Las futbolistas australianas, cerca de conseguir igualdad salarial

La selección femenina de fútbol de Australia, conocida como las ‘Matildas’ está a punto de hacer historia. Según informan varios medios locales, el equipo nacional está a punto de anunciar un nuevo acuerdo con la federación de fútbol australiana por el que las jugadoras recibirán el mismo salario que sus homólogos masculinos.

Concretamente, jugadores y jugadoras cobrarán lo mismo por cada partido jugado, pero la paridad no acabará aquí. Según el Daily Telegraph de Sidney, los dos combinados se repartirán también los ingresos comerciales, con el 20% para cada uno; así como los premios en metálico logrados, sean del equipo que sean. Finalmente, recibirán porciones idénticas de los beneficios derivados de derechos audiovisuales y venta de entradas para sus partidos.

Por ahora, el sindicato de futbolistas de Australia no lo ha confirmado, pero sí que admitió que existía el objetivo de conseguir la igualdad salarial por parte de todos los implicados en las negociaciones. La confirmación se podría anunciar en los próximos días y, si se confirman las informaciones, Australia sería el primer país en aplicar la paridad a este nivel en sus selecciones de fútbol. A principios de septiembre, Finlandia dio un primer paso en este sentido, pero la igualdad se limitó a los bonus destinados a las jugadoras y jugadores por victorias y empates.

Esfuerzos previos

Antes de sus negociaciones, las ‘Matildas’ ya intentaron logara cambios en el trato para el fútbol femenino. Así, antes del Mundial de Francia, las australianas lanzaron una campaña para pedir que la FIFA diera la misma cantidad de dinero a las selecciones campeonas del mundo tanto femeninas como masculinas. Algo que, de momento, no ha sido así. Este 2019, la selección de Estados Unidos se llevó cuatro millones de dólares por el campeonato del Mundo de Francia (de un total de 30), mientras que en 2018, Francia ganó 38 millones (de un total de 400) por el Mundial de Rusia.

Precisamente, las futbolistas estadounidenses son las protagonistas de una de las luchas más conocidas por la paridad salarial. Las jugadoras se encuentran en plena batalla judicial con la federación para mejorar sus condiciones de contrato y conseguir la igualdad con la selección masculina.