Al superagente Jorge Mendes no le quedó más remedio que ponerse de acuerdo con el Barcelona. Ansu Fati, su representado, lo tenía clarísimo. Nunca miró más allá del Camp Nou. “Desde el primer día le dije a Jorge que mi primera opción era seguir en el Barcelona y él lo entendió a la perfección. Puede ser que tuviese ofertas de fuera pero mi prioridad era quedarme”, confesó el futbolista, de 18 años, que el miércoles estampó su firma para renovar hasta 2027, con una cláusula de 1.000 millones de euros.
Su amor por el Barcelona está fuera de toda duda. “Mi sueño siempre ha sido seguir, crecer y triunfar aquí. Seguiré trabajando para darle al club lo que necesita de mí”, explicó. Por eso, casi no le presta atención a las cifras y a la cláusula. Solo se fija en el escudo y los colores. “Tengo que estar muy tranquilo porque me siento muy querido. Es lo que más valoro. No es una presión sino lo que me hace tener ganas de levantarme cada día”.
El presente y el futuro de club está asegurado con jugadores como Ansu
Si Fati estaba feliz, Joan Laporta estaba exultante. "Como club era importante regularizar su situación. Le queremos, como persona tiene 18 años pero tiene una madurez extraordinaria y un talento futbolístico superlativo. El presente y el futuro de club está asegurado con jugadores como Ansu”, destacó el presidente.
Lleva 15 goles en 48 partidos con el Barcelona pero escuchando hablar al delantero es la viva imagen del inconformismo. Lo quiere todo y no se duerme pensando en lo que acaba de conseguir y firmar. “Me queda mucho margen de mejorar. Lo haré escuchando a la gente que me quiere ayudar. Me gustaría mejorar en todo. Aún no he hecho nada. Estoy empezando en mi carrera. Lo conseguiré con trabajo”, volvió a insistir.
Puede ser que tuviese ofertas de fuera pero mi prioridad era quedarme
Lejos del divismo, el canterano se ruborizó al verse en un vídeo al lado de Messi, Xavi, Iniesta, Puyol, Valdés… “Es un sueño poder estar ahí. Yo aún no he hecho nada. Tengo que seguir trabajando para tener una carrera como la que han hecho ellos”.
Tampoco el número 10 le ha cambiado o le va a cambiar. Solo lo aceptó cuando vio que los capitanes estaban de acuerdo. “Lo podía haber llevado otro jugador. Me ha tocado el número. Yo estaba dispuesto porque en el Barça tienes que estar preparado para todo. No es una presión sino una motivación. Nadie va igualar lo que hizo Leo pero yo no miro los números. Sigo mi camino”, dijo sobre su predecesor.
Respecto a su estado físico, Ansu Fati explicó que la lesión de rodilla, que le tuvo 10 meses fuera, está olvidada. “La rodilla es algo que he olvidado. Ahora noto más el cansancio. Estoy muy tranquilo porque no tengo ninguna molestias”, relató. Y, pese a las tres operaciones, nunca dudó en que regresaría en plenitud. “Nunca tuve dudas de si iba a volver a jugar. Lo último que iba a perder era eso. Hace unos años también tuve una lesión fuerte. Si volví de aquello, ¿por qué no de ésta? Tarde o temprano sabía que lo iba a conseguir”.
El diez no es una presión sino una motivación. Nadie va igualar lo que hizo Leo pero yo no miro los números. Yo sigo mi camino"
Por último, el punta se fijó en la visita del Madrid como su objetivo más inmediato. “Jugar un clásico es una gran motivación. Sé que el equipo lo va a dar todo para ganar el partido. Confío en el equipo. Tenemos que mejorar, como siempre, pero competiremos. En un clásico no hay favoritos. Jugamos en casa, que es un punto a favor para conseguir llevarnos la victoria”, prometió, obcecado como está en hacer historia y en devolver al Barcelona a la cima.