Resultados

Loading...

El Mundial más abierto

Rugby

Seis equipos –Nueva Zelanda, Sudáfrica, Inglaterra, Irlanda, Gales y Australia– tienen opciones reales de ganar

Niños japoneses ensayan una haka

Charly Triballeau / AFP

En el rugby siempre se trata de todos contra los All Blacks. Una de las grandes instituciones del mundo del deporte, llevan adherida la etiqueta de favoritos como una marca de nacimiento. Han ganado tres mundiales, incluidos los dos últimos, y acuden a Japón a completar un hat-trick de tres títulos consecutivos. Pero su equipo no es tan bueno como el del 2015 tras las retiradas de Dan Carter y Richie McCaw, y a juzgar por los últimos resultados su forma deja mucho que desear. ¿Es un espejismo, debido a los experimentos y para no dar pistas a los rivales, o realmente son más vulnerables que nunca?

En seguida se verá, en la segunda jornada del campeonato en Yokohama, cuando se enfrenten a los regenerados Springboks sudafricanos, que han ganado la última Rugby Championship (el cuatro naciones del hemisferio sur), arrancando un empate a los All Blacks en su propio campo. El equipo neozelandés quedó tan sólo tercero, una auténtica aberración, por detrás también de Australia, que le dio una paliza apoteósica por 47 a 26, aunque con un hombre más toda la segunda parte. En la vuelta, todo hay que decirlo, los kiwis se vengaron con un rotundo 36-0.

Los All Blacks últimamente también han perdido contra Irlanda en Estados Unidos, y arañado pírricas victorias contra Inglaterra y Argentina, sufriendo para anotar ensayos. Beauden Barrett es un magnífico jugador, pero no distribuye juego con la fluidez de Carter, y el equipo a veces se atasca. La consecuencia es que el Mundial que empieza el viernes se presenta mucho más abierto de lo que se esperaba, con seis equipos con aspiraciones razonables de ganar: Nueva Zelanda, Sudáfrica, Inglaterra, Irlanda, el País de Gales y Australia.

El caso de los sudafricanos es completamente el contrario del de los neozelandeses. Después de tres años desastrosos tras el último Mundial, cambiaron de entrenador y la designación de Rassie Erasmus ha tocado todas las teclas adecuadas, con la integración de jugadores negros y blancos, y en especial el nombramiento de Siya Kolisi como el primer capitán de color de los Springboks, una auténtica revolución no sólo deportiva sino política y social hasta hace poco inimaginable, que se nota en la moral, el entusiasmo y la competitividad.

¿BAJA FORMA O UNA TRAMPA?

Los All Blacks han jugado mal últimamente, pero hay quienes piensan que ha sido una táctica para despistar

También llega en magnífica forma Inglaterra, tras dos torneos de las Seis Naciones en los que no ha estado a la altura de las expectivas (ganados por Gales e Irlanda), y de un Mundial en el que fue eliminada en la fase de grupos. Su fuerza física es extraordinaria, tanto en la defensa como en la delantera, pero tiende a cometer errores mentales y numerosas faltas que le cuestan muy caras. El suyo es un problema de cabeza y de complacencia.

Galeses e irlandeses han perdido fuelle en los últimos meses, y sus partido preparatorios han resultado bastante decepcionantes, poniendo en cuestión su jerarquía oficial como los mejores equipos del mundo. Las lesiones tienen bastante que ver, sobre todo en el conjunto del dragón, que se ha quedado sin dos de sus mejores jugadores, Taulupe Faletau y Gareth Anscombe. Escocia no está ni mucho menos a su nivel, siendo la irregularidad su peor defecto, como demostró en la primavera en Twickenham empatando a 38 un partido que iba perdiendo en el descanso por 31 a 7.

El caso de Argentina es el del doctor Jekyll y Míster Hyde. Los Pumas son esencialmente los Jaguares, el equipo de Super XV (la liga del hemisferio sur) que ha hecho una temporada magnífica, perdiendo la final ante los Crusaders. A esa escuadra han añadido sólo cinco jugadores, de las ligas europeas y clubs platenses, pero contra rivales de peso cae últimamente de manera sistemática, con grandes dificultades para anotar ensayos. Puede ser el torneo en el que Emiliano Bofelli se convierta en una gran estrella internacional.

Más compleja, y de manera un tanto absurda, es la situación de Australia, que en teoría tiene un buen conjunto (como demostró en la reciente victoria sobre los All Blacks), pero la federación se ha complicado innecesariamente la vida expulsando tanto de la selección nacional como de su equipo, los New Gales Waratahs, a Israel Folau, un cristiano evangélico radical que hizo comentarios contra los homosexuales (“irán al infierno”) que las autoridades consideraron inaceptables, aunque hiciera imposibles los preparativos para el campeonato de Japón.

Como siempre, todos contra los All Blacks, que esta vez parecen vulnerables. Pero hay que tenerlos bien puestos para apostar en su contra.