El nombre de un icono se mancha.
El nombre de Pep Guardiola (50), leyenda del Barça como jugador y como entrenador y hoy técnico del Manchester City, aparece en los Papeles de Pandora, una investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en la que, durante dos años, se han comprometido 600 periodistas de 117 países.
Las conclusiones de la investigación, que incluye la revisión de 11,9 millones de documentos, sostienen que Guardiola fue titular de una cuenta corriente en Andorra hasta el 2012, que es el año en el que el Gobierno español (presidido por Mariano Rajoy) aprobó la controvertida amnistía fiscal, fórmula que pretendía aflorar millones de euros en dinero negro pero que tuvo un resultado discutible y acabó siendo anulada por el Tribunal Constitucional.
Según los Papeles de Pandora, el hoy técnico del Manchester City no había declarado a la Hacienda española el dinero que mantenía en una cuenta que había abierto en la Banca Privada de Andorra (BPA) cuando jugaba en el Al Ahli qatarí, entre el 2003 y el 2005, ya caducado su periplo como futbolista en el Barça y en Italia.
Y en el 2012, cuando se acogió a la amnistía fiscal, Guardiola regularizó casi medio millón de euros pagando un 10% sobre los intereses que habían generado sus fondos en los cuatro años anteriores, que no estaban prescritos.
La investigación del ICIJ (en España, los medios comprometidos son El País y La Sexta) trata de localizar a personalidades que generan interés público y que pueden haber sacado provecho de las jurisdicciones más opacas del mundo. Como resultado, se incide en que hay más de 700 sociedades vinculadas a nuestro país entre las que destacan decenas de personalidades relevantes.
Los documentos objeto de análisis proceden de 14 despachos de abogados especializados en crear sociedades offshore en paraísos fiscales. Este tipo de sociedades, radicadas en países distintos del domicilio de sus administradores, son legales mientras el propietario las declare en el país en el que reside. Lo que pasa es que, en determinados casos, la personalidad investigada busca anonimato, nula tributación o blanquear dinero negro.
Según los investigadores, el nombre de Guardiola consta en un documento del bufete Alemán, Cordero, Galindo y Lee (Alcogal), uno de los 14 despachos investigados por los Papeles de Pandora. Alcogal es el apoderado de la sociedad panameña Repox Investments, creada en febrero del 2007, después de que Guardiola se retirase como futbolista profesional y cuatro meses antes de ser nombrado entrenador del Barça B.
Lluís Orobitg, asesor fiscal de Guardiola, dijo a los investigadores que Repox había nacido del BPA, en cuyos depósitos Guardiola tenía una cuenta corriente que salvaguardaba su identidad.
El contrato de Guardiola con el Al Ahli se elevaba a dos millones de euros por temporada. El jugador ingresó su salario en Andorra, país con una tributación más favorable donde no pagó impuestos porque no era residente.
Durante sus años como técnico del Barça (2008 al 2012), Guardiola mantuvo la cuenta abierta en Andorra, sin declararla a Hacienda, y tampoco los intereses. Solo lo hizo en abril del 2012, durante la crisis financiera, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó la amnistía fiscal.