El mundo acaba de perder un poco más de su ya resentido buen humor y su mermada inteligencia al fallecer el narrador de voz profunda e ingenio afilado que era el músico y actor argentino Marcos Mundstock (Santa Fe, 1942), miembro fundador de Les Lutiers. La noticia es un duro golpe para Argentina, para el mundo de habla hispana y para la cultura.
Mundstock luchaba desde hacía meses contra una enfermedad que le fue diagnosticaba en febrero del 2019. “Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, nuestro compañero y amigo finalmente partió. De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia”, señala el comunicado hecho público por sus compañeros del grupo musical y humorístico.
“Mi papá era relojero. Él y mi madre llegaron a la Argentina a principios de los años 30. ¡Y claro que me influyó la cultura que traían de Polonia”, contó Mundstock
“Mis padres eran judíos polacos, de la Galizia, una zona que ahora está en Ucrania. Se vinieron antes del nazismo y se salvaron, pero toda la familia paterna murió en los campos de concentración”, contó Mundstock en cierta ocasión.
Sus progenitores llegaron a la Argentina, en concreto, a principios de los años 30. “Mi papá era relojero, había aprendido su oficio en Lviv. ¡Y claro que me influyó la cultura que él y mi madre traían! En mi casa se escuchaba música clásica, también yidish e italiana. De esa mezcla me viene el gusto por tantas cosas”, dijo también el intérprete y locutor.
En mi casa se escuchaba música clásica. Además, a mi padre le encantaba contar chistes, cultivaba el humor judío y la autoironía”
“Además, a mi papá le encantaba contar chistes, en casa se cultivaba el humor judío, la autoironía. Cuando nos instalamos en Buenos Aires, ya había dos teatros en yidish y pocas ciudades tenían tanta vitalidad cultural. Se parecía en eso a Nueva York. Y a veces, cuando nos dicen que tenemos algo del humor de Woody Allen, pienso que nos criamos en un mundo parecido”.
El relator de la vida y milagros de ese personaje supuestamente genial y claramente desastroso de Johan Sebastian Mastropiero actuó en la última película de su compatriota Juan José Campanella, El cuento de las comadrejas , donde interpreta al escritor y guionista Martín Saravia, que junto a una gran actriz ya en horas bajas (Graciela Borges) su marido (Luis Brandoni) y un viejo director (Oscar Martinez), se afanan por conservar la vieja mansión en donde viven.
Mundstock es el tercer miembro de Les Luthiers que ha fallecido, después de Gerardo Masana en 1973, cuando tenía 36 años, y Daniel Rabinovich en el 2015, a los 71.
A continuación reproducimos el resto del comunicado de los compañeros de Mundstock en LesLuthiers conmotivo de su muerte:
“Pensar hoy en partidas o ausencias nos resulta demasiado triste. Hoy preferimos evocar todo lo que Marcos nos brindó y conservaremos con nosotros para siempre. Nos quedará el recuerdo de su voz única e inconfundible. Y de su presencia sobre el escenario con su carpeta roja y frente al micrófono, que cautivaba al público antes de decir una sola palabra.
Nos quedará el recuerdo de su presencia sobre el escenario con su carpeta roja y frente al micrófono, que cautivaba al público antes de decir una sola palabra”
Nos quedará su profesionalismo. Su autoexigencia, su ética de trabajo y su respeto extremo por el público, valores que todos compartimos y que él defendió desde el momento de la creación misma de Les Luthiers. Nos quedará el recuerdo de su compañerismo, tanto en lo profesional y en lo personal. La Inteligencia de sus comentarios y su respeto por las opiniones ajenas, aún en la disidencia.
Nos quedarán grabados los aprendizajes compartidos que hicimos a lo largo de tantos años. Los lugares del mundo que descubrimos juntos. La sorpresa que compartíamos cada vez que Les Luthiers daba un nuevo salto y llegaba más y más lejos. Nos quedará el recuerdo de sus chistes cotidianos, rápidos y asombrosamente ingeniosos, listos para brindarnos una chispa de alegría en todo momento, en las buenas y en las malas.
Nos quedarán tantas cosas de Marcos, que aun en medio de la tristeza y el dolor que estamos viviendo, no podemos dejar de agradecer a la vida, y de sentirnos privilegiados de haber recorrido con él todo este tramo del camino.”