pecco se iba retrasando, al 8.º puesto, al superarlo también Luca Marini a falta de 8 giros, y poco después también Bastianini, que lo enviaba al 9.º.

A falta de cinco vueltas, Quartararo subía al cuarto puesto al caerse Miller y Bagnaia, al 8.º. Pero el milagro ya no era posible. Rins, Martín y Binder eran inalcanzables para el francés, que entregaba la corona sin haber podido presionar a Bagnaia con una victoria.

El triunfo se lo apuntó merecidamente Álex Rins, su segunda victoria del año, para despedir la era Suzuki en MotoGP de la mejor manera. El barcelonés, que lideró desde la salida, afrontaba la última vuelta con 5 décimas. Fue su primera victoria en Valencia después de dos segundos puestos. Segundo fue Binder y tercero Martín.

Aleix Espargaró, que recibía la visita de Fernando Alonso en el box de Aprilia, despidió su mejor curso en MotoGP con un abandono por avería en la vuelta 7, que le privó de conquistar el tercer puesto del Mundial. El bronce fue para Enea Bastinanini. Su hermano Pol dijo adiós a su discretísima era en el Repsol Honda también con un abandono, por caída, un triste final antes de mudarse a KTM. Y Àlex Márquez también se despidió de su equipo, el LCR Honda, con caída.

Discípulo de Rossi

Bagnaia es el primer discípulo del Ranch de Tavullia que llega a ser campeón de MotoGP

Pecco Bagnaia (Turín, 14/1/1997) es el primer italiano campeón del mundo desde Valentino Rossi en el 2009. En estos últimos 12 años, diez títulos fueron para españoles (Joan Mir, Marc Márquez, Jorge Lorenzo) y los otros para Quartararo (2021) y Stoner (2011). Bagnaia rompe una larga sequía para los transalpinos, con la peculiaridad de que es el primer discípulo de Rossi, de la cantera del Ranch de Tavullia, que se erige en campeón de MotoGP.

Bagnaia ha tenido una trayectoria meteórica. Campeón en su cuarto curso de MotoGP, el año pasado ya fue subcampeón en su primera temporada con el Ducati oficial, después de dos años iniciales discretos, 16.º y 15.º, en el Pramac Ducati satélite, al que llegó como sustituto de Danilo Petrucci. Subía a la clase reina habiendo sido campeón de Moto2 (2018) al segundo curso, con el Sky Racing de Valentino Rossi, su padrino, que le abrió las puertas de su equipo en el 2014, en su segunda temporada mundialista, después de un estreno decepcionante con el equipo de la Federación Italiana, como compañero de Romano Fenati.

El éxito de Bagnaia es el triunfo de un pilotaje sereno, muy poco dado a las salidas de guión, a las excentricidades, a las salvadas o a los adelantamientos alocados. Pecco es un piloto de muy buen carácter, y gran calidad técnica, fino, constante, regular, que ha contado, además, con el poderío mecánico de la Desmosedici, endiablada en velocidad y potencia, y el trabajo de equipo de la armada Ducati, con 8 motos poderosas en una parrilla de 24 máquinas.

Las posiciones

Clasificación de la carrera

La general final

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