El abeto de Hans Flick

Pelotas fuera

Todos los hombres son iguales, pero sucede que algunos lo son más que otros. Pasa lo mismo con las aficiones y su natural inclinación a la ciclotimia. Todas ellas se comportan como los adolescentes con el amor. De la euforia al sentir alicaído sin que la mayoría de las veces haya motivos de enjundia que justifiquen tanto subir y bajar. Y aunque sea este un comportamiento generalizado, toca rendirse a la evidencia de que es más acusado entre el barcelonismo.

La luna de miel con Hansi Flick ha finalizado. Nada grave ha sucedido. A lo máximo, hemos advertido que a veces no baja la tapa del inodoro. Pero como este es un matrimonio de lo más exigente, eso nos ha valido para devolverle la condición de hombre común que sabe mucho de futbol, pero que no alcanza a la categoría de semidiós germano que le habíamos asignado en el primer tercio de la temporada.

Debiéramos estar besando el suelo que pisan el entrenador y su plantilla

Aun así, como somos más volátiles que la cotización de algunas criptomonedas, basta con haberse marchado de Mallorca con un repóquer de goles para que todo vuelva a su lugar. El amor del aficionado es el de la margarita: ahora sí, ahora no, ahora más, ahora menos.

Toca hoy el Betis, equipo que no gana al Barça en el Benito Villamarín desde la temporada 2007-2008. Lugar pues propicio, como lo es Sevilla para casi todo, en lo tocante a la alegría. De vencer, el equipo de Flick estaría a un paso de ser campeón de invierno, un título que no existe, pero que anticipa la mayoría de las veces (eso dice la estadística) al futuro campeón de Liga.

GRAFCAT1567. SANT JOAN DESPÍ (BARCELONA) (ESPAÑA), 02/12/2024.- El técnico alemán del FC Barcelona, Hansi Flick, durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras el entrenamiento que ha realizado este lunes la plantilla barcelonista en la Ciudad Deportiva Joan Gamper para preparar el partido de liga que disputarán mañana ante el RCD Mallorca en el estadio de Son Moix.EFE/ Alejandro García

El entrenador del FC Barcelona, Hansi Flick

Alejandro García / EFE

A poco que reconozcamos cuál era el estado de ánimo al final de la temporada pasada, debiéramos estar hoy besando el suelo que pisan el entrenador barcelonista y su plantilla, con independencia del trastabillar que inevitablemente ha acompañado y acompañará al equipo en algunos momentos.

Adentrados ya en el periodo de Adviento, sin ánimo de ofender a nadie y con voluntad plenamente inclusiva –como las luces navideñas del Raval–, conviene empezar a crear el clima propicio para las fiestas que se avecinan. Un precioso villancico alemán viene como anillo al dedo para lo que estamos tratando: O Tannenbaum (Oh, abeto)

La letra remite a la fidelidad de las hojas del abeto, verdes con el calor del verano, pero también con la nieve del invierno. Las aficiones no somos tan leales e incondicionales como los árboles de hoja perenne. Pero teniendo en cuenta de donde veníamos, es obligado actuar esta temporada como si lo fuésemos, al margen de lo que pase en cada tramo de temporada. Tenemos tiempo de sobra para aprenderla de memoria y cantársela a Flick el próximo 21 de diciembre contra el Atlético de Madrid: “O Tannenbaum, o Tannenbaum, wie treu sind deine Blätter!”.

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