La desgracia se ceba con Valverde

76.ª Vuelta a España

El murciano abandona tras caer en pleno ataque y Verona no puede con Storer en el Balcón de Alicante

Alejandro Valverde atacó con Carapaz y Yates

Alejandro Valverde atacó con Carapaz y Yates

MOVISTAR

Cuando la carrera estaba lanzada, cuando se ponía interesante, se cuando la táctica estaba empezando a dar frutos, cuando el Movistar pasaba al ataque y jugaba sus cartas, todo se derrumbó. En un tris, lo que la etapa pudo ser se fue al suelo. Se fue como Alejandro Valverde por debajo de guardarraíl por un barranco.

Después de eso, nada le salió como quería al equipo telefónico, que quiso ser valiente y el ánimo le cambió viendo besar el asfalto al veterano ciclista, que era el cuarto de la general. Afectados por el abandono del murciano, ni Carlos Verona pudo ganar la etapa (segundo tras Michael Storer) ni Enric Mas ni Miguel Ángel López podían amenazar a Roglic en el Balcón de Alicante.

Sin consuelo

Verona intentó el triunfo en la escapada que serviría para paliar la tristeza del adiós del cuarto de la general

La desgracia se cebó con el Movistar, justo cuando más favorable se le ponía la etapa. Fue en el puerto de El Collao, a 43 km de la meta. En un ataque por parejas aceleraron José Joaquín Rojas y Valverde. Los dos paisanos se marcharon y con su ataque rompieron el control que estaban imponiendo Gesink y Oomen, los compañeros de Roglic.

La iniciativa envalentonó también al Ineos, que envió por delante a Carapaz y Yates. Con ellos cuatro se fueron De la Cruz y Caruso. Las fichas se movían. La partida de ajedrez estaba lista. Porque el Jumbo tenía que gastar a Kruijswijk, el último gregario que le quedaba a Roglic.

Se bajó por obligación

Valverde solo había abandonado en su primera Vuelta a España, en 2002, y llevaba 13 enteras 

El equipo del líder sabía que no podía dejar escapar a un grupo con esos ciclistas, que si cogían una ventaja se le complicaban y mucho las cosas. Kruijswijk apretaba los dientes para reducir el corte y Valverde tiraba porque sabía que debía sacar de punto al holandés y aislar a Roglic.

Entonces, un bache hizo botar la rueda delantera de Alejandro Valverde, que perdió el control de la bici. Se fue al suelo con la clavícula derecha, pasó por debajo del guardarraíl y se cayó un par de metros en un barranco. Así es el este deporte, que no respeta ni a los campeones que quieren jugar a ganar a lo grande.

En el antepenúltimo puerto

El Movistar preparó una emboscada a 43 km de la meta para aislar a Roglic que se vio frenada por el accidente

Rojas esperó a Valverde y le ayudó a subir la carretera asfaltada. Rápidamente el mecánico le ofreció una bicicleta pero el murciano la rechazó. Tras una primera exploración de los médicos en que se aseguraron que no tenía nada roto, reemprendió la marcha. Escoltado por Erviti y Jacobs, hizo un par de kilómetros pero se bajó entre lágrimas. Su director, Chente García Acosta, le consolaba. Desde 2002, que Alejandro no abandonaba la Vuelta. Llevaba 13 seguidas cruzando la última meta.

Con Valverde caído, Supermán López quiso dar continuidad a la táctica del Movistar. Atacó el colombiano en ese puerto de segunda categoría donde pasaron más cosas que en el Primera donde estaba la meta. Carapaz se le pegó. Y fue el propio Roglic quien les neutralizó.

Como en Cullera

Mikel Landa volvió a quedarse y ya pierde 1m42s con el líder esloveno

Por delante, la fuga seguía su camino. Y quien mejor se movió fue esta vez el DSM, que hizo valer su superioridad numérica. Cinco ciclistas llevaba en la escapada y fue el australiano Storer quien más empeño puso por ganar. Se escapó con Craddock y Sivakov, primero. Después se quedó solo con el ruso del Ineos, y antes de la última subida se les unieron Carlos Verona y Kron (Lotto).

Dos veces atacó el madrileño Verona, deseoso de celebrar su triunfo como profesional, una alegría que serviría para paliar el adiós de Valverde, pero no hubo manera de descolgar al australiano Storer, que se fue a por la victoria. Entre los favoritos, Landa volvía a mostrar debilidad, como en Cullera, y no podía seguir el ritmo que marcó Yates para Bernal y que nadie se atrevió a inquietar. Por culpa de eso, Roglic, que quería ceder el maillot rojo, tampoco pudo. Ya son 29 días en las tres últimas ediciones. Grosschartner se quedó a 8 segundos. En cambio, Landa ya pierde 1m42s con el esloveno.  

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