Espléndido partido el disputado por el Barcelona en el día de ayer. Es el equipo en Europa más difícil de ganar con un jugador menos. Su capacidad futbolística es inmensa y solo se viene un poco abajo cuando su juego se vuelve algo displicente provocado porque la intensidad del rival es superior. Pero si algo entiende la mente de los equipos que tienen que jugar en inferioridad es que automáticamente la intensidad ha de ser máxima. Todos los jugadores enseñaron un gran nivel, incluso Szczesny está mostrando todo su potencial siendo con su actuación uno de los mejores del encuentro. Con esa virtud de llegar enseguida al suelo ante los disparos del Benfica desde dentro del área, haciendo fácil lo que realmente es complicado.
Pero hay un jugador que está por encima de todos, es Houdini Pedri. Lo de este chaval es algo maravilloso. En algunas ocasiones he explicado que una de las maneras para juzgar o valorar a un jugador es visualizarme jugando contra él. Recuerdo que viendo a Ronaldo Nazario a veces me entraba pánico. Me daba cuenta de que eran tales las virtudes que atesoraba que sentía que hubiera sido un monigote frente a él.

Pedri, que acabó exhausto, cuajó un gran partido en Lisboa
Pedri genera oxígeno cuando al equipo ya no le queda e imagina pases impensables
Cuando empecé a hacer esas visualizaciones con Pedri ya me di cuenta de lo maravilloso que era. Pero me quedé con la sensación de que sabiendo a quién me enfrentaba, me hubiera apetecido jugar contra él. Pero el tiempo ha transcurrido y las penosas lesiones que sufrió debido a cierta explotación laboral que se hizo del chaval han quedado lejos. Ahora ni siquiera me atrevo a realizar esas visualizaciones mentales. Antes que me entre el pánico, prefiero babear con él.
Para mí es el nuevo Houdini, un jugador que genera oxígeno cuando al equipo ya no le queda, que encuentra tiempo cuando parece que la jugada ha llegado a su fin, que genera espacio cuando más rodeado está, que imagina un pase impensable porque antes ha atraído a todos los jugadores posibles y así aclarado el espacio de sus compañeros, cuando es el mejor jugador creativo siendo a su vez el que más metros recorre y más balones recupera. Y todo, absolutamente todo, lo hace bien, porque el origen está en su inteligencia prodigiosa.