Existen tres elementos que, si un equipo sabe conjugarlos a la vez, es muy probable que sea campeón de algo: la calidad, el compromiso y la hoja de ruta adecuada. Y tengo la sensación de que el Barcelona posee los tres. Y eso significa que seguramente habrá partidos en los que decepcionarás a tus aficionados, las temporadas son muy largas y estamos hablando de un equipo que compite casi cada tres días. Y por lo tanto se puede acumular desgaste físico y mental. Además creo que es oportuno admitir que la juventud de esos jugadores debe favorecer su evolución hacía mayores capacidades aunque a veces, como ayer, se cometa algún error de inexperiencia como el penalti.
No voy a cuestionar la calidad de los jugadores ya que me extendería demasiado, pero esta claro que es indiscutible. Como colectivo sí que podemos analizar lo que significa el compromiso. Existe el compromiso individual y el compromiso colectivo. El compromiso individual se refleja en la intensidad de su juego. Cuando son capaces de recorrer más metros que ningún otro equipo y todo ello a un ritmo importante. Si quieren valorar qué cantidad de compromiso tiene un jugador, no se dejen llevar por la emoción que produce ver a un futbolista haciendo un sprint. La clave esta en ver qué hace tras este sprint. Hay jugadores que frenan y se recuperan y hay jugadores que hacen algo grandioso. Que es lo que llamamos el segundo y el tercer esfuerzo. Es decir, a pesar de este primer esfuerzo en un desmarque, en vez de pararse hacen otro para ofrecer una solución al compañero que posee la pelota, ese es el segundo esfuerzo. Eso normalmente debilita al rival. Pero hay jugadores capaces del tercer esfuerzo. Los equipos que consiguen esto demuestran que la suma de jugadores comprometidos no suma, sino multiplica. Y no les digo nada si observas jugadores en el Barça que hacen un primer y segundo esfuerzo orientados a la fase ofensiva y luego existe un tercer esfuerzo dirigido a una tarea defensiva.
El compromiso colectivo te disciplina ante la hoja de ruta a seguir; el Barça conoce bien esa ruta
El compromiso colectivo te hace disciplinado ante la hoja de ruta a seguir. Y los azulgrana tienen una hoja de ruta muy clara y definida: si la cumplen el éxito está a la vuelta de la esquina. Y pase lo que pase, hay que creer en la hoja de ruta. Si llega un momento en que no es tan fiable, será tarea de los servicios técnicos generar las variaciones pertinentes. Ya sea cuando los rivales ya te buscan las cosquillas con los jugadores de la segunda línea para evitar el fuera de juego. O cuando el desgaste requiere recuperación y no puede haber segundos y terceros esfuerzos y hay que entender cómo gestionar el partido sin llevar la iniciativa. Veremos si pueden hacer crecer los tres elementos.