‘Valientes’

‘Valientes’

El 10 es la mejor nota posible, la excelencia, donde empieza la cuenta atrás, todos los dedos de las manos, todos los mandamientos. Pero en definitiva, es un número como cualquier otro, el posterior al 9 y el anterior al 11. Quizá más redondo, fácil a la hora de hacer operaciones matemáticas, pero un número más al fin y al cabo. Incluso en el mundo del fútbol. O, cuando menos, para mí, el 10 tendría que ser un número más también en el mundo del fútbol. De hecho, la leyenda futbolística en torno al dorsal 10 empezó con Pelé por pura casualidad, de manera fortuita. En el Mundial de Suecia de 1958, la Federación brasileña no envió la numeración a tiempo y un miembro del comité organizador asignó a los jugadores un dorsal siguiendo la lista alfabética que tenía. El número 10 se asoció a un Pelé que en aquella Copa del Mundo se convirtió en estrella universal. Y así empezó el misticismo en torno al dorsal 10. Con un mero accidente, una anécdota.

Pero el número no hace la cosa. Si no que se lo pregunten a Jari Litmanen. Y quien mejor que Leo Messi para relativizar la santificación del número. El argentino deja el Barça, el club de su vida, y empieza nueva aventura en París con el 30 en la espalda. ¡Qué valiente! ¿Y qué, ha pasado algo? Por lo tanto, que ahora Ansu Fati herede el 10 de Messi en el Barça me parece natural, ni un drama, ni un seguro que todo irá bien, ni un desafío... sencillamente normal. Sin dar más trascendencia. El 10 de la camiseta blaugrana no tiene poderes mágicos para hacer que Ansu Fati marque los casi 40 goles por temporada que metió Messi el año pasado. No lo convertirá en Maradona, ni en Ronaldinho. El 10 del Barça tampoco arrastra una maldición. Ansu no caerá en desgracia por haber osado coger el dorsal de Messi. El futuro de su prometedora carrera dependerá mucho más de las condiciones en que reaparezca su rodilla que del número que lleve en la espalda. Es solo un número impreso sobre un fondo blaugrana. Nada más.

Que Fati haya cogido el dorsal huérfano ayudará a cerrar el luto de la pérdida de Messi

A pesar de mi pragmatismo, no me quedo con la frialdad de la cifra y reconozco la carga simbólica del relevo. Entre los que tildan de casi herejía que el 10 blaugrana tenga un nuevo amo todavía sin palmarés y los que aplauden el paso adelante del futbolista de la Masia, me incluyo en el segundo grupo. ¡Qué valiente, Ansu! Te regalo el tema Valientes de Macaco. “Soy el entusiasmo, soy un nuevo movimiento. El mundo es para los valientes. Valiente es la gente que hace lo que siente”. El hecho de que Fati, desconozco si por iniciativa propia o por sugerencia del club, haya cogido el dorsal que quedaba huérfano ayudará a buena parte del barcelonismo a cerrar el luto de la pérdida de Leo Messi. El uno por el otro. Valiente por valiente. 10 por 10. Pasado por presente.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...