Hubo varias señales en los últimos tres meses que daban a entender que Xavi no había dado su última palabra. Trece partidos sin perder. Ganar en París. Varias visitas de Laporta al vestuario para abrazarle. La insistencia de Rafa Yuste, gran defensor del egarense, igual que Alejandro Echevarría, mano derecha del presidente. Más comunicación con Deco, director deportivo. Y, sobre todo, el apoyo de la plantilla. El gran punto de inflexión.
Faltaba la escena final. Xavi se había citado ayer al mediodía para comer con Laporta y su núcleo duro: Yuste, Deco y Echevarría. Pero varios acontecimientos adelantaron el encuentro para el miércoles por la noche. Para empezar, la directiva se reunió en el Camp Nou. El mensaje sobre la continuidad del técnico no fue unánime, pero nunca se votó. La decisión final siempre fue de Laporta.
Manana Giorgadze llamó a Soler, Bojan y Masip
Con la decisión tomada y comunicada, se convocaron al resto de miembros de la cúpula deportiva
Paralelamente, Deco y Xavi se reunieron en la ciudad deportiva. Ellos hablan habitualmente, pero urgía tratar el gran tema. Hasta se empezó a planificar el curso que viene. Y ahora, si Xavi no sigue, será porque el club lo decide. No habrá más amagos de irse. “¿Dónde está el presi?”, le preguntó Xavi a Deco, con ganas de adelantar la reunión. “Si lo tiene claro, que venga a mi casa”, respondió Laporta a Deco y a Echevarría.
76 profesionales de comunicación acreditados. Toda la plana mayor de la junta directiva presente.
Un discurso de tres minutos le bastó a Xavi para terminar de convencer a Laporta de que él debe seguir. En ese discurso, el técnico se mostró fuerte, emotivo elogiando a los jóvenes. Justo lo que Laporta deseaba escuchar junto a Yuste, Deco y Echevarría, los mismos que la noche del 27 de enero aceptaron su dimisión en diferido tras la derrota contra el Villarreal. Una fórmula avalada solo porque era él. Xavi Hernández. Un ídolo del barcelonismo.
A Xavi le acompañaron su hermano y segundo técnico, Òscar Hernández, su tercer asistente, Sergio Alegre y su agente, Fernando Solanas
Con la decisión ya tomada y comunicada, Laporta llamó a la responsable de su gabinete, Manana Giorgadze, que convocó a Masip, Joan Soler y Bojan Krkic. Y de paso llamaron a tres restaurantes para encargar comida japonesa. El presidente también sacó cava y puros. Cuando salió, Xavi se encontró con un mensaje que un niño le había dejado en el parabrisas del coche con un “Xavi quédate”.
Se valoró ofrecer un mensaje institucional a los medios del club, pero el giro de guion requería de más respuestas y convocaron ayer una rueda de prensa conjunta. Casi toda la directiva hizo acto de presencia. No faltaron la vicepresidenta Elena Fort o los directivos Xavi Puig, Miquel Camps, Josep Cubells o Àngel Riudalbas. Tras fotografiarse ambos y Deco juntando las tres manos dando una imagen de unidad, Laporta ratificó a Xavi con un discurso de 12 minutos. Xavi resumió su cambio en dos. A él le acompañaron su hermano y segundo técnico, Òscar Hernández, Sergio Alegre, tercer asistente, y su agente, Fernando Solanas. Su familia no estuvo, pero Xavi tiene su apoyo porque saben que el Barça le hace feliz.
A ojos del técnico, la plantilla completó el jueves uno de los mejores entrenamientos tras escuchar sus explicaciones y las de Laporta. No faltó nadie. Se emocionaron especialmente jóvenes como Gavi. Xavi negó seguir por dinero y recordó que en enero, cuando anunció su marcha, renunció al año de contrato que le quedaba. Le respaldó Laporta. Más aplausos y una fotografía final, esta vez con toda la plana deportiva que estuvo cenando japonés el miércoles. Y después, vuelta al trabajo para analizar al Valencia, el próximo rival.
Habrá cambios en la estructura técnica. Julio Tous entrará como preparador físico de fuerza, y el fisioterapeuta Raúl Martínez, que lleva desde inicios de año en el grupo, será el nuevo coordinador de fisioterapeutas y masajistas.