El Barça se estampa ante el Las Palmas

FC Barcelona, 1 - Las Palmas, 2

El equipo barcelonista realiza un partido pésimo, cae ante los canarios y de los últimos nueve puntos solo ha sumado uno

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Los jugadores del Las Palmas celebran el gol de Sandro, ante la decepción de Lewandowski )

Alex Caparros / Getty

El Barça ha perdido el norte en la Liga. De manera increíble está tirando a la basura su excelente inicio de temporada. Ante el Las Palmas sumó su tercer encuentro consecutivo sin ganar en el campeonato, cosechó su primera derrota en Montjuïc tras un partido pésimo y ya no depende de sí mismo para seguir al frente de la tabla. Si el Madrid gana los dos partidos pendientes que tiene sería líder. Tras perder en Anoeta y este sábado y ceder un empate absurdo en Vigo el Barça apenas ha arañado un punto de los últimos nueve. Es lo que dicen las matemáticas, en consonancia con el juego del equipo, y sobre todo con su intensidad, que han caído en picado. Ni el regreso de Lamine Yamal sirvió para detener la hemorragia. El Barcelona se ha quedado sin magia tras dejar de darle ritmo a su fútbol.

Después de una fiesta suele llegar la resaca. Y aunque los futbolistas del Barça se marcharon antes del final de la gala del 125 aniversario para que no se les hiciera tarde entraron en el partido absolutamente despistados. Lentos, descentrados y parsimoniosos. Todo resultaba un punto extraño. La hora del partido, poco habitual para los blaugrana, el pantalón blanco rememorando a los primeros tiempos del club y el juego del Barça, muy distinto al de la mayoría de partidos de la campaña. Porque el conjunto de Flick completó la peor puesta en escena de la temporada. El técnico introdujo tres cambios en el once. Colocó a Gavi por el sancionado Casadó, metió a Balde por Gerard Martín y apostó por Pablo Torre para dar oxígeno a Olmo. El cántabro se ubicó por la izquierda y Fermín por el eje. Pero nada funcionó.

El equipo barcelonista ha perdido el hilo en la Liga y su puesta en escena resultó pésima

Enseguida se vio que los barcelonistas no tenían el día. Controles desorientados, pases fallados, presiones desajustadas…Un panorama sorprendente teniendo en cuenta la línea del equipo. Hasta hubo algún murmullo de desaprobación en una grada que había empezado de forma entusiasta y se había ido apagando. En el primer acto apenas tres ocasiones. Una de Fermín, que desbarató Cillessen. Otra de Pedri, que también se topó con el neerlandés. Y la más clara, un tiro al travesaño de Raphinha.

Un balance escaso y más teniendo en cuenta que en el otro área el Las Palmas tuvo sus opciones, de botas de Fabio Silva y Javi Muñoz.

Por el camino el Barça perdió a Balde, víctima de un fuerte golpe en la traquea que le produjo Sandro con el hombro y que le dejó grogui. Gerard Martín, a jugar de urgencia.

Flick se lo miraba con cara de preocupación. Gavi no terminaba de hacerse con las riendas y se precipitaba, Pedri aparecía menos que ante el Brest y faltaba movilidad y profundidad. Lewandowski estaba siendo poco menos que un espectador y lo sería durante todo el encuentro. El polaco estuvo realmente flojo.

Por eso Flick no esperó más y mandó a Lamine Yamal que calentara al descanso. Después de tres partidos lesionado el fenómeno barcelonista ya salió de inicio en la segunda mitad, por Pablo Torre, sacrificado aunque no había sido el peor.

Pero sin tiempo para que Lamine se activara se avanzó el Las Palmas. Un balón largo de Kirian y un remate cruzado del exazulgrana Sandro le bastó al equipo canario para meter el 0-1. Todas las luces encendidas y enojo supino de Flick, que tomó una decisión drástica. Triple cambio al canto. Ferran Torres, que reaparecía, De Jong y Héctor Fort, al césped. Fermín, Gavi y un Koundé desdibujado, a la ducha.

El Barça pareció ordenarse y conectarse y Raphinha, otra vez él, tomó las riendas para empatar con un cacao seco desde la frontal. Restaba media hora y la reacción llamaba a la puerta. Incluso Ferran Torres rozó el segundo con un buen intento que desvió Cillessen. Pero hete aquí que otro balón largo, ahora hacia Fabio Silva, significó el 1-2. Héctor Fort estuvo tibio y el control del jugador del Las Palmas resultó magnífico.

Ni el regreso de Lamine Yamal sirvió para nada y solo Raphinha vió portería

El estadio se quedó mudo de nuevo, sin la grada de animación, los jugadores del Barça se miraban buscando explicaciones entre ellos y una montaña que intentar escalar se le aparecía a los blaugrana. Ahora ya con menos tiempo, y más con el Las Palmas interrumpiendo el juego todo lo posible con constantes pérdidas y simulaciones de lesiones. La grada se encrespaba y aquello ya pintaba muy mal.

En esta tesitura, balones al bueno, es decir a Lamine Yamal. El extremo se topó con un Cillessen entonado, que también voló para mandar a córner un libre directo de Raphinha.

Entre interrupciones continuas y síntomas de desesperación el partido murió. Ni con ocho minutos de añadido logró el Barça siquiera empatar. Qué tremenda decepción.

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