El Bayern y el Inter cumplieron los pronósticos y ganaron sin problemas su pase a los cuartos de final. El Bayer Leverkusen no fue enemigo para el cuadro bávaro. Solo cuatro equipos en la historia de la Champions habían remontado un 3-0, lo que da idea de la dificultad a la que se enfrentaba el equipo de Xabi Alonso. Enseguida se vio que no iba a ser posible. El Bayern volvió a ganar tras un partido que controló como quiso ante un rival que resultó inofensivo en su ataque.
La primera parte apenas tuvo ocasiones, la más clara fue una de Patrick Schick en un cabezazo que salió desviado. En la segunda el equipo de Kompany dio una vuelta de tuerca a su juego y marcó a los 52 minutos tras una falta botada por Kimmich y un remate de Harry Kane, la primera vez que un inglés alcanza los diez goles en la competición.
En el 71 Davis marcó el 0-2 definitivo en una jugada que inició Gnabry y un centro de Kane. Musiala remato al palo en lo que pudo ser el tercero y el Leverkusen evitó un castigo mayor.
El partido del Meazza
Marcus Thuram marcó la diferencia
En el Meazza el Inter tampoco tuvo problemas para imponerse. Marcus Thuram, el mejor a lo largo de la eliminatoria, adelantó a los locales en el minuto 8 desde un zapatazo desde fuera del área. Moder empató de penalti en el 42 cometido por Calhanoglu, pero el Inter sentenció también de penalti en el 51, gol marcado por Calhanoglu, que enmendó así su error. La pena máxima fue cometida por Beelen sobre Taremi.
El partido fue entonces de área a área. El Inter pidió otro penalti de Beelen no concedido y Thuram remató al larguero. El Inter dio un paso atrás en los últimos minutos, pero el equipo de Van Persie no llegó a meterse otra vez en la eliminatoria. El Inter se verá las caras con el Bayern en los cuartos de final.