España se metió en la final después de doblegar a Francia en otro excelente partido. La selección consolidó su cambio de estatus y luchará por el trono europeo el próximo domingo. Una semifinal que a nivel táctico dejó estos puntos clave:
1) Lamine contra el plan francés
Navas por Carvajal y Nacho por Le Normand. Ninguna sorpresa en el once inicial de España.
Todo lo contrario que en el bando francés, porque Deschamps dejó fuera a Griezmann y optó por un trío súper vertical arriba: Mbappé en la izquierda, Dembelé en la derecha y Kuolo Muani sobre los centrales como punta de lanza.
Y la apuesta le salió bien de inicio porque el gol tempranero se construyó a partir de ellos tres: pase de Dembelé, centro pasado de Mbappé y remate de Kuolo Muani. Pero apareció el talento. El talento de Lamine Yamal para, en una acción aislada, sacarse un gol de la chistera con un disparo de 30 metros por la escuadra. Y él solito cambió el partido porque su gol impresionó a la todopoderosa Francia. Cuatro minutos después, marcó Dani Olmo y España subió en autoestima. Además, tal y como destacó el propio Rodri en el post partido, también trabajó defensivamente su parcela (cuatro recuperaciones y todas en campo propio). Un gol, dos disparos, dos pases clave y un gran oportunidad creada fueron algunos de los datos más relevantes del duelo. Unos datos que aumentan su extraordinaria Eurocopa. Y es que Lamine Yamal es, a la vez, el máximo asistente (tres) y el máximo generador de oportunidades (seis) del campeonato.
2) Rodri vs Kanté
Francia propuso un marcaje al hombre sobre Rodri con el objetivo de secarlo. Y lo consiguió en participación, pero no en influencia. Eso es lo que explica que el metrónomo de la selección acabara la primera mitad siendo el octavo jugador en participaciones de España. Pero lo leyó perfectamente y lo aprovechó. Porque Rodri se movió tan bien que consiguió que los balones que no recibió él en la primera mitad, los recibieran Fabián (28) y Dani Olmo (29). Y a partir de los movimientos de arrastre del medio centro y de las recepciones de sus cercanos, el equipo logró no atascarse. Ser futbolista también es saberse mover sin balón. Ser determinante también es saber aprovechar todo lo que se de en un partido.
3) La sociedad Cucurella-Nico
Ya por debajo del marcador, el juego de Francia se basó en hacer llegar el máximo de balones posibles a sus regateadores exteriores. Sobre todo a Dembelé en el 4-3-3 y a él mismo y Barcola cuando Francia pasó al 4-2-3-1. Y en este contexto es cuando se vio la buena química entre Cucurella y Nico Williams. Tanto con balón, como sin balón. Porque el extremo trabajó defensivamente en ayudas de manera incansable registrando cuatro recuperaciones de balón y ayudando para que Cucurella no fuera superado ni una sola vez. Pero es que también tuvieron la capacidad de hacer daño en ataque acumulando muchas acciones de dos contra uno o de dos contra dos intercambiando los carriles.
4) Morata como facilitador
Otro partido en el que Morata no brilla, no marca, pero en el que es imprescindible por todo lo que provoca. De hecho, sólo completó ocho pases, pero tuvo gran influencia en el juego. Y es que el delantero volvió a desgastarse en la primera presión (cuatro recobros), en los desmarques de ruptura al espacio, en los de apoyo para descargar, y recibiendo faltas cerca del área (4). Un futbolista discutido, pero que abre espacios, erosiona a los rivales y hace fluir mejor el juego del equipo. Sin duda, un facilitador del juego.
5) Lección aprendida de De la Fuente
En el minuto 76, con el 2-1 en el electrónico y el asedio final del combinado francés, el seleccionador movió ficha. Los elegidos para entrar fueron los mismos que en el último partido: Mikel Merino y Oyarzabal, pero los no los salientes. Y es que después de que ante Alemania, pese a acabar ganando, el equipo bajó enteros sin la amenaza arriba de Lamine y Nico, esta vez optó por sacar a Morata y Dani Olmo. Un movimiento que demostró una buena relectura del partido anterior. Los acabó sustituyendo en el descuento. Veremos si lo repite si en la final se da la misma situación pero, de lo que no hay duda, es que aprender lecciones es un aspecto clave en el futbol moderno.