Desde que lanzó Baile de magos en el 2013, Joe Crepúsculo se ha ido consolidando como el gran cantautor de la música electrónica de baile en español. Él mismo, probablemente con algo de ironía, bautizó su anterior álbum como Trovador tecno (2022), en el que enfatizaba su gusto por la vertiente hedonista y superficial que tiene todo tema de bombo a negras y sonido electrónico. Joël Iriarte, su nombre real, dejó salir entonces al makinero que tiene dentro, pero tres años después ha decidido bajar las revoluciones y, sin dejar de homenajear el baile como lo que es, evasión, opta esta vez por más oscuridad e introspección. Y más tristeza, por qué no decirlo. Quizás es que los tiempos no están para grandes alegrías, pero que bailar no nos lo quite nadie, que es gratis.
El título no engaña. Su duodécimo álbum, Museo de las desilusiones, es eso, un compendio de los malos tragos de la vida que, sin embargo, también forman parte de todo aquello que nos permite avanzar. Si los predecesores trabajos podían sonar a rave pasada de vueltas, especialmente el mencionado Trovador tecno, el actual suena a bailoteo solitario y descoordinado en pequeña discoteca de pueblo (o de barrio) en los años ochenta. Una danza catártica, pero llena de dolor, como ya declara desde el primer tema Bailar y llorar. “La canción representa muy bien el concepto del disco”, resumía el propio Iriarte esta semana en una entrevista a La Vanguardia, en la que añadía que este trabajo, tras más de veinte años de carrera, es el que quizás mejor capta su esencia como artista.
El nuevo álbum, más oscuro e introspectivo, explora la música de discoteca como catarsis
En la línea de estas mismas imágenes decadentes se encuentra Karaoke español, en la que el de Sant Joan Despí rinde su particular tributo a las escenas de expiación colectiva que se dan al desafinar a pleno pulmón en esos antros en los que se acaba no se sabe muy bien el porqué.
Y tampoco pasa desapercibido el sencillo Fiesta de disfraces, puro tecno que cierra el álbum y que abiertamente aboga por el movimiento desquiciado, invocando lo perverso. El improperio continuo y las risas diabólicas dejan con un extraño sabor de boca a quien escucha, pero quizás es que se trataba de eso.

Joe Crepúsculo
En total, doce nuevas pistas con toques muy diversos y la poética habitual de Crepus, que tendrán su plasmación este sábado en el Paral·lel 62 de Barcelona, en el marco de Banco Mediolanum Festival del Mil·lenni, después de un primer estreno en Zaragoza hoy viernes. La gira por salas ibéricas pasará igualmente por plazas como Oviedo, San Sebastián o Madrid, entre otras. Joël ha prometido por redes las canciones del disco, pero también “la verbena habitual de bailes regionales del tecno”, por lo que, a pesar de los pesares, habrá mucho subidón, subidón.